En tan sólo diez años, los intercambios comerciales de China con América Latina se han multiplicado por veintidós. Su volumen comercial supera ya los 250 mil millones de dólares. Y los swaps de divisas con varios países como Argentina no harán más que potenciar esta relación a medio-largo plazo.
Buenos Aires, comenta el co-autor de este blog Javier Santacruz, tiene problemas para equilibrar sus reservas internacionales aunque es China quien está inyectando dinero al país. El último swap, firmado estos últimos días, asciende a 815 millones de dólares. Los argentinos, por tanto, podrán utilizar yuanes para importar productos chinos. Y China, por el contrario, pagará en pesos sus inversiones allí. Todos ganan y Argentina alivia de paso una “dólar-dependencia” que viene ya desde el corralito del año 2001.
En Capital Radio, Alberto Lebrón entrevistó hace unos meses al Vicepresidente del Ecuador, Jorge Glas, durante una de sus última visitas a Pekín. Su valoración de las relaciones China-Ecuador, y América Latina en general, fue sumamente satisfactoria. Más allá de aquello que podamos contar, merece la pena escuchar, porque la relación China-LATAM es algo que quizás se esté perdiendo España. Seguimos teniendo grandes empresas allí, sin duda, pero quizás sea momento de hacer negocios con China.