La navaja de Occam es un principio lógico atribuido al filósofo medieval Guillermo de Occam (Ockham). El principio establece que no se debe hacer supuestos más que el mínimo necesario. Este principio es a menudo llamado el principio de parsimonia. Es la base de todos los modelos científicos y la construcción de teorías.
Seguramente a todos nos ha pasado que alguna situación en nuestra operativa diaria se ha complicado en exceso cuando la solución se podía haber encontrado con unos cuantos indicadores menos, captando menos información de todos y todo lo que nos rodea y simplemente observando el precio. Lo simple suele ser lo más obvio y por ello lo solemos desechar, pensamos que debe de haber alguna información que desconozcamos por lo cual nos ponemos a investigar, hasta que encontramos algo que nos indique la respuesta a nuestras indecisiones o lo que es peor el indicador que nos confirme la decisión tomada.
Esta semana me ha ocurrido en mi operativa este caso. Opte por una operación corta en el DJ con un patrón determinado, al finalizar el día dicho patrón no se realizó. Por lo cual debería de haber cerrado la operación con pequeñas perdidas y asumir la equivocación. Pues bien no solo no lo hice, y a sabiendas que el 90% de los indicadores me mostraban que no estaba en el lado bueno, sino que rebusqué hasta encontrar el que me confirmaba que la operación realizada era la correcta os podeis imaginar el resultado, el stop saltó por los aires.
Soy de los que piensan que nada ocurre por nada así pues me puse a investigar para saber porque había actuado de esa manera y me encontré con el principio de parsimonia.
Cuando nos ocurra esto y para evitar situaciones similares debemos de aplicar este principio (también conocido como navaja de Occam u Ockham) el cual establece que la solución más simple suele ser la mejor.
Una versión más libre del principio de parsimonia es la aplicación del seguimiento del precio en nuestra operativa, tan solo action Price, limpiamos la pantalla de información, lo menos es más.
Bien es cierto que para especular posibles acciones futuras hay diversos indicadores que nos pueden adelantar posibles escenarios, pero solo posibles lo realmente importante y que nos vale es únicamente el precio.
El principio de parsimonia nos ayuda a “rasurar” información para elegir entre un conjunto de modelos y fenómenos equivalentes el más simple. Al hacer esto la decisión será mucho más fácil y podemos tener menos dudas en nuestra decisión a la hora de operar.
Aunque en principio puede parecer algo trivial, es esencial para la construcción de decisiones a causa de lo que se conoce como la “indeterminación de las teorías de datos”. Para un conjunto dado de datos u observaciones, siempre hay un número infinito de posibles modelos explicativos de los mismos datos.
Esto es porque un patrón como el que programe en la toma de decisión de la operación puede representar un numero finito o sube o baja, ahora bien en la estructura mental, los supuestos casos reales o potenciales para confirmar si es acertada la toma de decisión, nos pueden derivar a un número mayor y ese es el error, lo que se llama coloquialmente, “ nos gusta complicarnos la vida”
Otro ejemplo, a través de dos puntos de datos en un diagrama, siempre se puede trazar una línea recta. Sin embargo, también se puede dibujar una infinita variedad de curvas complicadas que pasan a través de esos mismos puntos, y estas curvas se ajustan igual de bien a los dos puntos de datos.
Solo el principio de parsimonia en este caso le guiará en la elección de la “recta” como mejor candidato entre todas las posibilidades.
Así pues ya sabemos que para nuestra operativa utilizar la navaja de Occam nos puede aportar una ventaja más en el mercado.
Saludos, gracias por seguirme.
Hasta la próxima.