ZAPATERO O LA EXTINCIÓN
30-05-11
Ay que hoy es lunes, las tres de la mañana, y estamos desvelados. Verás mañana, crujir de dientes. Ni siquiera la idea de una paja nos da sueño, por eso de la tristeza post coitum, post pajum. Una paja es un buen ansiolítico para dormir, que conste. Es muy socorrida, la paja. Es gratis y da gusto.
Como nos aburrimos, pues ahora escribimos, y eso que estamos leyendo un libro apasionante, Castiello contra Calvino, de nuestro querido y adorado Stefan Zweig, que tiene bonito hasta el nombre, con esa S líquida y susurrada (seseante) con la que se pronuncia su apellido en alemán. El que no sepa pronunciar bien su nombre, que se joda. Haber aprendido alemán, que no es tan difícil. Escribiremos una columna sobre este libro, claro que sí.
Por cierto: el tal Calvino, un auténtico hijoputa. Mandó quemar al pobre aragonés Servet, y todo por una tonta discusión teológica. Servet decía que la Trinidad (lo Trino) no existía. Menudas boberías discutían en el siglo XVI, época de Montaigne por cierto.
Montaigne sí que mola. Calvino? Con su habilidad habitual para desnudar/vestir psicológicamente personajes históricos (impagables sus biografías de Balzac, Tolstoi, Casanova, María Antonieta, Américo Vespucio y Magallanes, entre otras), Zweig consigue que uno odie al tal Calvino desde la primera página. Menudo tiparraco: todo intolerancia y extremismo, y eso que la Reforma de Lutero y Erasmo pretendía ser algo moderno y democrático, en contra del papismo (priapismo) de Roma.
ZP no es Calvino, pero casi.
Calvino mandó quemar a Servet. ZP ha mandado a la hoguera de la miseria a todo un país. Y mira que España no es pequeña, como Andorra o así.
Se ha hablado y escrito tanto sobre la inutilidad de ZP, que ya da hasta pereza pensar en ello.
Al final, cada uno tiene lo que se merece. Que se joda ZP.
Ahora asistimos al improbable espectáculo de un presidente de gobierno que ya no manda. Y un partido histórico, corrupto hasta la cachas (por lo menos la derecha roba con más elegancia, y hasta con más legitimidad, porque para eso son de derechas, coño), como el PSOE, nombra a dedo (menudo ejemplo de democracia. En el fondo nos da pena la cateta y seudo catalana de Chacón, a la que hoy han abucheado en Málaga, en el día de las Fuerzas Armadas. Bien por los malagueños, que tienen algo más que pescaíto frito) a un supuesto sucesor, Rubalcaba, que va a durar dos telediarios.
Este hombre se cree muy listo. No nos extraña: En el país de los ciegos, el tuerto es el rey.
De mirada oscura y aviesa; de perfil torvo y asesino, Rubalcaba representa lo peor del político profesional, sea de derechas, izquierda o mediocentro o volante de ataque, como Zidane.
Pero qué manía tiene la peña por conservar el poder.
En los ochenta se hablaba de la erótica del Poder. Es decir: una adicción que te la pone muy dura. Por lo visto, cuando uno tiene poder (nosotros que nunca lo hemos tenido, y menos mal, porque sólo de pensarlo y tomar decisiones nos da pereza), se convierte en un yonki del ordeno y mando. Sin poder, el político padece un terrible síndrome de abstinencia. Absolutamente adictivo el poder, eso dicen.
Nosotros pensamos que Rubalcaba se debe levantar seis veces por la noche para ir a mear. No está este hombre para gobernar un país, y con todos los muertos que tiene en el armario.
Rubalcaba debería jubilarse, y residir en Benidorm (ven y duerme). Nos imaginamos a Rubalcaba con la bragueta abierta, una boina para su calva y jugando al dominó, que es una horterada.
Cada día somos más ecologistas, y hasta no creemos en el no cambio no climático. Un lío de frase, vaya.
Y así, hasta nos enternece la extinción de ZP. Bueno: enternecer es demasiado. Es nuestra faceta ecologista.
Ya hemos escrito varas veces que ZP pasará a las cloacas de la historia. Así, pura caca, y tirar de la cadena. Y ahora y encima Rubalcaba le va a robar el botín de una supuesta entrega de armas de ETA.
ZP o la extinción. La mala hierba, a veces muere.