A continuación leeréis la segunda y lastimosa parte del comentario en lacartadelabolsa.com de Don Iñaki, un inversor al que el suelo se le desvaneció bajo los pies cuando a su gestor de banca le dió un ataque de honestidad repentino y vendió toda su cartera (por cierto en mínimos). Podéis releer la primera parte en Boquerones Fritos (6) y, al igual que en aquel artículo, haremos algunas reflexiones reveladoras al final:
"Estimado director: Al gestor que me vendió la cartera justo cuando la Bolsa ya había hecho agua (recuerde que los mínimos del año se contabilizaron el 9 de marzo) no sólo no lo han despedido, sino que le han aumentado el sueldo. Aparte del destrozo en lo económico y en lo moral que me ha provocado este asunto, ¡y mire usted que llevo ya Crisis y batacazos sufridos, también muchas alegrías alcistas!, que según me cuentan también les ha pasado a otros muchos inversores, me ha hecho reflexionar algunos asuntos como:
*La falta de profesionalidad de los gestores financieros es directamente proporcional a la ignorancia de la mayoría de los participantes en asuntos financieros. Compramos cuando todo el mundo compra y vendemos cuando todo el mundo vende. Al final, desperfectos por todas partes y con el rabo entre las piernas.
*La industria de la intermediación financiera sigue poniéndose el mundo, la Globalidad por montera. Vamos, que se pasa todo por el forro. Todo va tan rápido que el Ayer no cuenta. Por eso a este energúmeno le han subido el sueldo. Sigue vistiendo buenos trajes, bebe agua en las comidas, no fuma y tiene un tipo de maniquí de escaparate, sonrisa blanquident y buen perfume. Eso, me cuentan, pasa en todo el mundo. No es exclusiva de España.
*Lo que han dicho los Gobiernos y las Grandes Instituciones Supranacionales que había que hacer, que había que aprender de esta Gran Crisis, ni se ha hecho ni se ha aprendido: siguen los derivados, siguen los productos tóxicos, siguen las burbujas, los ejecutivos se suben los sueldos, empresas que deberían suspender dividendos los mantienen, la contabilidad creativa se ha vuelto a imponer, la propaganda nos avasalla...Nada ha cambiado
*¿Burbuja inmobiliaria? ¿Quién dijo que había explotado en España? En España han quebrado las promotoras, pero los pisos, lo que nos llega a nosotros los consumidores siguen a precios de escándalo. Que nadie se crea esa milonga de los descuentos que dicen hacer algunos bancos y cajas.
*Pero el paro aumenta, las fábricas se cierran, los impagados se multiplican, los negocios echan el cerrojo, la gente no viaja ni compra coches
*De nuevo, otra vez, el gran divorcio entre economía real y economía financiera. Siempre perdemos los mismos.
Saludos de Iñaki"
(Un inciso previo: Iñaki, en cuanto a los precios inmobiliarios y su impresión de que "nada ha cambiado", tiempo al tiempo. Esto es sólo el principio).
Vamos ya con nuestro comentario: En primer lugar hay que felicitar a Don Iñaki porque la bolsa ha rebotado desde que su "gestor" vendió todas las posiciones. Sí, sí, he dicho felicitar. Porque si al día siguiente de vender su cartera, los mercados se hubieran desplomado, hoy Don Iñaki besaría los pies del "energúmeno al que le han subido el sueldo, sigue vistiendo buenos trajes, bebe agua en las comidas, no fuma y tiene un tipo de maniquí de escaparate, sonrisa blanquident y buen perfume." Y por supuesto seguiría creyendo a pies juntillas las consignas de su flamante energúmeno, hasta el próximo disgusto o pérdida abultada. Un absurdo vaivén de confianza y sentimental, del que viven las entidades financieras y sus hordas de vendedores.
Que este "asesor" acierte o se equivoque, no cambia el error de base. Que un inversor firme un mandato de gestión (más peligroso que una pistola cargada) a quien cobra en función del beneficio que deje su cartera, es dejar al lobo, más o menos capacitado pero lobo al fin y al cabo, cuidando al rebaño. Si cobra en función del beneficio que genera para la entidad en la que trabaja (gestor bancario), sólo la ética personal pondrá puertas al campo de la codicia personal y profesional. Incluso contratando a asesores independientes que cobren exclusivamente sobre comisión de éxito, la distorsión en la gestión adecuada existirá, ya que un resultado moderado se despreciará y la única opción buscada por el gestor será el alto beneficio, con los consiguientes riesgos indeseables y desmesurados que pueden terminar muy bien o muy mal.
Repito que le felicito por ese error, siempre que le vaya a servir para cambiar el concepto de asesoramiento. No sólo se equivocó de asesor/gestor, sino sobre todo de concepto.
Don Iñaki, sólo pagando por su asesormiento conseguirá la independencia y la prudencia de quien invertirá los activos de su familia como si de la propia se tratara. Y el coste será el mismo, tanto si gana como si pierde. A partir de ahí sólo le queda el "pequeño detalle" de elegir correctamente a su asesor/gestor. El problema es que sólo el paso del tiempo y la evolucion de su patrimonio (y no sólo de su cartera) le dará o quitará la razón y el acierto en la elección de sus asesores.
El resto de fórmulas sólo llevan a la peligrosísima euforia (tanto del cliente como del gestor) cuando las cosas van bien, y a estremecedoras cartas como las de Ud. cuando llegan los malos tiempos. Y es que su cuenta de resultados, Don Iñaki, no debe tener correlación con la de los bancos donde deposita su dinero, ni con los incentivos de su gestor/asesor, porque luego pasa lo que pasa.