De cara a la próxima semana, conoceremos los resultados de Mapfre y Arcelor Mittal.
Mientras, por el lado de la macro, las principales referencias de interés vendrán de China, de la mano de la publicación de los PMI de enero, retrasados por las festividades del año nuevo. En EE.UU. lo más relevante será el IPC de enero, que se estima continúe escalando por encima del 7% en tasa general y hasta casi el 6% en subyacente, y la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan de febrero. Mientras en Europa, por su parte, tendremos datos de producción industrial de diciembre en España y Alemania y el índice Sentix de confianza del consumidor de diciembre en la Eurozona. Por último, será relevante actualización de las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea.
En cuanto a nuestra visión de los mercados, nuestro posicionamiento se basa en una normalización de las tasas de crecimiento económico y de resultados empresariales y el inicio de retirada de las políticas monetarias ultraexpansivas, aunque esperamos que éstas sigan manteniendo un tono acomodaticio en términos históricos. El crecimiento seguirá apoyado por unas condiciones financieras favorables, aunque no exento de riesgos, provenientes fundamentalmente de la evolución de la pandemia (la clave seguirá siendo evitar presión hospitalaria y con ello restricciones de calado, y que lo pandémico se vaya convirtiendo en endémico) y de los cuellos de botella (donde ya empezamos a ver cierto techo, que no obstante habrá que confirmar en próximos meses). Aunque la inflación se mantendrá elevada a corto plazo, la esperada moderación a medio plazo (vigilando efectos de segunda ronda), junto con el mantenimiento de riesgos sobre el crecimiento y el elevado volumen de deuda acumulado, hacen previsible una retirada gradual de estímulos monetarios, para no poner fin a la recuperación económica. Por su parte, los beneficios empresariales también normalizarán sus tasas de crecimiento a niveles más cercanos a doble dígito tras los fortísimos crecimientos registrados en 2021e por la favorable base comparativa, y manteniéndose la clave de su evolución en la capacidad de las empresas para defender sus márgenes.
El escenario planteado (crecimiento superior al potencial junto a normalización gradual de tipos de interés) justifica Sobreponderar Renta Variable frente a Renta Fija, aunque en un entorno de volatilidad creciente ante el inicio de salida de políticas monetarias ultraexpansivas, tal y como estamos viendo a principios de este año. Reiteramos nuestra preferencia por Europa fundamentalmente por un BCE que esperamos que se retire más lentamente que la Fed, unas valoraciones más atractivas y el componente value/ciclo superior en Europa vs EE.UU.
Mientras, por el lado de la macro, las principales referencias de interés vendrán de China, de la mano de la publicación de los PMI de enero, retrasados por las festividades del año nuevo. En EE.UU. lo más relevante será el IPC de enero, que se estima continúe escalando por encima del 7% en tasa general y hasta casi el 6% en subyacente, y la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan de febrero. Mientras en Europa, por su parte, tendremos datos de producción industrial de diciembre en España y Alemania y el índice Sentix de confianza del consumidor de diciembre en la Eurozona. Por último, será relevante actualización de las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea.
En cuanto a nuestra visión de los mercados, nuestro posicionamiento se basa en una normalización de las tasas de crecimiento económico y de resultados empresariales y el inicio de retirada de las políticas monetarias ultraexpansivas, aunque esperamos que éstas sigan manteniendo un tono acomodaticio en términos históricos. El crecimiento seguirá apoyado por unas condiciones financieras favorables, aunque no exento de riesgos, provenientes fundamentalmente de la evolución de la pandemia (la clave seguirá siendo evitar presión hospitalaria y con ello restricciones de calado, y que lo pandémico se vaya convirtiendo en endémico) y de los cuellos de botella (donde ya empezamos a ver cierto techo, que no obstante habrá que confirmar en próximos meses). Aunque la inflación se mantendrá elevada a corto plazo, la esperada moderación a medio plazo (vigilando efectos de segunda ronda), junto con el mantenimiento de riesgos sobre el crecimiento y el elevado volumen de deuda acumulado, hacen previsible una retirada gradual de estímulos monetarios, para no poner fin a la recuperación económica. Por su parte, los beneficios empresariales también normalizarán sus tasas de crecimiento a niveles más cercanos a doble dígito tras los fortísimos crecimientos registrados en 2021e por la favorable base comparativa, y manteniéndose la clave de su evolución en la capacidad de las empresas para defender sus márgenes.
El escenario planteado (crecimiento superior al potencial junto a normalización gradual de tipos de interés) justifica Sobreponderar Renta Variable frente a Renta Fija, aunque en un entorno de volatilidad creciente ante el inicio de salida de políticas monetarias ultraexpansivas, tal y como estamos viendo a principios de este año. Reiteramos nuestra preferencia por Europa fundamentalmente por un BCE que esperamos que se retire más lentamente que la Fed, unas valoraciones más atractivas y el componente value/ciclo superior en Europa vs EE.UU.