Estados Unidos está viviendo una de las mayores revoluciones de la producción de los últimos 30 años, y todo esto gracias al Shale Gas. La producción del Shale Gas se ha incrementado drásticamente en estos años y el petróleo de esquistos crece cada vez a un mayor ritmo.
¿Qué es el Shale Gas?
El Shale Gas es un gas (muy similar al gas natural) que se extrae de de arenas bituminosas, concretamente está ubicado entre las capas de la roca sedimentaria.
La extracción del Shale Gas es más costosa que la del gas natural, por ejemplo, ya que se tiene que extraer de las estructuras geológicas en las que está atrapado y por lo tanto, es más costoso.
Sin embargo, a medida que se avanza en tecnología, los precios de extracción del Shale Gas van disminuyendo. Se han realizado recientes avances respecto a la perforación horizontal e hidráulica de las estructuras geológicas, haciendo cada vez más viable comercialmente extraer el Shale Gas atrapado en las capas de roca sedimentaria.
Impactos del Shale Gas:
La revolución del Shale Gas está afectando a los mercados de materias primas, especialmente al gas natural, pero también afecta a la economía en general.
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Oferta global incipiente. La oferta del Shale Gas se estima que se haya incrementado a una tasa anual de 450 kbl/d en la última década y que pase a crecer a una tasa de 900 kbl/d en los próximos 5 años.
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Oferta más elástica y expansión de la demanda.
Cada vez son más los países que quieren unirse a esta revolución del Shale Gas, ya que esto permitiría no depender tanto energéticamente de la OPEC (Argelia, Irán, Rusia, Qatar...) y el mercado será más estable.
A nivel macroeconómico
La curva de la oferta se desplazaría a la derecha, ya que cada vez es más sencillo extraer esta materia prima. Esto tendrima un mayor income para los consumidores y el coste de la energía sería menor, afectando a las presiones inflacionistas que hemos visto los últimos años por los altos precios del petróleo.
Todo esto conllevaría impactos muy positivos a la industria manufacturera de EEUU y a la economía en general, ya que se produciría un aumento de la productividad, un incremento de la inversión y un impulso competitivo.
A nivel microeconómico
Hasta ahora EEUU ha sido quien ha encabezado la lista respecto a la extracción de Shale Gas es por ello que a nivel micro, se observarán ventajas competitivas en sectores industriales y manufactureros, donde el consumo de energías como el petróleo o el gas natural es muy exhaustivo.
Aumentaría un 1% el PIB de producción de oil, aumentando en la misma proporción de la productividad en el sector, la balanza de pagos mejoraría en un 1,2 % del PIB y las exportaciones aumentarían. Con todo ello, EEUU tendrías más ingresos.
¿Cómo invertir en Shale Gas?
El Shale Gas está en crecimiento; los inversores que quieran aprovechar e invertir en esta commodity revolucionarla pueden hacerlo de diferentes modos. Bien puede invertir directamente en los pozos exploratorios del Shale Gas, comprar acciones de empresas relacionadas con los procesos de extracción o transporte del Shale Gas o invertir en un ETF que replique el comportamiento del Shale Gas.
La primera opción es muy costosa para un inversor individual, ya que se requiere un capital mínimo de 100.000 dólares, por tanto la segunda opción parece la más adecuada. Invertir en empresas como Chesapeake (CHK), XTO Energ (XTO), Petrohawk (HK), Devon Energy (DVN) y EOG Resources (EOG); dedicadas a la exploración y producción del Shale Gas con importantes activos de hidrocarburos no convencionales.
Por último, también nos parece interesante invertir en el ETF First Trust ISE Gas Natural Revere (FCG), un fondo que invierte en las empresas que se dedican a la extracción y producción del Shale Gas.
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