La disciplina es la única virtud que todos los libros de trading coinciden en recomendar para tener éxito operando en los mercados de valores.
Pero, ¿qué es la disciplina?. La disciplina consiste en la habilidad de actuar de acuerdo con un conjunto de reglas y procedimientos que se obedecen a toda costa, sin debate interno, sin dudas, incluso en los momentos más difíciles.
Aplicada al trading, todo el mundo cree saber qué es la disciplina; sin embargo pocas personas están dispuestas a dedicar el tiempo, realizar el esfuerzo mental y recibir la formación que hace falta para desarrollar una metodología de operación en los mercados muy disciplinada. Gran error.
El mayor desafío que presentan las operaciones en los mercados financieros es que no hay reglas, en el sentido estricto de la palabra. Únicamente hay reglas generales, por ejemplo “comprar barato y vender caro”. Por supuesto, nunca se define en qué consiste comprar barato. ¿Cuándo se sabe que un precio es bajo?, ¿cómo se sabe que no va a seguir bajando?. ¿En qué consiste exactamente vender caro?, ¿qué ocurre si liquidamos una posición y el precio sigue subiendo?, ¿qué ocurre si hemos comprado a un precio bajo de verdad y, después de liquidar nuestra posición a un precio superior y, tras un pequeño descenso en el precio, éste invierte su tendencia y sigue subiendo mucho más?. ¿Tenemos reglas para volver a entrar en el mercado? ¿o nos limitamos a mirar desde la barrera, enfadados porque hemos cerrado demasiado pronto nuestra posición?.
En un juego en el que no hay reglas de obligado cumplimiento, cada cual debe crear sus propias reglas que conformen su sistema de trading personal. Si no operas con un sistema bien planeado y en el que confíes al 100%, te estresarás y tomarás decisiones impulsivas y, por supuesto, equivocadas.
Al igual que un deportista profesional, un trader necesita combinar sus habilidades con la actitud y el estado mental adecuados. El dominio de las operaciones en los mercados financieros requiere que el trader asuma el control de cuanto ocurre en el espacio que hay entre sus orejas. La disciplina es la piedra angular de este dominio. Sin disciplina, empezará a cambiar de programas de inversión y de metodología más rápìdo que algunos políticos de chaqueta.
Al operar con dinero real en el mercado real, el miedo y la codicia se amplifican. Es esencial disponer de un sistema de trading lo más simplificado posible, que te guste y en el que confíes. Cuando ya se tiene un sistema de trading “a medida” que nos proporciona nuestras pautas y límites de actuación en el mercado, sólo necesitamos usarlo. No una vez, no de vez en cuando, sino todo el tiempo, sin importar lo que haga el mercado.