La importante caída que protagonizó Telefónica el año pasado se ha lateralizado en forma de triángulo, en el que cotiza desde Marzo de este año. Las últimas noticias sobre las operaciones corporativas de la compañía han suscitado dudas sobre su valoración, lo que ha introducido una leve presión bajista que podría transformarse en un nuevo desplome si se pierden los soportes.