La cantidad de información a la que tiene acceso actualmente un inversor en bolsa es enorme. Inabarcable me atrevería a decir.
Con la popularización de internet estamos totalmente inundados de información económica y financiera de las empresas, datos macroeconómicos, declaraciones de responsables, información de los mercados del mundo en tiempo real, blogs especializados como el presente, etc...
Todo esto está muy bien. Sin embargo el problema es que, como seres humanos que somos, no somos capaces de procesar adecuadamente tal cantidad de conocimiento y solemos juzgar erróneamente nuestras capacidades.
Un error muy típico es equiparar información con conocimiento, cuando en realidad son conceptos muy alejados el uno del otro. Y por otro lado también se cae en el error de pensar que más información redunda en estar mejor informado; cuando según demuestran diversos estudios, cuanto menos información mejor.
Lo único que aumenta con la cantidad de información es la auto-confianza. Y ésta en bolsa es muy peligrosa