No es oro todo lo que reluce.
Soy desde niño un fiel usuario de Mercadona, y hasta ahora todo había ido bien.
Hace unos años empezaron a cambiar envases y productos a una velocidad infernal.
Los artículos de siempre eran cambiados por otros en ocasiones mejorados, pero en otras, en fin.
Los aceites corporales en el 2007 eran inodoros, los usuarios varones tan contentos. poco después incorporaban aromas femeninos, que iniciaron la diáspora de clientes.
Poco después los cepillos de dientes...