El Brexit, la opción a favor de que el Reino Unido abandone la Unión Europea, ha ganado el referendum y lo ha hecho, literalmente, contra todo pronóstico. Conforme se acercaba el día del referéndum, las cotizaciones de las casas de apuestas se habían convertido en uno de los mayores referentes para constatar la tendencia de voto, tenido en cuenta hasta por los mercados bursátiles y de divisas.
Los apostantes veían tan claro que el Reino Unido se mantendría dentro de la UE que las cuotas llegaron a reflejar una probabilidad del 91% de que se diese la permanencia. Más del 70% de las apuestas eran a favor de la permanencia, lo que llevó a elevar la cuota por el Brexit hasta los 7 euros por euro jugado.
Aunque no hay cifras oficiales, sí hay estimaciones que calculan que la consulta ha movido más de 60 millones de euros en apuestas. Semejante volumen de dinero parecía ser un signo indicativo de las preferencias de los británicos, pero el resultado final ha sido un montón de apuestas falladas y la minoría de apostantes que se la jugó por el Brexit disfrutando de unos cuantiosos beneficios.
¿Por qué han fallado los apostantes?
El perfil del apostante en el Reino Unido es el de una persona joven. Según un informe gubernamental de la Gambling Comission, el 40% de los apostantes tienen entre 18 y 35 años, cuando apenas representan el 20% del total de la población. En frente está el 29% de los apostantes que tienen más de 55 años, lo que se corresponde bastante bien con el 28% de la población total que tiene esa edad. El informe también refleja que apuestan más las clases media y media-alta que otras más bajas. Como curiosidad, los británicos que más apuestan son los escoceses.
Comparando estos datos con los de las elecciones, podría afirmarse que los apostantes han acertado, pero en lo que a su perfil social respecta. Efectivamente, los menores de 43 años han votado por permanecer en la UE, así como las clases con mejor educación y trabajos. Igualmente, los escoceses han votado mayoritariamente por quedarse dentro de la UE.
Si las apuestas han errado en sus predicciones se debe a que los apostantes no son un buen reflejo sociológico del conjunto del pueblo británico. La sobrerrepresentación de los ciudadanos más jóvenes en el conjunto de los apostantes ha producido una distorsión que casi nadie ha debido tener en cuenta a tenor de las cuotas que se han llegado a pagar.
¿Y qué pasa en España?
En España ocurre una situación similar a la del Reino Unido en cuanto a los perfiles de los jugadores respecto al conjunto de la sociedad. Casas de apuestas como Sportium o Betfair tienen abiertos mercados de cara a las próximas elecciones del 26J. No sería extraño que se estuviesen produciendo las mismas distorsiones en función de las preferencias del voto más joven.