En este ensayo, el conocido economista Daniel Lacalle, nos realiza un viaje a través de las principales ideologías en materia económica tales como el colectivismo, el monetarismo o el liberalismo.
El autor nos ira contando a lo largo del libro sus experiencias personales y como su ideología económica va “evolucionando” con el paso del tiempo, al conocer en persona a algunos de sus principales ideólogos.
El libro se divide en 3 partes:
Primera Parte: Despertar
Esta parte comienza con las primeras experiencias vividas por el autor en la universidad, su familia y de cómo las dificultades hacían sacar lo mejor de cada persona, "reinventarse" y despertar su ingenio para labrarse un futuro y sobrevivir día a día.
A mayor dificultad para alcanzar los objetivos es cuando más se valoran.
Se comentan las distintas justificaciones por parte de los diferentes estados para continuar con su intervencionismo y devaluar la moneda en favor de continuas medidas sociales que lo único que hacen es empeorar las condiciones de vida de la gente y aumentar el número de ciudadanos pobres.
Se estimula en excesivo sectores no productivos, haciendo que se acomoden a la situación, lo cual no contribuye a una mejora de la competitividad o la eficiencia. Continuamente se incrementa la deuda y el sistema bancario pasa a ser una marioneta en manos de los gobiernos endeudados que imponen la represión financiera a sus ciudadanos.
Los gobiernos siempre hablan de austeridad, pero nunca la aplican, no aprovechan las épocas de bonanza económica para ahorrar y siempre se acaba gastando más de lo presupuestado, aumentando continuamente la deuda.
Segunda Parte: Viaje por el mundo
En esta segunda parte daremos una vuelta por los diferentes modelos económicos que podemos encontrar alrededor del mundo, pasando por países tan distintos como Azerbaiyán, Japón, Reino Unido, Venezuela, Argentina, Suecia y Estonia.
Únicamente comentaremos algunos de los países, el resto os invitamos a que los descubráis vosotros mismo:
Japón
País que debe su desarrollo económico a la apertura, la liberalización y la necesidad de competir con naciones más avanzadas. Y con la "excusa" del pacto social, está desperdiciando todo lo que ha conseguido durante el esfuerzo de tantos años y se encamina a un 245% de deuda sobre el PIB.
Venezuela
El bolivarianismo, que nació como promesa igualitaria y social ha provocado que la población venezolana sólo quiera trabajar para sobrevivir en un país en el que la renta per cápita sigue en caída libre, la inflación aumenta continuamente y la devaluación sistemática de su moneda y el déficit se haya disparado.
Suecia
País donde la austeridad y el libre mercado es una realidad, el país ha salido de la crisis sin caer en el endeudamiento. El presupuesto no tiene déficit, la deuda pública es inferior al 40% del PIB y la economía genera un crecimiento superior a la media de los países escandinavos. Gracias a la liberalización de numerosos sectores, la creación de empleo privado se ha multiplicado y el desempleo es inferior al 8%.
Tercera Parte: España
Esta última parte del libro se centra en España y las actuaciones de los diferentes gobiernos para frenar la crisis y promover el crecimiento y el empleo.
Los ciudadanos tienen la errónea percepción de que la economía va mejor si el Estado interviene, pero dicha intervención reduce la libertad económica y no potencia el desarrollo económico y una prueba de ello es el famoso "Plan E" del Gobierno que no consiguió crear empleo, pero si contribuyo a incrementar la deuda del Estado en 12.000 millones de € más.
Para generar empleo se deben promover políticas que lo favorezcan y no leyes que limiten la capacidad de las empresas, o que dificulten la entrada de capital extranjero. Tenemos que hacer que España sea un país atractivo para invertir.
Para recaudar más dinero no se deben subir los impuestos, sino más bien al contrario, si reduces los tipos impositivos, se relanzará la actividad económica y se incrementará la recaudación puesto que se ayudará a las empresas a “despegar”.
El gobierno debe potenciar la entrada de capital y financiación privada a la vez que reducir el gasto público que lo único que produce es una situación insostenible que termina por dañar a familias y empresas.
