Desde hace algunas semanas varios alumnos de OptionElements.es me han pedido les esboze de alguna forma cómo consigo gestionar mis emociones en mi labor diaria como trader profesional. Es por ello que he dado forma a un par de artículos donde expongo cómo he ido poco a poco mejorando este importantísimo aspecto de mi trading.
De todos es sabido lo importante que es la paciencia en el trading. Sin duda existe multitud de material en la red en el cual se describen las aptitudes mentales que un buen trader debe de reunir si realmente pretende ganar de forma constante y equilibrada en los mercados. Quizás una de las más importantes sea el equilibrio, y quizás otra, o realmente se trate de la misma… de la paciencia.
En mis años de experiencia como trader profesional he conocido a operadores de todo tipo: scalpers, especialistas en pair trading, operadores de arbitraje, swing traders y … por supuesto, income traders con opciones, mi especialidad.
Los mejores, sean del estilo de trading que fueren, reunían un denominador común, una habilidad desarrollada por encima de la media observable en el común de los mortales: Sabían esperar… o dicho de otra manera, sabían dejar que todo ocurriese… que los acontecimientos fluyesen en un aparentemente aleatorio devenir sin que su semblante y emociones se vieran prácticamente alteradas.
Desde mis comienzos he intentado afanosamente averiguar qué resortes controlan o sustentan esta imprescindible virtud para enfrentarse a diario a la salvaje realidad de los mercados financieros. Sólo el tiempo ¿cómo no? ha ido poco a poco construyendo la respuesta, deshilando , tranquila pero constantemente, aquellos matices capaces de acercarme a una verdadera CALMA como traders: La clave no estaba en qué hacer, sino en “NO HACER”.
El título de este artículo recoge en sí mismo posiblemente uno de los mayores retos mentales a los que puede enfrentarse una persona. Cuando se refiere a “…sin hacer nada”… se refiere a exactamente a eso: NO HACER NADA. Esto significa, no vivir del pasado ni sus recuerdos –buenos o malos-, no dejándonos aprisionar ni condicionar por él. Tampoco vivir del futuro ni sus perspectivas, impidiendo que nos convirtamos en obligados esclavos de su cumplimiento. La verdad es que así contado puede parecer hasta simple… y es verdad, lo es, pero simple nunca fue sinónimo de fácil.
No es descabellado inferir cómo un trader puede sacar partido del cultivo de esta habilidad: En la medida que sea capaz de crear un muro que lo separe de su pasado estará impidiendo que el recuerdo de sus más recientes beneficios o pérdidas influya en su estado emocional y, por tanto, en la capacidad de analizar y llevar a cabo objetivamente su plan de trading en cada momento. Estaría librándose del lastre que supone la desazón de una fuerte racha de pérdidas o de la euforía que conlleva una suculenta suerte de operaciones positivas .
Igualmente, conseguir mitigar sus expectativas y pretensiones hacia el futuro lo libraría de constantes y agotadoras preocupaciones. Dejaría de preocuparse por ejemplo del resultado latente de tal o cual posición o de la incertidumbre de saber si conseguirá o no los objetivos que se impuso para ese trimestre o cuándo terminará el draw down que está viviendo actualmente.
Reflexionando sobre este concepto nos damos cuenta de que sencillamente se trata de llevar nuestra consciencia al momento presente durante la mayor parte del tiempo posible. Es bien conocido que en Oriente existe toda una cultura centrada en esta cautivadora idea aunque ni mucho menos es mi intención en este artículo introducirle en los principios de ella. Sólo me quedaré con una idea: La importancia de la respiración.
Hace tiempo escuché la frase “Se piensa como se habla, se habla como se piensa”. Pues bien, a día de hoy me atrevería a acuñar otra frase muy parecida y no menos cierta: “Se opera como se respira, se respira como se opera”. Con ello consideramos que todo trader porta en sí mismo el mejor termómetro de su estado emocional frente a los mercados: Su propia respiración. Además, ésta mantiene una relación de reciprocidad con nuestro trading. Podemos alterar nuestra respiración operando alocada y visceralmente. Podemos operar calmada y objetivamente simplemente respirando lenta y profundamente. Si lo piensan es absolutamente imposible actuar nerviosa e impulsivamente si respiramos de forma profunda y cadenciada.Una vez más parece simple… pero no por ello resulta fácil.
Como decía antes, el paso del tiempo me ha ido desvelando poco a poco algunos trucos acerca de cómo acercar esta práctica al trading. En la siguiente parte de este artículo les expondré algunos de ellos.
Continuará...
Angel Gálvez.