Una empresa puede lo que puede hacer con su dinero es: crecer, repartir dividendos o comprar acciones propias.
Una empresa tiene 100 mill acciones que cotizan a 5 euros cada acción, con lo que el valor de la empresa es de 500 mill. Y obtiene un beneficio de 100 mill, con lo que el Per es de 5, es decir en cinco años manteniendose los beneficios constantes recuperaríamos nuestra inversión.
Aplicándole un múltiplo de 17 veces, a los beneficios nos saldría que el valor de la empresa vale 1700 millones de euros, con lo que valdría 17 euros por acción. Teniendo en cuenta que el Per medio de las empresas que cotizan en el S&P500 en los últimos 100 años es de 15 veces, la aplicación de un Per 17 sería porque consideramos que la empresa tiene unas ventajas competitivas importantes, que hacen que el mercado esté dispuesto a pagar más, empresas como Coca-cola es un gran ejemplo.
Si obtiene un beneficio de 100 millones y lo utiliza comprar otra empresa que gana 5 millones de euros de Per 20. En ese caso obtendrá 105 millones de beneficio que por el multiplicador 17 daría un valor de 17,85 euros por acción o lo que es lo mismo un valor de la compañía de 1785 millones de euros.
Si ese mismo beneficio lo utiliza para repartir dividendos, 100 millones de euros entre 100 millones de acciones sería 1 euro de valor para el accionista, siendo en este caso el valor objetivo 18 euros.
Y si por el contrario utiliza ese beneficio para comprar acciones propias a 5 euros, es decir autocartera en ese caso retiraría de circulación 20 millones de acciones y quedarían en el mercado 80 millones pero la empresa vale 1700 millones de euros, de forma que ahora las acciones que quedan en el mercado deben poner en valor toda la compañía à1700 / 80 = 21,25 euros.
Por lo tanto podemos decir que la opción que puede dar más valor al accionista es la recompra de acciones, siempre y cuando estas acciones estén baratas, Exxon en su momento prefería recomprar acciones propias que gastar dinero en perforar pozos de petróleo, creando un gran valor para el accionista. Mucho mejor una empresa con un buen programa de recompra de acciones, que una empresa que dedique su dinero a adquisiciones sin sentido, en la mayoría de los casos.
Respecto a los dividendos, a la hora de invertir no es algo en lo que me fije, pueden haber empresas que repartan dividendos y que estén caras. Los dividendos están bien para empresas que no saben en que invertir y generan mucha caja con lo cuál siempre es mejor devolver el dinero a los accionistas que hacer "tonterías", tipo comprar Endemol a precios desorbitados.
No hay mayor peligro que un tecnócrata de una compañía que tenga la caja llena y no sepa donde invertir, porque sabe que en su negocio no va a conseguir grandes rentabilidades, eso le lleva a una ansia tal y una presión que hace que al día siguiente después de una noche sin dormir y sudando por la próxima Junta de Accionistas, se le ocurra la maravillosa idea de comprar la compañía X-Blue que cotiza en el Nasdaq y que tiene un medicamento que curará el cáncer o comprar la Puntocom de turno que hará que los beneficios se disparen.
Entrando así en un negocio que no entiende, que nada tiene que ver con el suyo y en el momento de moda de determinados sectores. Por ello una de las cosas a observar cuando compramos acciones de una compañía es que ha hecho el equipo gestor con el dinero de la compañía en los últimos 10 años.
Mirar un gráfico de Miquel y Costas (que ha tenido siempre un programa de recompra de acciones creando un valor para el accionista impresionante) comparado con Telefónica, Santander, BBVA, Endesa, Iberdrola. Incluso mirando compañías con extraordinario crecimiento como Zardoya, Sos Cuetara o Abertis. Solo algunas constructoras le superan como Acciona o ACS al calor de la última burbuja inmobiliaria.