Pues eso, que el jueves pasado compré acciones de una inmobiliaria, y no me he vuelto loco (o al menos eso creo). Se trata de "Develica Deutschland", una empresa que conocí hace casi un año a raíz de una entrada del blog de Dalamar. La empresa en cuestión se dedica al alquiler de patrimonio inmobiliario comercial en Alemania, es decir, ha comprado intalaciones comerciales y las alquila. El caso es que cuando ví por primera vez las cuentas de esta empresa en Febrero de 2008 me pareció que era interesante, porque sus beneficios no dependen de revalorizaciones ni trucos contables, sino simplemente del hecho de que cobra 70 millones en alquileres y entre gastos e intereses (a tipo fijo, no como los kamikazes financieros españoles) sólo paga 54, con lo que sobran 16 millones antes de impuestos cada año para repartir o reinvertir. Por entonces la dejé pasar porque mis brokers no me permitían operar con ella y había otras opciones igualmente interesante. Cotizaba a 65 céntimos.
Pues bien, cuando hace un par de semanas me dió por mirar casualmente la cotización la primera reacción al ver que estaba a 8 céntimos fue de llevarme las manos a la cabeza: ¿pero cómo ha podido irse a tomar viento una empresa que genera tanto dinero de manera recurrente? Así que me pongo a buscar entre las noticias y comunicaciones al regulador y ¡nada! ¡No pasa nada en absoluto! ¡Y los insiders comprando como locos! La única explicación (chorra) que le encuentro es que al tratarse de una empresa minúscula no hay inversores profesionales serios que la tengan en cuenta, y que las pérdidas contables por depreciación de activos acojonen a los aficionados. Lo mismo que cuando una inmobiliaria patrimonialista presenta resultados excelentes por apreciación de activos no hay que hacerle mucho caso, tampoco hay que preocuparse por las depreciaciones de algo ¡que no pensamos vender! Lo importante son los ingresos por alquileres y los gastos.
Por supuesto que hay riesgos, pues el apalancamiento es muy fuerte, pero vamos a ver lo que tendría que ocurrir para que la empresa se fuera a tomar viento. En primer lugar, tendría que haber una crisis brutal en Alemania, algo que me parece muy improbable, pues si hay una economía que me parezca sólida y sensata en el mundo es la alemana. A diferencia de España, Alemania tiene un fuerte superávit exterior, es decir, todos los años ha estado ahorrando un montón de pasta en forma de inversiones financieras en el exterior. Mientras que en España el corte del grifo de entrada tiene efectos de destrucción total, en los países que financiaban sólo puede ocurrir lo contrario: que dejen de financiar al exterior y se dediquen a financiarse a sí mismos. Aunque la crisis afecta a todos porque hay que reorganizar la producción en base a la demanda solvente real, está claro que si alguien puede hacer frente a la crisis es quien ha estado ahorrando para ella, es decir, quien tiene superávit exterior.
Aún en el caso de que la crisis en Alemania fuese brutal, los ingresos por alquileres tendrían que derrumbarse un 23% tan sólo para que la empresa deje de ganar dinero, algo que me parece muy improbable. Pero es que aún así, la empresa dispone de 40 millones de euros en caja para hacer frente a las eventualidades. Y por si la situación en Alemania se volviera catastrófica a más no poder, también tendría como recurso de emergencia la posibilidad de hacer líquida una "pata" de un swap (que sirve para cambiar intereses variables por intereses fijos) para obtener otros 130 millones de liquidez. En cuanto a refinanciaciones de deuda por vencimiento del principal, no son necesarias hasta Octubre de 2011, para cuando la crisis crediticia será un desagradable recuerdo. En definitiva, que la posibilidad de catástrofe empresarial me parece muy remota.
¿Y qué hay del valor de la empresa? Pues que lo mire por donde lo mire, una empresa con beneficios recurrentes de 13 millones no tiene sentido que tenga una capitalización de 18.75 millones, que es la que tenía el jueves a mi precio de compra de 0.075€. Y que a diferencia de los analistas de Wall-Street, que siempre valoran con un ojo puesto en la cotización, yo me atrevo a decir que esta empresa vale diez veces más de lo que he pagado por ella. Con un par.
Para ayudar a financiar la operación he tenido que hacer una primera "saca" de la cartera especulativa (que de todos modos estaba sin apalancar), con lo que de paso podré decir siempre y pase lo que pase que mi carrera de especulador fue fructífera, pues ya he sacado de la cartera más que la inversión inicial. Mientras tanto, la cartera Gijandel cuenta ya con 11 empresas, así que en los próximos meses tenderé más a promediar en empresas que ya tengo que a comprar otras nuevas, para evitar que la cartera se haga inmanejable. Las primeras candidatas son Develica (quiero más) y Norfolk, que ha visto caer su cotización mucho y sin embargo ha vuelto a presentar unos resultados espectaculares.
En otro orden de cosas, en los últimos días veo como se multiplican los comentarios y dudas acerca de la salud del sector financiero español. ¿Se acerca el tsunami de quiebras patrias que algunos llevamos tiempo esperando?