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Inversión activa o pasiva: ¿cuál me interesa?

 

Nunca debemos invertir dinero que vayamos a necesitar en menos de 2/3 años puesto que la única garantía para no perder dinero en bolsa es invertir a largo plazo...

Cuando invertimos en Bolsa tenemos dos formas de hacerlo:

  1. Tomando parte activa en la selección de aquellas compañías en las que vamos a invertir, bien directamente (requiere tiempo y conocimiento) o a través de un gestor profesional (al que pagaremos una comisión anual por su trabajo, gane o pierda). 
  2. Adoptando una actitud pasiva de gestión, comprando directamente el índice, es decir, tomando una participación en todas y cada una de las compañías que lo forman. 

En el primer caso, puesto que invertimos nuestro tiempo o dinero en pagar a un gestor, esperamos obtener una rentabilidad mayor a la del índice, confiando en nuestra habilidad o en la de un tercero (gestor, amigo…) y en la segunda, nos conformamos con obtener el mismo resultado que el índice.  

En este artículo analizaremos las principales diferencias para tratar de llegar a alguna conclusión válida para que el ahorrador inversor decida qué tipo de gestión se adapta mejor a sus necesidades y perfil de inversor. 

Tabla gestión activa vs gestión pasiva

 

Figura 1: Principales ventajas e inconvenientes de ambos tipos de gestión: activa y pasiva 

En el siguiente esquema resumo las principales diferencias entre ambas formas de invertir en renta variable:  

a) Costes: sin duda el factor más importante a considerar porque es el que mayor impacto va a tener en la rentabilidad neta (descontando gastos) que obtenga el inversor ahorrador. Recuerden que en la inversión mientras la rentabilidad es esperada pero no está asegurada, los costes son ciertos (seguros). Intuitivamente vemos que la gestión pasiva es más barata porque no requiere análisis, selección ni seguimiento de compañías concretas. Tampoco se incurre en costes por transacción (compras y ventas por cada compañía que compramos o vendemos) ni el pago de las nóminas del gestor y su equipo. El rango de costes de la gestión activa puede oscilar entre el 1% y el 2%, y no existe correlación entre mayor rentabilidad a mayor coste, más bien al contrario. Cuanto mayor la comisión, más difícil resulta batir al mercado a largo plazo. La dificultad estriba en lograr rentabilidades superiores al mercado de forma consistente, y como mínimo por un importe igual a la comisión de gestión anual para lograr batir al mercado. El coste de la gestión pasiva oscila desde 0,05 hasta 0,5%.

b) Gestión: sin duda, en el caso de la gestión activa, después del coste debemos fijarnos en la habilidad del gestor para batir al mercado. En el siguiente cuadro hago un resumen de los factores a tomar en cuenta a la hora de evaluar al gestor:
Principales factores a evaluar en la gestión activa

Figura 2: Principales factores a evaluar en la gestión activa (gestor y compañía gestora) 

Mi recomendación en la gestión activa es no tratar de invertir uno mismo salvo que tenga cierta experiencia en valorar empresas y empiece poco a poco y con su propio dinero. En ningún caso confiaría mis ahorros a un amigo o conocido aficionado y siempre invertiría a través de un fondo de inversión, porque se reduce el riesgo por la diversificación en un mayor número de compañías; con costes bajos y un buen track récord del gestor, que bata al índice en períodos de tiempo suficientemente largos (5 años) y el volumen de activos bajo gestión no sea demasiado elevado. No es nada fácil encontrar un fondo de inversión que reúna estas características y aún más difícil, que continúe batiendo a su índice de referencia en el tiempo que invirtamos con ellos, como veremos en el punto siguiente. 

  1. Rentabilidad: los datos históricos demuestran que son pocos los gestores que logran batir al índice de forma sistemática, es decir, más allá de uno o varios años. En periodos cortos puede ser cuestión de suerte, en períodos más largos es donde debe aflorar la habilidad del gestor. 
     
  2. Control y seguimiento: invertir en gestión activa requiere hacer un seguimiento para controlar que el gestor sigue en su puesto y sigue haciéndolo bien. Pero habrá períodos de tiempo más o menos prolongados en los que estará por debajo del índice en rentabilidad, y será momento de preguntar cuál es el motivo. Llegar a una conclusión clara de si debemos renovar la confianza en el proceso de inversión del gestor, o por el contrario, prescindir de sus servicios, no es tarea fácil.  
     
  3. Sesgos psicológicos del inversor: el 50% de la rentabilidad del ahorrador depende de su actitud. Está demostrado empíricamente que, en promedio, los ahorradores inversores obtienen una rentabilidad inferior a la de los fondos de inversión en los que invierten debido a la influencia (negativa) de nuestras emociones, que nos hacen invertir en momentos de euforia (bolsas caras) y vender en momentos de pánico (bolsas baratas). Ver Figura 3 

Comportamiento tipo del inversor ahorrador en función del punto de cliclo de los mercados

Un símil que aplica a la inversión es el del “mix” energético, es decir, la composición de la energía que consumimos por tipo de generación. El operador prioriza la entrada en el sistema de la energía más barata por unidad de producción, es decir, la nuclear, y que nunca para por ser la menos flexible (la más cara de encender y apagar, para entendernos). En nuestro símil sería la gestión pasiva, la de coste anual inferior, pero de la que no deberíamos desprendernos (“nunca para”). Deberíamos considerarla la base de nuestra generación de rentabilidad. A partir de ahí, y como complemento a la gestión pasiva, podemos considerar fuentes de generación de rentabilidad más caras, como la gestión activa, por el margen de rentabilidad adicional que pueden darnos, siempre que se cumplan los criterios establecidos en la Figura2 . 

Por último, siempre debemos aprender de los mejores: Warren Buffett, uno de los mejores inversores de la historia, recomienda al ahorrador medio seguir las enseñanzas de John Bogle, padre de la gestión pasiva: Buffett decidió dejar a su mujer como herencia un 90% del legado en el índice S&P500 y un 10% en letras del tesoro americano. 

Conclusión

Recordemos lo que decíamos más arriba: “los costes son ciertos y las rentabilidades esperadas, nunca garantizadas”. 

Deberíamos actuar con la suficiente humildad como para reconocer que es muy difícil batir al mercado como simple ahorrador inversor, por tanto lo más prudente es “conformarse” con ganar lo mismo que el mercado, es decir, invertir en el índice, comprando el mercado entero. 

Es muy improbable que un aficionado bata a un profesional, pero cualquier persona sin experiencia puede obtener la rentabilidad del mercado. 

Ahora bien, podemos dedicar una parte de nuestro ahorro en invertir a través de fondos de inversión de gestión activa, delegando las decisiones de en qué compañías invertir en uno o varios gestores de contrastada valía por sus resultados históricos, enfoque de gestión y un volumen de activos bajo gestión no elevado. 

Y nunca debemos invertir dinero que vayamos a necesitar en menos de 2/3 años puesto que la única garantía para no perder dinero en bolsa es invertir a largo plazo (ver Figura 4).

Rentabilidad en el tiempo de las diferentes clases de activos

 

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  1. #1
    30/06/20 22:56
    Un artículo que dice la realidad en la inversión. Es cierto que sectores como la tecnología, salud, principales tendencias de consumo, están dando a varios fondos activos rentabilidades muy buenas en largos periodos de tiempo y podemos dedicar parte de nuestra cartera a ellos, pero no debemos olvidar que las comisiones en la inversión juegan un papel muy importante y no es lo mismo pagar 0,1 que 1,8 y no soy muy partidario de la especulación en bolsa. Creo que la mejor inversión a largo plazo es en fondos indexados y bueno si se quiere destinar como dice el artículo algo de dinero en fondos activos, pues perfecto. Un saludo.  
  2. #2
    22/07/20 14:55
    El autor del artículo se deja un punto no menor a la hora de describir la gestión activa. La gestión activa al conjunto de los inversores no añade ningún valor. Y me explico, obviamente el conjunto de los inversores obtendrán el resultado medio del mercado. Para que un gestor activo gane a la medía otro tiene que perder en la misma cantidad. Se trata de un juego de suma cero sin tener en cuanta comisiones. Pero claro, luego están las comisiones, que no son sólo las que te cobra el gestor sino las de compra venta, splits, .... Siendo generosos las comisiones totales supones un 25% de los beneficios esperados si se trata de un fondo de renta variable. Ni en el casino cobran ese porcentaje. Yo tengo claro quién gana en todo este juego que Boogle lo calificaba de “juego de perdedores”. 
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