El envejecimiento de la población y la pérdida de población activa son aspectos claves que, a largo plazo, comprometen nuestro actual Sistema Público de Pensiones, tal y como hasta el momento está configurado en España. Ante la previsión de una sustancial caída del poder adquisitivo de las pensiones, es preciso empezar a dirigir parte de los ingresos al ahorro con el objeto de poder disfrutar de un nivel de vida adecuado y suficiente durante la jubilación.
Con el fin de solventar algunas dudas entrevistamos a Julio Fdez. García , experto en Planificación a la Jubilación:
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P. ¿Cómo funciona el Sistema Público de Pensiones en España?.
Nuestro actual sistema público de pensiones se centra en un sistema de reparto de caja.
Un Sistema de Reparto de Caja se basa en las aportaciones obligatorias por parte de las personas que están en activo cuya finalidad es hacer frente a las pensiones de las personas que están retiradas en cada momento. Esto supone que ningún trabajador, a través de sus cotizaciones, está aportando o reservando para su jubilación sino que está financiando las pensiones de los jubilados actuales, con la “esperanza” de que, cuando los primeros pasen a formar parte de la población pasiva, sean recompensados del mismo modo.
El sistema de reparto de pensiones públicas en España funciona bajo los siguientes principios:
- Principio de proporcionalidad contributiva: la cuantía de las prestaciones guardará relación directa con las cantidades aportadas al sistema público y al periodo de cotizaciones efectuadas.
- Principio de universalidad: aquellos que no hayan contribuido al sistema, el mínimo exigido, podrán acceder al nivel no contributivo de prestaciones para poder cubrir las necesidades más básicas.
- Principio de gestión pública: estando gestionado y financiado por entidades públicas.
- Principio de suficiencia de prestaciones: la cuantía de las prestaciones debe ser suficiente para asegurar las necesidades protegidas.
P. ¿Cuál es la situación actual del Sistema Público de Pensiones en España?
Tomando como referencia los datos de cierre del ejercicio 2017, el mismo culmina con un déficit de 19.187 millones de euros, lo que supondría que cada pensionista, de media, ha recibido 2.004 euros por encima de los ingresos por cotizaciones y que se han financiado con un déficit ante el que responde el conjunto de la sociedad. Si los afiliados hubieran tenido que hacer frente a ese déficit con sus cotizaciones sociales, tendrían que haber abonado, de media, 1.053 euros por afiliado en 2017.
Como datos significativos, a cierre del mes de junio del 2018, se destinó la cifra récord de 9.032,4 millones de euros al pago de las pensiones contributivas (un 2,98% más que en el mismo mes de 2017), el número de pensiones avanzó en julio un 1,13% respecto al mismo mes de 2017 (hasta 9.629.489 pensiones) y la pensión media de jubilación, se situó al inicio del presente mes en 1.084,64 euros mensuales (un 1,92% más que en igual mes de 2017).
Si a esto añadimos el sobre coste de cerca de 1.800 millones de euros que provocará la revalorización de las pensiones aprobada recientemente, todo apunta que las previsiones de cierre es que el déficit siga su senda de crecimiento.
P. ¿Es sostenible el actual Sistema Público de Pensiones en España?
No debemos de ser alarmistas, pero a su vez tenemos que ser realistas. Nuestro actual sistema público de pensiones es y será siempre sostenible, por su principio de universalidad, el cual garantiza cubrir las necesidades más básicas con el fin de no incurrir en riesgos de pobreza en un colectivo tan sumamente sensible.
Ahora bien, la cuestión sería, ¿es suficiente?. Ante esta pregunta no me queda más remedio que responderle, taxativamente, que será totalmente insuficiente, tal y como esta concebido hoy en día.
Para que el sistema público de pensiones en España sea sostenible debe haber más trabajadores activos que número de pensionistas, es decir, que la continuidad del sistema tiene una fuerte dependencia de la pirámide poblacional.
La suficiencia del mismo dependerá, entre otros factores, de la calidad de los empleos. Con más de 20 millones de ocupados, la Seguridad Social seguirá siendo deficitaria en 2020. La razón es que los nuevos empleos, que en muchos casos son de baja calidad y aportan reducidas cotizaciones sociales, no soportan las altas jubilaciones de las personas que se retiran ni el fuerte aumento del número de pensionistas.
Muestra de ello es la evolución del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, una ‘hucha’ en la que desde el año 2000 se ha ido guardando el superávit del sistema de la Seguridad Social. A este fondo se ha recurrido en los últimos cinco años debido a que el sistema gasta más de lo que ingresa, es decir, a que los trabajadores activos ya no pueden sostener por sí solos las pensiones públicas. Paralelamente, en los dos últimos años se ha tenido que habilitar importantes créditos a través del Tesoro para que la Seguridad Social haya podido pagar las pensiones
P. ¿Se ha tomado alguna medida al respecto?
¡Si pero no!. Permítame que me explique.
Se han llevado a cabo dos reformas de calado, las correspondientes a los Ejercicios 2011 y 2013.
En relación a la reforma aprobada en el Ejercicio 2011 se modifican diferentes parámetros, entre ellos: la elevación de dos años de la edad de jubilación, el período de cómputo para calcular la pensión pasará -también de forma gradual- de los actuales 15 años a los últimos 25 años de la vida laboral, las mujeres que hayan interrumpido su carrera profesional para cuidar a sus hijos podrán sumarse hasta cinco años de cotización y que las viudas que carezcan de otras rentas verán incrementada la base reguladora de su pensión del actual 52 % al 60.
La reforma de 2013 incorpora dos conceptos nuevos: el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) y el Factor de Sostenibilidad (FS). El primero estaba destinado a sustituir al Índice de Precios de Consumo (IPC) dependiendo la revalorización de las pensiones del resultado de la formula del IRP, basando los cálculos en la diferencia de ingresos y gastos de la Seguridad Social. El FS es un factor corrector que se aplica sobre la primera pensión, se calcula teniendo en cuenta la esperanza de vida del nuevo pensionista.
¡Si pero no!. Ambos en el presente ejercicio se derogan, volviendo a indexar la revalorización de las pensiones al IPC y demorando la aplicación del FS del 2019 al 2023.
P. ¿Qué opinión tiene sobre el “destope” de las cotizaciones máximas planteado por el Gobierno?
Son estrategias meramente electoralistas o populistas que a medio / largo plazo debilitarán de manera considerable el sistema, manteniendo la tendencia de reformas paramétricas sin acometer las tan necesarias reformas estructurales. No podemos obviar que en España las cotizaciones sociales son elevadas, afectando esta medida a salarios medios y altos, lo que supondría que los trabajadores afectados tendrían que desembolsar 742 millones de euros más cada año mientras que el empleador incrementará sus costes salariales en 3.728 millones. Con esta medida se encarece el coste laboral en torno a un 30% por lo que, sin duda, podríamos considerarlo como un “impuesto laboral”. Esta medida provocaría una reducción de empleo, generar un sistema menos contributivo y un decremento del PIB.
P. ¿Qué medidas hay que acometer?
Debemos tender hacia un Sistema Mixto conviviendo los tres pilares de la Previsión Social y basado en la transición a un sistema de cuenta nocionales donde se tendrá en cuenta toda la vida laboral para realizar el cálculo de la pensión (Previsión Social Pública), paralelamente instaurar un sistema de capitalización de adhesión obligatoria (Previsión Social Empresarial) con el fin de complementar la pensión pública a través de las cuenta nocionales mencionadas anteriormente, y, por último, impulsar los sistemas de capitalización voluntarios a través de beneficios fiscales adecuados (Previsión Social Individual). La tendencia, no solo a nivel Europeo sino también a nivel Mundial, es avanzar hacia sistemas mixtos de pensiones.
P. ¿Cree que la población española está preocupada por esta situación?
Le diría que la sociedad esta preocupada pero no ocupada por la jubilación. Ocho de cada diez españoles están preocupados por su jubilación y en un porcentaje importante piensan que van a pasar dificultades para mantener un nivel de vida digno con los ingresos de la pensión pública y sus propios ahorros.
No están ocupados porque si bien una mayoría cree que es aconsejable ahorrar, únicamente el 29% lo hace de forma efectiva teniendo la mínima capacidad.
Cierto es que los ciudadanos demandan una mayor información, entre la más solicitada destacan: el importe de su futura pensión, cuándo se van a poder jubilar y como planificar su ahorro para la jubilación.
P. ¿Qué es la Planificación a la Jubilación?
La planificación de la jubilación asegura la independencia financiera y el estilo de vida requerido una vez llegada la edad de la jubilación, cuyo fin es proteger a las personas contra el riesgo de sobrevivir a sus recursos financieros. Está dentro de cualquier planificación financiera, cuyo objetivo es compatibilizar los objetivos personales y financieros de cada individuo, fruto de sus exclusivas necesidades y expectativas, con la situación patrimonial en el presente y su potencial proyección futura.
La planificación de la jubilación es la más difícil que pueda hacer una persona en su ciclo de vida ya que conlleva un periodo de 40 años de trabajo, más 20 de jubilado, un total de 60 o 65 años.
Los aspectos fundamentales para llevar a cabo una correcta planificación de la jubilación, en términos coloquiales, pasan por hacernos las siguientes preguntas:
¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Cuándo?, escogiendo como principios básicos:
- Horizonte Temporal.
- El nivel de ingresos y de gastos, que determinarán la capacidad de ahorro tanto a corto como a medio y largo plazo.
- Nivel de vida deseado a partir de la jubilación, que determinará el nivel de ahorro que es necesario acumular hasta dicha fecha, teniendo en cuenta la evolución de los gastos en la fase de beneficiario
También es necesario tener en cuenta otras variables, como el perfil de riesgo, la liquidez, el binomio rentabilidad-riesgo y la fiscalidad de los diferentes productos financieros.
P. ¿Cuándo debemos empezar a Planificar la Jubilación?
Es aconsejable comenzar en el mismo momento en que ingresamos en el mercado laboral. Cuanto antes empecemos menor será el esfuerzo que tendremos que hacer el día de mañana, no sólo por disponer de más años para ahorrar, sino porque a lo largo de esos años, la rentabilidad que pueda generar ese ahorro nos ayudará a conseguir antes nuestro propósito.
En esta fase, denominada de capitalización, las aportaciones realizadas son bajas, aunque la misma tiene una importancia relevante porque genera responsabilidad y compromiso para fraguar nuestro retiro. En las sucesivas fases de maduración y de extinción, el nivel de aportaciones se incrementa gradualmente de manera considerable, ya que nuestra capacidad de ahorro es superior y el horizonte temporal es menor.
P. ¿Cree conveniente ponerse en manos de expertos a la hora de Planificar la Jubilación?
Planificar la Jubilación es un proceso altamente complicado, ya no solo por la multitud de parámetros que requiere el mismo sino, también, porque es necesario finalizar con éxito todas y cada una de las fases. El Proceso de Planificación a la Jubilación consta de cinco fases perfectamente definidas, desde la obtención del dato objetivo y subjetivo hasta la revisión periódica anual.
En cualquier caso, al tratarse de un proceso dinámico en el que deben ser consideradas numerosas variables, tanto económicas como sociales, es aconsejable recurrir a un asesoramiento profesional para estimar de forma razonable cuáles son las necesidades de ahorro para mantener un determinado nivel de vida una vez jubilados.
P. ¿Tiene usted un método propio con el fin de llevar a cabo una correcta Planificación a la Jubilación?
Así es, y más teniendo en cuenta, como comentaba anteriormente, que la Planificación a la Jubilación es uno de los procesos más complejos que tiene que desarrollar cualquier persona en su ciclo de vida, no pudiendo existir opción alguna al fracaso.
En el escenario de la jubilación no hay retorno alguno y las consecuencias que pudiesen provocarse son totalmente irreversibles.
Es totalmente necesario e irrenunciable llevar a cabo todas y cada una de las fases de Planificación a la Jubilación, de lo contrario, yo mismo, le aconsejaría que no comenzase su Planificación ya que la misma no llegará a buen fin.
Una correcta planificación a la Jubilación es totalmente personalizada, utilizando simultáneamente Cuenta de Resultados y Balance de Situación lo que nos llevará a generar el Plan de Previsión Personal.
P. ¿Su actividad de Asesoramiento y/o Consultoría no se ciñe únicamente al particular sino que también la desarrolla para los profesionales del sector?
Continuamente estoy asesorando tanto a particulares como a profesionales de como llevar a cabo un correcta Planificación a la Jubilación, debido a la necesidad que tenemos todos los ciudadanos de ejecutarla de una manera exitosa con la finalidad de cumplir con las expectativas.
Pienso que no solo el Órgano Gubernamental tiene la responsabilidad social de informar, comunicar y asesorar, sobre un aspecto del tal magnitud, sino también los que integramos el sector, más aún, cuando el Ejecutivo traslada un nivel muy escaso tanto de información como de asesoramiento.
El próximo 19 de octubre, impartiré, en Madrid y a través de Streaming, un Seminario de Planificación a la Jubilación donde abordaré todo lo relacionado con nuestro actual Sistema Público de Pensiones y como hacer un correcta Planificación a la Jubilación. Los usuarios de Rankia contarán con un descuento al realizar la preinscripción del curso a través del código promocional: RANKIA.