La magnitud de la transformación que supondría un acuerdo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el que se propone tendría efectos sustanciales en gran parte de los sectores económicos, especialmente en los países desarrollados.
Sin embargo la comunidad de negocios se divide entre los que observan con perplejidad la velocidad a la que avanzan las negociaciones en la situación económica actual, y los que tratan ya de anticipar las nuevas oportunidades que se presentarán.
¿Cambiará el patrón tecnológico y de inversión?
Estos últimos observan como un acuerdo ofrecería una mayor certidumbre para las inversiones en nuevas energías, en cambios tecnológicos orientados a la reducción de emisiones y en incremento de la eficiencia.
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