No se deje distraer por Dubai, querido lector, y menos aún si mañana aparece en la portada de todos los periódicos y abre los telediarios, o aunque pueda copar los foros o extenderse por la blogosfera. Ha habido, hay y habrá situaciones bastante más graves y gravosas que la de Dubai para los mercados.
Observe el incremento de la deuda en Estados Unidos y compare la situación actual con la de la Gran Depresión. No se centre únicamente en el tanto por ciento, fíjese también en la cantidad de años que lleva engordando y fíjese, sobre todo, en los más endeudados, porque ésta vez no se trata únicamente de empresas y de negocios, sino de todo el meollo del sistema financiero, de los bancos y las familias. Percátese también del repunte vertical de la deuda pública. Si piensa en el déficit y en las subidas de los impuestos, a lo mejor incluso se olvida de Dubai por un instante.
A continuación puede prestar atención a los niveles de desempleo alcanzados. Por segunda vez desde el término de la Segunda Guerra Mundial se han vuelto a alcanzar cifras de dos dígitos, con toda su enorme influencia sobre el consumo, la morosidad y la salud de la totalidad del sistema.
También lo puede observar asociado a la construcción y a la burbuja inmobiliaria. Le aconsejaría, eso sí, que no intentara extrapolarlo a los niveles de construcción habidos en España y a la tasa de paro existente, porque dejaría de inquietarse por Dubai.
Ahora puede reparar en el último gráfico y analizar el estado de los tipos de interés del mercado, así como comparar la cantidad de tiempo que suelen estar en los niveles actuales y lo que suelen tardan en subir. Quizá le sirva para darse cuenta de la gravedad de la situación económica mundial y de lo anecdótico que puede resultar Dubai.
El mercado inició su ascenso en una situación bastante más dramática y ha subido una barbaridad con tales condicionantes, así que el mayor interés que podría tener Dubai para el mercado es el de catalizador, dado que hasta ahora no había ni uno que favoreciese las subidas ni uno que justificase las bajadas. La duda, pues, es si le habrán reservado el papel de chivo expiatorio para realizar beneficios y que el mercado retome la tendencia previa.
De momento se han roto las primeros niveles de soporte, pero la zona mayor aún queda lejos. A partir de ahí sólo queda limitarse a seguir el rastro del dinero. Puesto que los rangos están bien definidos, preste atención a si la ruptura cursa con fuerte incremento del volumen y de la volatilidad, ya que en tal caso, no habrá escalas.
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