Durante la noche europea se ha visto nuevas caídas debido a que se mantiene el riesgo de la crisis de deuda. Ayer los mercados europeos cerraron recuperando parte de la caída, sin embargo la rentabilidad de los bonos italianos a 10 años se mantienen sobre el 7% y los españoles sobre el 6%.
Lo que se puede observar es que a pesar de que la situación política en Grecia e Italia se está calmando los mercados no muestran mucha confianza. España se mantiene en segundo plano, pero con unos diferenciales muy perjudiciales. Las elecciones del domingo tendrán mucho que ver con la evolución de los mismos. En caso de una mayoría absoluta podría calmar esta sangría.
El mercado es posible que se mantenga débil hasta que se conozcan nuevos detalles del apalancamiento del EFSF. Por otro lado, los inversores se muestran muy preocupados por la posible pérdida de la triple A crediticia de Francia, lo que podría causar una venta estrepitosa en los parqués bursátiles. Finalmente, no hay que olvidar que los diferenciales de deuda también se están ampliando en países como Austria y Holanda.