Reglas 5, 6 y 7: Cúbrete las espaldas

Regla 5: Ten 2 años de margen de ahorro disponible para imprevistos.
Regla 6: Los seguros no son un gasto, evitan catástrofes inasumibles.
Regla 7: Investiga y fórmate. Págalo. Tómate tu profesión y tu dinero en serio

Como diría un aviador, “vigila tus seis”.

Y como dice Terry Pratchett, “las posibilidades de una entre un millón salen bien nueve de cada diez veces”. Así que espera que al menos un cisne negro aparezca en tu vida como inversor. Que te pille con la escopeta cargada.

Por muy inteligente que seas nunca jamás podrás controlar todos los factores que influyen en tus inversiones.

Pero no solo me refiero a los tipos de interés, las cuentas de la empresa X, la manipulación del precio de Y… Gestionar toda esa información es tarea nuestra, si la necesitamos. Para ello deberemos usar la regla 7, investiga, lee, sospecha, pregunta, dedícale tiempo y dinero, y al final si tomas una decisión tómala por un motivo que puedas exponer y razonar con calma. Es muy importante y cuesta esfuerzo, pero es necesario. Aunque solo es una pata de la mesa.

Diciendo “factores que influyen en tu inversión” me quiero referir a los factores que te influyen a ti de forma directa, que son los que casi todo el mundo obvia. Podemos hacer una lista de catástrofes que pueden pasar, lo siento por los optimistas de la sala que lo van a pasar un poco mal:

Perder el trabajo.
Un divorcio con hijos.
Un fallecimiento de la persona Z.
Una estafa de tu gestora de fondos o bienes.
Un incendio.
Un terremoto.
Un robo.
Una quiebra de la empresa X.
Una enfermedad grave propia o de un familiar.
Una estafa de un familiar.
Una estafa a un familiar.
Un accidente de tráfico.
Que te pidan más garantías por el dinero que te han prestado.
Una letra pequeña no leída.
Ruina del amigo al que has avalado.

Piensa en cuales son tus circunstancias personales y cuales son los casos más adversos que se te pueden presentar. Si no lo haces es como correr una carrera de Fórmula 1 sin frenos, si quieres ir rápido te estrellarás en la primera curva. Es mejor perder velocidad de forma controlada que correr a todo gas y estrellarse.

Cuando sepas identificar qué circunstancias adversas se te pueden presentar tienes tres opciones, (1) reservar recursos para cuando se presenten, (2) asegurarte si es posible frente a ese caso, o (3) trabajar para que esa circunstancia no se pueda presentar. Es tu elección.

Hasta otro post. Suerte!