Es una imagen que todos hemos visto alguna vez. Se quiere mostrar un escena del mercado de valores en vivo y se eligen un corro de intermediarios dando a voces ordenes de compra y venta.
En otras ocasiones se asume que los tiempos de los corros ya han pasado por lo que esta imagen se sustituye por un operador mirando con ansiedad los valores mientras tiene el dedo en el ratón para no perder su precio.
Y es que esta imagenes, sin ser falsas, tampoco representan a la media del mercado. Y esto es así porque la propia dinámica del mercado implica un operador diferente.
En contraposición a la imagen anterior me gustaría plantear otra. Partamos de un operador que ve un revés en el mercado y ante esto:
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Revisa su plan de trading, y ve las cifras clave de su estrategia. Las ha calculado con antelación y reflejan su experiencia en esa misma estrategia.
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Mediante su herramienta de análisis evalúa su exposición actual y su nivel de riesgo.
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Simula las alternativas que puede aplicar. Cerrar la estrategia es una de ellas pero no la única, también puede modificarla.
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Aplica la solución elegida. La estrategia debe quedar o cerrada o estabilizada mediante el ajuste adecuado.
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Si ha elegido seguir con el trade la cifras deben ser razonables. En caso contrario habrá cerrado la estrategia. La pérdida máxima está calculada con antelación y entra dentro del plan general de operaciones que hace con carácter anual.
Tanto en el caso de seguir con el trade como en el caso de cerrarlo sigue sus propias reglas. No hay sitio para las voces (no habría a quien dárselas). El nerviosismo es contraproducente, le llevaría a tomar la decisión equivocada.
El mercado es el que ha generado este tipo de operador calmado. La gran dificultad de vencer al mercado implica necesariamente una preparación minuciosa y detallada.
Esta estrategia compleja no se puede aplicar de forma nerviosa sino desde la calma para estar seguro de no dejar nada por el camino.
Y es precisamente cuando el mercado se pone en contra cuando hay que reforzar esta actitud. Es fácil cerrar con ganancias pero no es tan fácil rendir la estrategia con pérdidas. Aunque no se debería notar la diferencia. Es común escuchar que cuando un operador experimentado cierra una operación no sabes si está ganando o perdiendo.
En mi caso, aunque la teoría la tengo clara, fallo en la práctica, sobre todo cuando me toca cerrar una estrategia con pérdidas al poco de entrar.
Hasta la próxima.