Con la reforma del año 2011 del sistema de Seguridad Social se han producido varios cambios que van a provocar una menor pensión de jubilación, principalmente:
- Exigencia de un mayor número de años cotizados para alcanzar el 100 % del promedio de las cotizaciones realizadas, pasando de 35 a 37 años. Asimismo, se reduce el % que se obtiene de pensión en caso de períodos inferiores: por ejemplo, para 15 años cotizados se obtendrá un 50 % de la pensión.
- Cómputo de un periodo mayor a la hora de realizar el promedio de nuestras cotizaciones en base al cual se establece la pensión, pasando de los últimos 15 a los últimos 25. Al ampliar este periodo de observación, será más fácil encontrar años con cotizaciones inferiores y por ello el promedio se reducirá.
Con estos hechos y pensando en la futura pensión de jubilación, hay factores que influyen negativamente:
- Fecha de inicio en la actividad laboral: cuanto más tarde haya sido la incorporación, menor período de tiempo se alcanzará de cotizaciones y por tanto quizás no se llegue a alcanzar el 100 % de la base reguladora.
- Lagunas de cotización: años que no se haya cotizado al sistema.
- Saltos de cotización: cambios de actividad laboral que hayan generado modificación en los ingresos y, por tanto, en las cotizaciones.
Además, según consideremos al trabajador por cuenta ajena o propia, hay que tener en cuenta:
- Trabajador por cuenta ajena. Aunque se cotice por todo lo que se gana, como existe un tope máximo de cotización (39.148 € al año), cuanto más se supere este tope mayor diferencia existirá entre lo cotizado y la pensión de jubilación, y por tanto, mayor pérdida futura de ingresos en la jubilación.
- Trabajador por cuenta propia. Pueden elegir la base de cotización, y en general los Autónomos suelen cotizar por la base mínima (850 € al mes) aunque sus ingresos habituales sean superiores. Si permanecen mucho tiempo en esta situación, influirá negativamente en el cálculo y la pensión que se obtenga será muy inferior a los ingresos en activo.
Pero aunque lleguemos a cotizar por la base máxima (39.148 € al año), hay que recordar que la pensión máxima de la Seguridad Social excede en poco de 35.000 € con lo que ya existe una pérdida cierta en cualquier caso de alrededor de 4.000 €, que será mayor según puedan afectar las demás consideraciones antes citadas.
En conclusión, parece conveniente analizar cuál es nuestra situación y nuestra capacidad de ahorro para destinar a un producto de jubilación (Planes de Pensiones o Seguros), con los que complementar nuestra futura pensión.
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