No hace mucho hablamos de la situación del oro. Comentábamos el gran canal bajista en el que se había estado moviendo desde hace meses, la última corrección que llevó al metal a la zona alta del canal y la fuerte resistencia que, coincidiendo con el ataque a dicha directriz superior, frenaba el avance del precio e incrementaba las posibilidades de giro. Esta situación quedaba oscurecida por la fuerte incertidumbre que las elecciones en Estados Unidos provocarían en el oro, por lo que cualquier posición debía estar ajustada milimétricamente a una gestión del riesgo estricta.
Las elecciones ya han pasado con resultados inesperados para muchos pero, independientemente de la opinión que podamos tener al respecto, lo cierto es que el Dólar ha reaccionado con gran fuerza alcista, generando una onda expansiva que se ha contagiado a muchos otros activos, el oro entre ellos, que ha visto una tensión bajista añadida que ha confirmado las expectativas técnicas.
El objetivo de los 1.200 $, ahora convertido en soporte, podría marcar una nueva entrada en rotura, dando como resultado nuevos objetivos bajistas en los 1.050 $.
