Pese a su mala fama, los especuladores aportan más beneficios que inconvenientes al mercado. Por definición, especulador es un inversor de corto plazo, no un tipo malvado con tridente y cuernos. Y esa característica de operar a corto plazo aporta liquidez al mercado. Si no hubiera operadores a corto habría días que no se podría ni vender ni comprar, y una de las ventajas de invertir en activos financieros es su liquidez.
Aclarado pues que la calificación “especulador” no es peyorativa, y teniendo en cuenta que suelo dirigir mis consejos hacia los inversores, es decir, los partícipes del mercado que operan a medio y largo plazo, vamos a dedicar hoy “El radar” a los siempre incomprendidos especuladores, dando algunas ideas para especular en el corto plazo. Al alza y a la baja.
Brexit o imitando a George Soros
Soros hizo una fortuna apostando porque la libra saldría de aquella chapuza pre euro que fue el sistema europeo de cambio. Vio que era ridículo pensar que las economías europeas y la británica compartieran en aquel momento divisa cuando eran tan distintas.
Ahora no lo son tanto y además ya no comparten divisa, sino unión política “de aquella manera”, una unión que, pese a todo, beneficia a ambas partes. Y comparten un altísimo nivel de intercambio comercial. Pero eso no quita para que hayamos entrado en un periodo de incertidumbre sobre la permanencia o no del Reino Unido en la Unión Europea y la incertidumbre es bajista. Si mis datos no fallan, la libra cayó más de un 30% antes de que los ingleses tiraran la toalla y abandonaran el famoso mecanismo. No creo que finalmente Inglaterra abandone la UE, pero entre tanto se puede ganar dinero poniéndose corto en libra versus euro.
“Ready for Draghi”
“Draghirally": subida bursátil apoyada en expectativas de que "alguien", en "algún sitio", vea que Europa está a las puertas de la "japonización" (y que ese día el Sr. Weidmann, del Bundesbank, esté enfermo y no acuda a la reunión del BCE)
La volatilidad juega en ambas direcciones. Ya adelanté en “2016, paraíso del trader” (Diciembre 2015) que este año sería como una montaña rusa para los índices bursátiles. Ahora toca que suba el vagón. El mercado apuesta – y con razón – porque el BCE haya caído en la cuenta que, o se pone muy serio, o su objetivo – y mandato constitucional – de mantener la estabilidad de precios “entendida como una inflación ligeramente inferior al 2%” será inalcanzable por mucho tiempo.
Los políticos parece que no están muy preocupados ante la posibilidad de que Europa entre en un proceso de estancamiento y deflación “a la japonesa”, y siguen sin darse cuenta que o bajan los impuestos o aquí no va a gastar, invertir o consumir ni el “Tato”. El BCE se ha quedado sólo ante el peligro y tiene que poner toda la carne en el asador. Y las inyecciones masivas de dinero pueden ser insuficientes para relanzar la economía real, pero suelen ser buenas para los mercados, al menos en el corto plazo, que es lo que hoy nos ocupa.
Por ese mismo motivo – por sí solas no sirven para relanzar las economías - y porque sin visibilidad sobre las expectativas de la economía china es muy difícil que el mercado tome una dirección alcista consistente, el “Draghirally” podría ser efímero, pero “rally” al fin y al cabo. Comprar bolsas europeas con el rumor de que Draghi irá por todas – y vender con la noticia de la ampliación en cantidad y contenido del QE. De libro (de especulación)
Un razonamiento similar vale para especular comprando dólares. Inyección masiva de dinero significa aumentar de forma masiva el nivel de euros en el sistema. Por su parte, la FED no va a aumentar los tipos de interés en breve, pero, además de que podría hacerlo más adelante, lo que está claro es que no va a inyectar más dólares en el sistema. Si además de ser especuladores creen Uds. en la ley de la oferta y la demanda, el dólar es su divisa frente al euro en el corto plazo.
Que tengan una buena semana.
