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El deterioro del sector manufacturero global y la preocupación por el crecimiento económico activan ventas agresivas en los mercados de riesgo tras el vencimiento de derivados.

Enfriamiento Global:

Tras el vencimiento trimestral de opciones y futuros de la semana anterior, el mercado de acciones ha chocado frontalmente con la realidad. Una realidad que si bien mostraba hasta ahora un enfriamiento económico moderado, esta semana se ha recrudecido con unos datos del sector manufacturero que han sido muy decepcionantes, incrementando considerablemente las posibilidades de una recesión cada vez más cercana.

Todos los países que publicaron su PMI del sector manufacturero lo hicieron en contracción, mostrando la gran debilidad a la que se enfrenta el sector industrial. Únicamente USA logró situar el sector en crecimiento, aunque descendió sensiblemente de la lectura previa en 53. En la zona euro, el PMI compuesto situado en 51,3 logra, por el momento, sortear la contracción gracias al sector servicios. No obstante, los operadores son conscientes de que el pulso del sector servicios terminará por verse arrastrado a la baja a menos que el sector manufacturero recupere dinamismo.

El caso del PMI manufacturero alemán fue especialmente alarmante, no solo porque fue el tercer mes consecutivo en contracción sino porque marcó el nivel de actividad más bajo desde junio de 2013 (*1). Dado que las exportaciones industriales tienen un peso determinante en el PIB alemán, aparecieron comentarios sugiriendo que Alemania podría encontrarse actualmente en una ligera recesión. Tal y como se puede apreciar en la gráfica, si bien el país germano había reducido su crecimiento de forma previa al inicio de la guerra comercial entre USA y China, posteriormente se aceleró de forma muy acusada, mostrando la gran sensibilidad que tiene el país al conflicto.

Fuente Datos: Markit Economics

Además, el índice de precios al productor retrocedió un -0,1% cuando se esperaba un +0,2% y el índice ZEW de confianza inversora se situó en -2,3 mejorando desde el -16,6 anterior, mostrando un cambio de tendencia hacia la neutralidad.

Previamente, la empresa líder de automoción alemana BMW había publicado un profit warning, en el que advertía que sus beneficios bajarían un 10% en el 2019 y su margen operativo se reduciría del 8-10% a un rango del 6-8% por lo que acometerían una reducción de costes de 12.000M€ (*2). Por todo ello, los operadores no dudaron en deshacer posiciones en el DAX que sufrió un retroceso del 4,22% desde sus máximos semanales.

En Japón se publicó una balanza comercial que arrojó descensos, tanto en las exportaciones con un -1,2%, como en las importaciones con un -6,7%. Decrementos en ambas partidas de la balanza comercial de varios países es algo que viene sucediendo recientemente y es una muestra clara de que los intercambios comerciales entre países se están reduciendo, acelerando el enfriamiento global.

Curiosamente en UK nos estamos encontrando con algunos datos macro especialmente positivos como el de ventas minoristas que creció un 0,4%. Dada la gran incertidumbre reinante en el proceso del Brexit actualmente, no parece lógico que aparezcan ratios a contracorriente de la zona euro. La explicación que han esgrimido algunos analistas se basa en el fundamento de que los agentes económicos de UK estarían haciendo acopio de bienes y servicios para cubrir eventualidades en caso de una salida de la Unión Europea sin acuerdo.

En Estados Unidos supimos que el índice de la FED de Filadelfia escaló hasta 13,7 desde el -4,1 anterior, dato muy positivo a priori, pero este incluía una partida de nuevos pedidos en 1,9 que deslucía algo el ratio puesto que nos adelanta unas expectativas futuras no muy robustas. Adicionalmente, se publicó un incremento de los pedidos de fábrica del 0,1%, ligeramente inferior al 0,3% esperado. No obstante, a pesar de la mejora mostrada, se anunció un incremento de los inventarios mayoristas del 1,2%, algo que no es positivo ya que muestra acumulación de bienes en almacenes, a menos que los empresarios estén creando un stock porque esperan un incremento en las ventas y necesiten satisfacer la demanda, algo poco probable en la situación actual.

Por el lado positivo, el sector inmobiliario estadounidense premió a los inversores con un crecimiento de ventas de viviendas de segunda mano del 11,8%, recuperándose del -1,4% anterior. A pesar del buen indicador, no fue suficiente para contener las ventas que se estaban produciendo en los mercados de riesgo a raíz de los negativos PMI manufactureros publicados de forma global.

FED:

Finalmente, la Reserva Federal acercó su postura a las predicciones hechas por los analistas y descontadas por los mercados de riesgo. Powell mostró su postura menos agresiva con las facilidades de crédito, indicando que no se esperaba ninguna subida de tipos en 2019 y quizá una en 2020. Además, especificó que disminuiría la velocidad de reducción del balance a la mitad para detenerla en septiembre, lo que en la práctica se traduce en dejar de subir tipos de forma indirecta. El mercado lo tomó con grandes alegrías, ya que mejora la facilidad de acceso a financiación y mejora los márgenes al reducir los costes financieros.

No obstante, los operadores hicieron una segunda lectura ante una postura acomodativa de la FED más laxa de lo esperado, por lo que vieron con temor el acercamiento de un periodo de enfriamiento más acusado de lo previsto. El efecto combinado de la reducción de perspectivas económicas, unido a unos PMI manufactureros decepcionantes, hizo que la curva de tipos de interés entre el bono a 10 años y 3 meses se invirtiese por primera vez desde 2007 (*3), lo que generó alarma entre los inversores y los índices bursátiles terminaron la semana con caídas severas.

Guerra Comercial:

Durante la semana no hemos tenido progresos en las negociaciones pero sí que han aparecido declaraciones preocupantes por parte de D. Trump, indicando que las conversaciones van bien pero que no existe garantía de que se alcance un acuerdo final, a menos que sea un gran acuerdo para USA. Sin embargo, lo que realmente preocupó a los operadores fue el comentario realizado por el presidente estadounidense apuntando que aun alcanzando el acuerdo, no habría motivos para levantar los aranceles ya impuestos porque perderían fuerza para obligar al cumplimiento del mismo a la parte china. Los inversores consideraron que es complicado que desde China se acepte toda una serie de reformas, algunas de ellas estructurales muy profundas, para no conseguir liberarse de los aranceles impuestos desde USA.

Para quitar hierro desde el país asiático, se comunicó que durante la próxima semana se reunirían ambas delegaciones negociadoras al máximo nivel para seguir avanzando y lograr el acuerdo.
Entre los indicadores que tenemos para valorar si los chinos están cumpliendo con las promesas realizadas hasta ahora, está el de analizar los envíos de cargamentos de productos agrícolas estadounidenses en dirección al país asiático. Otro indicador es el del tipo de cambio USD/CNY, que fue reclamado por la parte estadounidense ya que los chinos, para reducir el impacto de los aranceles impuestos por parte de USA, devaluaron su moneda en cuanto se inicio el conflicto en 2018, y posteriormente han ido apreciando el yuan bajo petición estadounidense, por lo que sería positivo volver a verlo cotizar en un rango de 6,3 a 6,5 yuans por dólar.

Fuente datos: Bloomberg

Brexit:

Un gran foco de incertidumbre creciente en la zona euro es el del Brexit, y el incremento de probabilidades de una salida desordenada de Europa que restaría crecimiento a todos los miembros de la eurozona. Para evitarlo, los miembros de la Comunidad Europea han dado una extensión a Theresa May hasta el 12 de abril, para que indique como desean proceder los británicos en caso de que no se apruebe el acuerdo en la Cámara de los Comunes la próxima semana. Si optasen por una extensión más larga, el Reino Unido se verá obligado a participar en las elecciones europeas, algo que la primera ministra desea evitar a toda costa.

Petróleo:

El precio del crudo, como el de otras materias primas, suele ser empleado como termómetro del estado de la economía. Viendo que la cotización del barril WTI alcanzó los 60$ para terminar cerrando sobre los 59$, semanalmente nos indicaría un periodo de bonanza por un incremento de demanda. Sin embargo, la revalorización sostenida del crudo se justifica por el recorte de la producción acordada entre la OPEP y Rusia por 1,2 millones de barriles diarios.

Los datos semanales ratifican la eficacia de los recortes de producción, ya que la EIA indicó que los inventarios de petróleo disminuyeron en -9,58 millones de barriles y los de gasolina en -4,12 millones. Según apunta Reuters, dichos retrocesos se deben a un incremento de las exportaciones del crudo americano, así como a un aumento de la actividad de las refinerías ante una mayor demanda (*4). Por su parte, la producción de petróleo en USA se mantiene firme en sus máximos alcanzando los 12,1Mbpd, mientras que el número de plataformas petrolíferas se redujo en 9 hasta las 824 desde la semana anterior según Baker Hughes.

Otro de los factores que ha alterado el suministro de crudo internacionalmente es la crisis de Venezuela. El país cuenta con unas enormes reservas de crudo pero ha visto como se reducían sus exportaciones drásticamente por debajo del millón de barriles diarios a causa de la falta de liquidez para acometer inversiones de extracción, así como las recientes sanciones de USA al sector petrolero del país.

Teniendo en cuenta todos los factores, podemos considerar que más allá de volatilidades puntuales, la estructura de la oferta y la demanda es favorable a mantener incrementos de precio de forma paulatina. Únicamente podría alterar este escenario la aparición de una recesión global intensa que recorte fuertemente el crecimiento mundial, o bien que D. Trump ante su ya conocida posición de que desea un precio del petróleo bajo, sacase al mercado parte de la reserva estratégica de petróleo que tiene USA con un doble motivo: reducir el precio del crudo y por tanto sus implicaciones en la inflación y por otro lado financiar parte del déficit presupuestario estadounidense.

 

Conclusiones:

Tras las grandes revalorizaciones experimentadas desde el inicio del año y el vencimiento de opciones y futuros de la semana pasada, los mercados de riesgo han sufrido unas ventas muy severas, especialmente las bolsas europeas que han visto como se incrementaba fuertemente la debilidad de su sector manufacturero.

Ya no hay margen para más dilaciones, los mensajes lanzados por los datos macro globales son preocupantes: sector manufacturero muy deteriorado, balanzas comerciales marcando descensos en intercambios comerciales, el baltic dry index ubicándose en niveles mínimos, la curva de tipos entre el 3 meses y el 10 años invertida en USA, etc. Por todo ello, los agentes económicos necesitan que se alcance un acuerdo comercial sin dudas ni fisuras, que reactive la normalidad en flujo de bienes y servicios mundiales.

Por consiguiente, deberemos estar muy atentos durante la próxima semana a los mensajes lanzados desde las delegaciones negociadoras, tanto de USA como China, respecto a los avances conseguidos. Un deterioro en este ámbito podría llevarnos a un gran incremento de la volatilidad en los mercados de riesgo, que actualmente se mantienen apuntalados con la esperanza de lograr un acuerdo.

 

Twitter: @ivanftoril

 

(*1)  German manufacturing contracts for third month in a row: PMI

(*2)  BMW plans to cut costs after warning on profits

(*3)  Yield curve inverts for first time since 2007 on global growth worries

(*4)  U.S. crude stockpiles slump unexpectedly on strong export, refining demand: EIA

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