A continuación, enumeramos algunas opciones que tanto personas físicas como personas jurídicas, pueden tomar en cuenta cuando se encuentran en una situación de insolvencia inminente. Algunos de ellos son extrapolables a una situación de insolvencia sobrevenida.
1.- Refinanciar las deudas. Es la opción adecuada cuando no se pueden hacer frente a las obligaciones de pago asumidas con Entidades de Crédito. La refinanciacion de deudas puede consistir en una inyección nuevo capital con plazos mas largos y que genere obligaciones asumibles al prestario, puede conllevar la modificación de las obligaciones concertadas con los acreedores, en forma de períodos de carencia o aumento en el período de amortización. Hay que buscar el equilibrio entre las garantías exigibles y la financiación ofertada. Si como garantías estamos pensando en un inmueble, lo normal es que la cuantía no supere el 80% del valor de tasación del mismo. Si nos exigen la firma personal o garantía personal, podríamos tratar de que acepten un inmueble adicional para cubrir el riesgo o limitar nuestra firma a un porcentaje de amortización del préstamo, de modo que en caso de cubrirse el importe del mismo, la garantía o aval quede liberada.
2.- Presentar un concurso de acreedores. El concurso de acreedores ayuda a frenar el ataque de los acreedores. Todas las reclamaciones se centralizan en el mismo juzgado y se enfocan para buscar un convenio con acreedores que permitirá renegociar y pagar de manera ordenada los deudas generadas. Si hay viabilidad, las deudas se condonan y se fijan nuevos plazos. La empresa sigue funcionando con supervisión del juzgado. El pánico que se genera entre clientes y proveedores hay que gestionarlo.Valorado adecuadamente, el administrador concursal, no va a autorizar una compra que no vaya a pagarse. El concurso de acreedores no es un chollo, pero es un buen instrumento para lograr acuerdos de refinanciación, adecuados al tamaño y situación de la empresa.
3.- Haz un plan de liquidación.: Cuando no es posible la refinanciación de las deudas, es necesario buscar la manera de optimizar el valor de los activos en vez de dejarlo en manos de los acreedores. Una subasta judicial, es la peor manera de realizar los bienes, por ello es necesario negociar con los acreedores propuestas alternativas como la dación en pago, convenio de realización o la venta del inmueble por empresa o persona especializada
4.- Eludir el concurso de Acreedores, cuando sea posible. En virtud del artículo 5.3 de la ley concursal se permite presentar comunicación al juzgado del inicio de conversaciones tendentes a conseguir un convenio con los acreedores de manera amistosa y quizás eludir la situación de insolvencia. Esta opción nos dará cuatro meses muy valiosos para negociar con la conciliación de intereses en mira, un acuerdo justo, equitativo con todos los acreedores y satisfactorio para acreedor y deudor. Es aconsejable que el equipo negociador sea competente, creativo y con gran capacidad de persuasión.
Fuente consultada.: Carlos Pavón, letrado de Iure abogados.
