A menudo, en la vida y en el tráding, podemos tener la sensación de llegar tarde, a los aconteceres diarios, o al mercado, cuando la película ha empezado, cuando todo se ha puesto en marcha sin que nosotros estemos presentes, ni delante de las pantallas.
Primero tenemos que vencer los sentimientos de rabia y frustración, esa común sensación de estar perdiéndonos algo continuamente, de estar fuera de un acontecimiento importante o de una operación en la que, para torturarnos absurdamente aún más, pensamos están ya inmersos el resto de personas y de tráders.
Luego tenemos que saber controlarnos, parar y analizar tranquilamente la situación, y si nos compensará o no entrar de lleno en una tendencia alcista o bajista muy pronunciada que nos supondría quizás estar en medio de la nada: demasiado lejos de nuestro posible stop, y con un beneficio demasiado incierto como para que compense el riesgo o no.
Hacer trading con paciencia
Sobre todo cuando se empieza, cuando se está comenzando a aprender a hacer trading y a operar, es difícil estarse quieto (y la paciencia es una de las virtudes a tener más en cuenta de las varias que insisto a la gente que estoy formando que no hay que abandonar nunca), y a sabiendas de que nuestro sistema no nos da señales justo en ese momento (sino que las había dado horas o minutos antes de que nosotros nos sentáramos a operar), nos creemos que somos peores tráders si no entramos rápidamente en el mercado,y podemos deslizarnos en una pronunciada pendiente de beneficios... o darnos cuenta de que hemos entrado demasiado tarde, que nuestro stop está muy, muy alejado de dicha entrada y que tanta bajada y tanta subida no pueden durar para siempre.
Como regla general, al menos en mi humilde opinión, si uno no está demasiado seguro de una entrada, debería esperar, no precipitarse y aguantar con las manos debajo de la mesa, hasta que como mínimo hubiera un retroceso. Mejor operar con paciencia que con dudas y miedo.
Ya lo he repetido en otras ocasiones, pero siempre hay que pensar, qué es mejor ¿estar fuera del mercado, deseando estar dentro, o estar dentro, deseando estar fuera?.
Si un día por ejemplo llegas tarde a la fiesta, porque desde el inicio de la sesión, el color rojo o verde ha continuado dominando todo, prácticamente sin descanso y aunque la tentación sea grande y las entradas supuestamente hubieran resultado acertadas, hay que saber controlarse y aceptar que tu sistema en ese momento no da ninguna señal clara.Ya lo he repetido en otras ocasiones, pero siempre hay que pensar, qué es mejor ¿estar fuera del mercado, deseando estar dentro, o estar dentro, deseando estar fuera?... Creo que la respuesta y las sensaciones a la misma lo dicen todo...
En el trading y en los mercados (a diferencia de en otros aspectos de la vida) no vale siempre lo del "más vale tarde que nunca..."
Que no se nos olvide nunca o la lección nos costará muy, muy cara...
Gonzalo Germán