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Adaptate al mercado, usa los ajustes.

Imaginemos lo siguiente: tienes un nuevo trabajo. Tu cometido es sencillo no tienes más que llevar un paquete a otra ciudad que conoces antes de salir. Puedes utilizar el medio de transporte que desees pero el paquete debe llegar. Sólo hay un problema, el destino no es fijo puede cambiar durante el camino.

Es más, no es en absoluto raro que el destino cambie. Este cambio sin embargo no te libra de tu obligación, tienes que llevar en paquete al nuevo destino. El número de posibles cambio no se puede determinar con anticipación

 

Si el paquete llega te llevas la recompensa acordada. En caso contrario eres tu el que debe pagar al que te ha encargado el trabajo.

Además el coste del transporte siempre va por tu cuenta. Esas son las condiciones.

¿Qué medio de transporte elegirías?

 

 

Si se trata de llegar a tiempo el transporte más rápido es el avión. Se llegaría rápidamente a la ciudad objetivo. El problema viene si se cambia el destino  a 10.000 metros de altura. Tendrías que llegar al destino inicialmente marcado e intentar coger otro vuelo para el nuevo destino. A pesar de su gran velocidad el avión te haría llegar tarde a la entrega en muchas ocasiones.

 

Esta claro que al avión le falta flexibilidad. Mejor optemos por el tren. Es cierto que su velocidad no es la del avión pero al tener paradas intermedias nos permite bajarnos cuando nos den un nuevo destino para coger otro tren. Puede que lleguemos, pero no siempre.

La clave para llegar siempre, o casi siempre, es la posibilidad de adaptar nuestro camino a los nuevos destinos que nos van marcando. El coche es la mejor alternativa.

No es el más rápido, pero es el único que nos permite cambiar el recorrido cuando sea preciso.

 

La metáfora es sencilla. Nosotros como operadores debemos entrega el un paquete, que es nuestra estrategia, en un destino, que es la predicción del movimiento del mercado que realizamos antes de empezar.

 

Si optamos por ir en avión. Sería como compra un paquete de acciones y gestionarlas de forma tradicional: esperando a que suban. Puede que ganemos si nuestro análisis fundamental es consistente y tenemos paciencia. Pero un cambio en el mercado, que puede ser ajeno a nuestro subyacente, nos tumbará la operación.

 

El tren estaría ejemplificado por una gestión más activa de nuestro paquete de acciones. Nos cubriremos en las bajadas con protective put y sacaremos provecho del mercado lateral mediante covered call.

Tendremos más flexibilidad. Para unos será suficiente y para otros no.

 

Pasemos al coche. Nos olvidamos de las acciones y pasamos a una bull call. Seguimos buscando un mercado alcista pero las opciones nos dan más posibilidades. Si el mercado se pone lateral convertiremos una bull call en una call calendar que rinde en lateral.

¿Y si baja? podemos ajustar a una bear call preparada para un mercado bajista.

 

El ajuste no es la panacea. Encontrar el momento de ajustar y el ajuste adecuado requiere conocimientos y experiencia. Hay que equivocarse unas cuantas veces antes de hacerlo bien Además, según en que circunstancias puede ser caros o muy caros comiendose buena parte del beneficio o dejándote en pérdidas.

 

¿Porqué lo recomiendo entonces? Tengo dos razones:

  1. Con ellos podemos asumir el carácter cambiante del mercado. Es decir, que el mercado no va por donde nosotros decimos o por donde dicen nuestros indicadores y ratios o por donde no conviene sino por donde marca el cruce de compras y ventas, sin más.

  2. Aunque en ocasiones se coman una parte considerable de nuestros beneficios nos van a ayudar de forma clara a evitar la máxima pérdida implicada en la estrategia. Y con ello a conseguir el principal objetivo del operador: poder seguir operando porque tenemos capital para hacerlo.

 

Hasta la próxima.

 
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Lecturas relacionadas
  1. en respuesta a ricalva1
    -
    #2
    02/07/13 15:07

    Tienes razón, gracias por la aclaración.

  2. Nuevo
    #1
    02/07/13 13:59

    Buena metáfora, pero tienes que realizar un ajuste a tu post, ya que una insignificante "S" puede cambiar el sentido de una frase importante :-)

    "Aunque en ocasiones se coman una parte considerable de nuestros beneficios NO van a ayudar de forma clara a evitar la máxima pérdida", y sería: Nos van a ayudar...

    Un saludo,

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