A menudo, en la vida y en el tráding, cometemos el error de construir nuestro devenir cotidiano y nuestra operativa sólo con la mitad de nuestra mirada y nuestra atención, porque en lugar de centrar completamente nuestro objetivo y nuestra dedicación en lo que se divisa en lontananza, en el horizonte, lo hacemos además con un ojo puesto en el ayer, en lo que nos ocurrió haca un tiempo, en una decisión vital equivocada o en una operación desafortunada en la que irremediablemente nos saltó nuestro stop emocional y económico.
Vivimos y operamos con demasiada frecuencia cargando el peso de nuestros fracasos anteriores, regodeándonos en la mala elección que hicimos o en la mala entrada que llevamos a cabo, trasladando ese pensamiento a nuestro caminar diario en la vida y en los mercados y así, dejando que los nefastos pensamientos del ayer se sienten a nuestro lado y nos acompañen cual pesada carga en nuestro caminar, resulta aún más complicado avanzar y tratar de alcanzar la meta.
Lo pasado, pasado y pisado está
Suena a tópico, pero lo pasado, pasado y pisado está. Si me he equivocado en alguna decisión que he tomado los días atrás, de nada vale volver a arrastarla de nuevo a mi presente, porque me bloqueará de nuevo la correcta y acertada decisión para los días venideros. Si entré en los mercados la sesión anterior, y el precio impuso su verdad a mi opinión, y las pérdidas de dicha operación las siento de nuevo a operar conmigo, ocupando demasiado espacio en mi mente y en mi mesa, estaré trabajando con demasiadas limitaciones, como si lo hiciera con un ojo tapado o una mano atada a la espalda. Cada día, cada sesión, es completamente distinta a la anterior, son folios en blanco que tenemos que encargarnos de rellenar del mejor modo posible, con nuestras operaciones, lienzos que hemos de tratar de pintar y convertir en obras de arte con el color que quermos (pero procurando que el tono más empleado sea el verde de las ganancias, y entendiendo que las salpicaduras del rojo de las pérdidas serán inevitables, aunque debemos lograr que no nos estropeen el cuadro final...)
Cada vez que acude a mí alguna persona para que le dé formación sobre trading, para aprender, para que le explique mi filosofía sobre todo ésto y mi sistema, suelo preguntarles primero cuáles son los errores principales que han cometido operando... pero para apoyarse en ellos (como piedras que uno se encuentra en su camino) y no para que le arrastren de nuevo al fondo, repitíendolos una y otra vez... Hay que aislarse de ellos: bastante duro es ya esta profesión, este negocio...como para sentarse a operar con la carga y la mochila de las operaciones anteriores y de los fallos que (en la vida y en el trading) hayamos podido cometer...
Ni siempre vas a estar acertando, ni siempre vas a estar equivocándote. Pero siempre vas a tener la oportunidad de comenzar de nuevo, de acertar o equivocarte, independientemente de como lo hayas hecho en tu ocasión anterior. Antes de operar, limpia tu mente de pensamientos pasados, no operes condicionado por lo que te sucedió en tu entrada anterior. Ni dejes que el miedo te atenace una buena entrada conforme a tu sistema porque en la anterior te saltó el stop, ni permitas que la euforia te infle tanto tu ego como para doblar los contratos en la siguiente porque saliste victorioso de tu operación anterior. Recuerda que las oportunidades (en la vida y en los mercados) se pueden suceder una tras otra y oblígate a mirar siempre hacia adelante. No te mortifiques pensando en lo que ya ha ocurrido, sino en todo lo bueno que puede suceder...
Sigo insistiendo en que da casi igual el mercado o el instrumento, porque tu entrada puede fallar o acertar, pero quien tiene que no equivocarse ni ser infiel a tu metodología eres siempre tú... Cuando tengas ya tu objetivo cumplido y terminada tu operativa, ahora sí, y con el vehículo parado, puedes permitirte mirar unos instantes por el retrovisor para ver en qué has fallado y en qué has acertado, para mejorar tu conducción y tu operativa, pero sabiendo que la única forma de alcanzar la meta que tengas marcada, es mirar siempre al frente, hacia adelante...y sabiendo (como me dijo alguien una vez muy muy sabio, que el único modo de llegar es...no parando.
