Ante todo es de justicia decir que el anuncio de compra ilimitada de deuda en apuros por parte del BCE (OMT) en el mercado secundario, mientras el ESM lo hace en el primario, es la medida más contundente, consensuada y coordinada puesta en práctica hasta la fecha.
Sea porque las anteriores medidas tomadas hasta hoy eran cobardes e inútiles, o bien porque esta vez quien las toma no es un político temeroso de las urnas sino un tecnócrata financiero que ha mamado de las ubres de Goldman Sachs, como el presidente del BCE.
La cuestión es que estamos ante la decisión más trascendente en años, lo cual tampoco es decir mucho, claro. Pero vayamos un poco más allá de los titulares periodísticos y de los argumentos políticamente correctos. Leer artículo completo.