El excelente gráfico de The Economist muestra los niveles de deuda total de diferentes países, esto incluye no solo la deuda del estado sino también la deuda privada.
Es muy interesante analizar la crisis global desde esta perspectiva por la siguiente razón: el origen del problema fue un sobre endeudamiento de los consumidores norteamericanos y europeos para poder gastar mucho más allá de sus ingresos durante varios años. Como todos sabemos, la situación llevó a un colapso del sistema financiero global durante el 2008 a medida que se hizo evidente que semejantes niveles de endeudamiento eran insostenibles.
En estas circunstancias se produjo un desplome del gasto privado y por lo tanto de los niveles de actividad y empleo. La solución al problema pasó por reemplazar al gasto privado por el gasto público, como única forma de evitar que la recesión se profundizara desde niveles que de por sí ya eran escandalosamente graves.
La situación volvió a complicarse este año, cuando se acabó el margen de endeudamiento para los países más débiles de Europa, entonces ahora se plantea la necesidad del ajuste europeo con todo el riesgo que eso implica para la recuperación de la región y el resto del mundo. Pasado el límite de la deuda privada, se llegó a pasar el límite de la deuda pública en Europa.
Los niveles de endeudamiento de Estados Unidos, si bien parecen bastante moderados en comparación a los de Europa, toman un tono bastante más complejo si se analizan las proyecciones de déficit a futuro. Lo que es peor, muchos de los estados de EEUU tienen situaciones de endeudamiento similares a las de Grecia.
El único punto positivo del mapa económico mundial es la posición de los países emergentes: situaciones fiscales sólidas, altos niveles de crecimiento, economías con buena productividad y saldos comerciales positivos.
Si el mundo evita una nueva recesión global, será porque los países emergentes, con China a la cabeza, lograron evitar el desastre generado en las economías desarrolladas.
Paradojas del mundo moderno..