Vamos a presentar, partiendo de lo hablado anteriormente, una de las operaciones que mejor reflejan la metodología de ingreso basado en el paso del tiempo: la Iron Condor.
Si anteriormente habíamos comentado que una manera segura de trabajo con opciones era vender una opción y compra otra para acotar el riesgo ahora podemos verlo de forma aplicada. Si vendemos una opción Call con un strike 70 para la siguiente expiración y compramos el strike 75 para esa misma expiración tendremos el beneficio que ganamos con la venta del primero menos el coste del segundo.
Cada día que pase el riesgo que cubrimos con nuestra opción vendida, o short, es menor, así es que cada vez vale menos (con el permiso de la fluctuación de la volatilidad a la que dedicaremos otra entrada). De esta manera si la tuviéramos que recomprar para cerrar la operación lo haríamos por un importe inferior con el correspondiente beneficio.
En el caso de la opción comprada, o long, nos pasa igual pero al contrario. También pierde valor con el paso del tiempo pero en este caso nos perjudica. Por eso nuestro beneficio siempre es la diferencia de valor entre ambos. Esta operación tal cual es denominada vertical al estar las dos operaciones en la misma expiración, en el caso de que lo hagamos en expiraciones diferente tendríamos una diagonal.
La probabilidad de que nuestra opciones short pueda ser ejecutada por aquel al que se la hemos vendido (al proceso de asignación también dedicaremos una entrada) depende de lo cerca que esté de entrar in the money que es la forma de decir que al ejecutarla el comprador ganaría dinero.
Aplicándolo a nuestra opción Call vendida a 70. Nosotros le hemos dado la opción de comprar a ese precio una parte del subyacente cubierto, por ejemplo 100 acciones. Sólo tendría sentido ejecutar ese derecho si el precio del subyacente superar esa barrera de 70 dólares. Y entra ITM.
A más cerca esté del precio actual mayor riesgo y, por tanto mayor prima. Como ya vimos la separación entre la opción vendida y la comprada ya es un control de riesgo. Lo lejos que coloquemos nuestra vertical es otra. La pondremos out de money pero el número de punto que nos separemos del precio actual, at the money o ATM, influirá la prima que recibimos y pagamos.
Como ya sabemos podemos vender el derecho a comprar, con la opciones Call, pero también el derecho a vender, con las Put. Como es lógico la zona OTM de la opciones Put está por debajo del precio actual. Por tanto si ponemos una vertical Put debajo del precio actual y una Call por encima tendremos una Iron.Condor. Y encima, y con un poco de suerte, el importe que nos bloquea el broker será el correspondiente al riesgo máximo de una de las verticales y no de las dos, al ser imposible que se ejecuten ambas.
Bajo este esquema básico de dos verticales se pueden esconder operaciones con comportamiento diferentes y lo que es más importante, con diferentes ajustes. Es fácil ver que mientras el precio esté entre los valores de las opciones short todo está bien, pero como ya sabemos el mercado es imprevisible. Los ajustes nos van a permitir ir ajustando nuestra estrategia a las fluctuaciones del mercado. En ese proceso nuestra guía van a ser la griegas.
ThetaPositivo
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