La operativa con opciones es posiblemente uno de los mayores retos intelectuales con los que me he enfrentado nunca. Si tuviera que compararlo con alguna experiencia anterior creo que elegiría aprender a jugar al ajedrez por las enormes similitudes que existen entre ambas actividades.
Hace muchos muchos años me puse por primera vez delante de un tablero de ajedrez con la intención de aprender estrategias y jugadas con las que poner contra las cuerdas a amigos mucho más avezados que yo en este juego. Cuál fue mi sorpresa al darme cuenta de que lo primero que debía hacer era memorizar el tipo de movimiento permitido a cada una de las piezas: peones, alfiles, torres, caballos, etc. etc Ni mucho menos iba a empezar montando jugadas que me permitieran estar jugando de forma más o menos robusta en unos días. Debía empezar a memorizar y asimilar la “personalidad” de cada figura así como la forma en que esta encajaba con la del resto de mis figuras disponibles.
Curiosamente hoy día en mi trabajo como trader y formador de operadores con opciones observo literalmente esto en la mayoría de alumnos que se acercan por primera vez a estos productos financieros. Sencillamente se dan cuenta de que antes de desarrollar las estrategias que leyeron en tal o cual artículo deben estar un tiempo formándose sobre los conceptos, reglas y funcionamiento y reglas que este tipo de trading lleva consigo: Qué es una put, puntos débiles y fuertes de un spread vertical, cómo controlar y/o ajustar los efectos de la volatilidad en mi posición, etc etc. Como vemos el punto de partida está razonablemente lejos de lo que en un primer momento pudo parecerles.
Por tanto, aquí tenemos tanto para el ajedrez como para el trading con opciones la primera criba de aspirantes: ¿quién está realmente dispuesto a dedicar tiempo y ganas a estudiar lo que en principio son conceptos por sí solos nada divertidos? Es curioso pero en este simple detalle está uno de los mejores aliados de las grandes instituciones a la hora de protegerse de aquellos traders de a pie que piensen en plantarles cara operando con opciones. Por cierto, posiblemente el producto financiero más utilizado por las manos fuertes desde hace bastante tiempo.
A tenor de mi experiencia puedo adelantarles que apenas el 20% de las personas que se asoman a este tipo de operativa comienzan de veras un periodo de formación ya sea a través de alguna escuela de trading y/o servicio de mentoring o bien de forma autodidacta, aunque éstos son los menos. El resto se queda por el camino fruto de la desilusión y la desgana sufrida en estas primeras semanas de estudio fundamentalmente teórico demasiado alejado de la expectativa de acción y constantes operaciones con la que muchos llegan.
En este aspecto es donde aparece un factor que yo personalmente no puedo aportar a mis alumnos ni tampoco es posible comprar por mucho dinero que estos estén dispuestos a pagar: Las ganas de aprender.
En mi caso particular, confieso dedicar junto a mi equipo muchísimo tiempo a investigar y planificar cómo enseñar a mis alumnos a operar con opciones de la forma más práctica y amena posible de manera que éstos mantengan siempre la mejor motivación. No obstante, por siempre y para siempre se debe reservar algo de tiempo y esfuerzo a estudiar y reflexionar sobre conceptos teóricos sobre opciones con independencia del tiempo que lleves operando: Los mejores traders que he conocido lo siguen haciendo a diario. En ellos no todo es operativa ni mucho menos. Dedican buena parte de su tiempo a reflexionar y perfeccionar las estrategias que utilizan habitualmente con el único fin de ver cómo pueden adaptarlas cada vez más y mejor a un mercado en constante movimiento.
Posiblemente a estas alturas del artículo te estés preguntando si las opciones merecen tanto esfuerzo y trabajo si las comparamos con el aprendizaje de una simple compra o venta de futuros, mucho más fácil de aprender, asimilar y gestionar.
La explicación se encuentra en el siguiente gráfico:
Las opciones son el único producto financiero que me permite crear un rango en el cual el precio ha de permanecer para generar beneficios. Además dicho beneficio es generado poco a poco por el mero paso del tiempo siempre y cuando el precio permanezca dentro de dicho rango como vemos en la imagen.
NO existe ningún otro activo financiero que permita generar resultados positivos y recurrentes ante este tipo de escenarios lateralizados. Además y por supuesto también podemos aprovechar movimientos al alza o a la baja del precio teniendo en mayor o menor medida al paso del tiempo a nuestro favor según decidamos.
Si esta operativa la comparamos con la compra o venta de acciones o futuros la diferencia es abismal. Aquí necesitamos que se produzca un movimiento concreto y definido –al alza o a la baja- para generar beneficio. En el caso de las opciones podemos elegir siempre: Operar en base a un rango lateral como vemos en la imagen, a un rango con sesgos alcista-bajista o movimientos puramente de subida o bajada. Si además tenemos en cuenta que los mercados suelen permanecer en periodos laterales el 80% de su tiempo no es extraño entender cómo es posible desarrollar estrategias que generen beneficios 10 meses al año e incluso más.
Simplemente necesitas emprender el viaje hacia el mundo de las opciones, entenderlas, aprender a utilizarlas y desarrollar estrategias con todas las posibilidades y combinaciones de piezas y estrategias a nuestro alcance... como en el ajedrez.
Ricardo Sáenz de Heredia
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