Por lo que parece el tan ansiado rescate de Irlanda, lejos de aliviar las dudas que había en los mercados, han hecho que se intensifiquen. Las bolsas llevan días a la baja y el coste de nuestra deuda a corto plazo se disparó hasta un 90% en la subasta de ayer, alcanzado su máximo histórico ante el temor al contagio irlandés.
Desgraciadamente, por mucho que nos quieran hacer creer lo contrario, las similitudes de España con Irlanda son ya muy evidentes; brutal sobreendeudamiento tanto de deuda privada como pública, burbuja inmobiliaria financiada a mansalva por un sistema bancario muy tocado, unas economías sin argumentos para crecer lo que lo habían hecho los últimos años y, para acabarlo de aderezar en el caso español, una tasa de desempleo que ronda el 20% y que no tiene visos de reducirse.
El rescate de Irlanda también ha dejado en evidencia que los tan famosos test de estrés de la banca en Europa eran pura pantomima; los bancos irlandeses las superaron y meses después la UE acude a su rescate. Y alguien piensa verdaderamente que las cajas de España están muchos mejor que los bancos irlandeses?.
En fin, que todo este cóctel de acontecimientos apunta a que nos encaminados hacía un círculo vicioso en que, en breve, tanto Portugal como España deberán ser rescatadas por la UE dándole a la manivela de hacer billetes para financiar el rescate ni que sea para salir del paso. Porque el Gran Fondo creado en su día por la UE de 70.000 millones de euros para socorrer para a los PIIGS ya nos lo hemos dilapidamos con Grecia. Quizás los préstamos bilaterales entre países acaben siendo algún día la solución que se adopte como definitiva. En cualquier caso, creo que lo mejor para todos es que España vaya entrando en el quirófano y se le ampute la "cangrena" lo antes posible.
Lo más triste de todo, es que este tipo de rescates se llevarán a cabo con el dinero de los contribuyentes europeos. Los mismos que sufrirán en sus carnes severos tijeretazos sociales para financiar estos rescates, toda vez, que a estos contribuyentes nadie les conmuta su deuda como sí que se hace con los bancos quebrados para que puedan responder de su deuda que proviene (no lo olvidemos) del resto de la banca privada.
También es acuciante el problema de la deuda que más tarde o más pronto hay que devolverla, comprometiendo crecimientos futuros de nuestra econonía y a las próximas generaciones. En el caso de España, con un endeudamiento conjunto del 400%, mucho habrá que crecer para acabar devolviéndola, y aún así siga quedando algo para gastos sociales, infraestructuras, etc.
La moraleja al final es clara; los bancos vuelven a salirse de rositas de esta crisis, las familias siguen endeudadas hasta las cejas y más, y entre medias, los neoliberales clamando por más y más recortes sociales para sufragar el estropicio que ellos mismos han cometido.