El índice más representativo del mundo desde 1923 está tocando máximos históricos, sobrepasando los 1.500 puntos.
Es paradójica la contradicción entre los indicadores de crecimiento mundiales y la cotización del S&P. Se supone que se incluyen las 500 empresas más representativas del mundo. Extraño, pues.
No cabe duda de que el ritmo es ascendente desde los últimos años, salvo el crack de 2007. Superado eso, retoma el vuelo sin cesar en los últimos años hasta este momento, en que se plantea la disyuntiva: ¿Romperá los máximos y comenzará a navegar hacia nuevos horizontes alcistas? ¿O, por el contrario, volverá la lógica chartista y psicológica de los mercados a representar la cruda realidad dando un giro y precipitándose a niveles de 2009?.
Cierto es que el S&P 500 ha sido un índice dificil de operar, "antitendencial", como lo describen algunos. Quizá estemos en un momento de encrucijada y de replanteamiento de muchas creencias, dado lo fundamental de la economía y lo técnico de la gráfica que representa en estos momentos.
Pase lo que pase, es un buen punto de partida para operadores de corto, medio y largo plazo.