La hipoteca inversa y la hipoteca tradicional, aunque compartan nombre, son dos instrumentos financieros que funcionan de una manera completamente opuesta y que merece la pena resaltar para tener claras las diferencias entre ambos y saber mejor cómo funcionan cada uno de ellos.
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Hipoteca inversa vs tradicional: Objetivos distintos
Lo primero de todo es saber que el objetivo de cada uno de estos préstamos tiene una finalidad completamente opuesta. En la hipoteca tradicional se pide un dinero prestado al banco para poder comprar un bien inmueble. Mientras que, en el caso de la hipoteca inversa, se deja como aval un bien inmueble a cambio de dinero para disponer de una mayor liquidez. Así las cosas, la hipoteca tradicional busca la liquidez para comprar una vivienda, y la hipoteca inversa usa la vivienda para la obtención de liquidez.
👉🏻 Si quieres saber más sobre hipoteca inversa, puedes consultar el artículo de ¿qué es una hipoteca inversa?¿Cómo funciona?
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La deuda
Otra gran diferencia es la deuda en cada una de estas hipotecas. Y es que, en la hipoteca tradicional la deuda va disminuyendo a medida que vamos pagando mensualmente la cuota acordada con el banco. Mientras que, en el caso de la hipoteca inversa la deuda va aumentando mes a mes a medida que el banco paga una cantidad acordada al propietario. Esto supone que en el primer caso son los propietarios los que pagan al banco para saldar la deuda y hacerse con la totalidad de la propiedad. Mientras que, en el caso de la hipoteca inversa es el banco el que paga al propietario a cambio de, una vez que concluya el periodo del préstamo, reciba el dinero prestado más los intereses generados por el préstamo.
La propiedad
En el caso de la hipoteca tradicional, cuando se finaliza el pago de todas las Letras, la vivienda pasa a ser al 100% propiedad de los hipotecados al haber saldado su deuda con el banco. Mientras que, en el caso de la hipoteca inversa, la propiedad, sin bien se queda en manos del propietario o de los herederos, hay que abonar la deuda generada para poder quedarse con la propiedad a pleno derecho, tal y como estaba anteriormente.
Los intereses
En una hipoteca, la cantidad de intereses que se paga es mayor al principio del préstamo y disminuye gradualmente a medida que se avanza en el plazo. Esto se debe a un concepto conocido como "amortización". Es decir, que los intereses van disminuyendo con el paso del tiempo haciendo que la cantidad de la cuota dependa menos de la variabilidad de los intereses, en caso de que sea hipoteca a tipo variable.
En una hipoteca inversa, por el contrario, el funcionamiento de los intereses es diferente al de una hipoteca tradicional. En lugar de hacer pagos mensuales para pagar el préstamo, la hipoteca inversa permite a los propietarios de viviendas convertir una parte del valor acumulado de su vivienda en efectivo sin tener que venderla o hacer pagos mensuales. En una hipoteca inversa, los intereses se acumulan sobre el monto del préstamo a lo largo del tiempo. A medida que los intereses se acumulan, el saldo pendiente del préstamo aumenta.
Así las cosas, como acabamos de ver, las diferencias entre ambos productos son muchas y muy diferenciadoras porque tienen finalidades diferentes.
En una hipoteca inversa, por el contrario, el funcionamiento de los intereses es diferente al de una hipoteca tradicional. En lugar de hacer pagos mensuales para pagar el préstamo, la hipoteca inversa permite a los propietarios de viviendas convertir una parte del valor acumulado de su vivienda en efectivo sin tener que venderla o hacer pagos mensuales. En una hipoteca inversa, los intereses se acumulan sobre el monto del préstamo a lo largo del tiempo. A medida que los intereses se acumulan, el saldo pendiente del préstamo aumenta.
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