En nuestro post anterior esgrimimos las razones por las cuales deberíamos tener un buen dossier bancario a la hora de acudir a las entidades financieras. En el mismo enumeramos los apartados que debería tener dicho dossier.
En el post de hoy vamos a realizar una breve descripción de cada uno de esos apartados.
a) PROYECTO
Llámalo proyecto, refinanciación, financiación, compra… llámalo como quieras, pero es la justificación de qué vas a hacer con el dinero que estás solicitando. Es, sin lugar a dudas, la parte más importante de tu dossier. Ten en cuenta que al banco no le interesa tu casa, ni todos los avales ni garantías que puedas aportar. Al banco lo que realmente le interesa es saber cómo vas a obtener el dinero para devolverle lo que te está prestando. De ahí la importancia de contar con un proyecto viable, creíble y realizable. En él deberás especificar claramente en qué vas a invertir el dinero que obtienes de la financiación y en qué momento. Así como todos los ingresos que dicha financiación va a generar y que harán frente a las devoluciones pactadas. Si este punto falla, da igual que pongas de aval hasta la caseta del perro de la suegra de tu tercer cuñado, no vas a conseguir nada. De ahí que no nos cansemos de insistir en la importancia de un buen presupuesto de tesorería o de unas proyecciones financieras de un proyecto ajustadas y reales.
b) BALANCE DE SITUACION
Se trata de la “foto” de un momento dado de nuestra empresa, de nuestros activos y nuestras deudas, así como el grado de amortización de nuestros bienes y nuestra situación financiera a largo y corto plazo. Se trata de algo totalmente estático, de ahí que debamos tener varios ejercicios para ver cómo ha ido evolucionando la situación de nuestra empresa a lo largo del tiempo. Servirá también para ver la política de la empresa respecto al reparto de beneficios o su reinversión en la misma.
c) CUENTA DE PERDIDAS Y GANANCIAS
Al igual que antes, se trata de algo estático por lo que también tendremos varios ejercicios preparados para poder analizar su evolución. De aquí se pueden sacar la evolución de las ventas y de los márgenes, así como toda la estructura de costes de la empresa. También se puede ver la importancia que los ingresos extraordinarios tienen sobre el total de nuestros ingresos. Otro dato importante a extraer de aquí es la política de amortización de los bienes de la empresa.
d) DECLARACIONES DE IVA
Lo principal es ver si la empresa está al corriente de los pagos por dicho impuesto. Además, al incluir el resumen anual se puede comprobar que las cifras de venta y compras coinciden con lo declarado en la cuenta de pérdidas y ganancias y que el impuesto a liquidar esté perfectamente reflejado en el balance.
e) DECLARACIONES DE IRPF
Al igual que en el caso anterior, además de un comprobante de estar al día en los pagos del impuesto, también nos va a dar información sobre la evolución del número de trabajadores de la empresa.
f) DECLARACION DE OPERACIONES CON TERCEROS (MOD.347)
Esta declaración, de la que podemos pensar que no es muy decisiva, encierra una gran información sobre el nivel de dependencia o concentración respecto a algunos clientes o proveedores, lo que puede ser analizado como una desventaja si dicha concentración es excesiva. También nos va servir para realizar un análisis internos y poder analizar y diversificar nuestro riesgo con clientes y proveedores.
g) CIRBE
Se trata de la Central de Información de Riesgos del Banco de España. Habitualmente será el banco el que nos pida permiso para poder solicitarla, pero, ¿por qué no adelantarnos a ellos y llevársela nosotros?. Además es un gran herramienta para controlar internamente el pool bancario. Dado su importancia, le dedicaremos un post exclusivo.