Uno de los principios básicos de inversión para minimizar el riesgo de nuestra cartera es la importancia de la diversificación.
La diversificación reduce el impacto negativo en nuestra cartera de un mal resultado de cualquier empresa o activo en particular. También ayuda al inversor a lograr resultados equilibrados al combinar la apreciación de los valores orientados al crecimiento y la generación de flujo de efectivo mediante valores de renta fija o acciones con un mayor reparto de dividendos. La combinación particular debe ajustarse a las necesidades y objetivos financieros del inversor.
Una lógica similar también puede aplicarse a la inversión inmobiliaria. La diversificación entre diferentes activos inmobiliarios debe proporcionar una seguridad global en nuestra cartera frente a una propiedad en particular de la que no obtenemos el rendimiento esperado.
Beneficios de una cartera diversificada.
Contar con una sola propiedad, al igual que mantener todo nuestro capital en una sola empresa, genera mucho más riesgo que tener una cartera diversificada. Cualquier inmueble puede tener un mal rendimiento debido al comportamiento del inquilino, el descenso en las reservas o la necesidad de mejoras, al igual que una empresa sufriría con un descenso de las ventas.
Más allá del beneficio obvio de reducir el riesgo, la diversificación también puede ayudar a equilibrar los resultados de la cartera de acuerdo con las preferencias personales. Las diferentes ciudades, nichos de mercados, niveles de apalancamiento y tipos de propiedades ofrecen diferentes perfiles de rendimiento que los inversores pueden combinar para lograr una cartera equilibrada con una combinación acorde a nuestro objetivo financiero.
Combinando diversas inversiones.
Muchos inversores a la hora de interesarse en el mercado inmobiliario piensan que la única manera es mediante la compra directa de propiedades.
Con un enfoque similar a la inversión en acciones, buscan propiedades en buenas zonas que ofrezcan un flujo de efectivo sin muchos sobresaltos. Esas propiedades pueden desempeñar un papel similar a las empresas blue chips que proporcionan rendimientos estables y un potencial de apreciación a medio y largo plazo. Podremos buscar ganancias a través de la apreciación de la propiedad y cobertura de inflación y disfrutar del flujo de efectivo.
A diferencia de la inversión en bolsa, buscar la diversificación mediante la compra de inmuebles requerirá contar con un enorme capital.
Las SOCIMIs, una opción adecuada para invertir en inmobiliario sin pasar por notaría.
El mercado del alquiler en España ha cobrado importancia en los últimos años, impulsando la inversión inmobiliaria por parte de sociedades de inversión centradas en este sector: las socimis.
Al igual que al invertir en bolsa, el valor de estas sociedades está respaldado por un conjunto de activos que generan ingresos recurrentes. Incluso si el mercado desciende seguirán ganando dinero siempre que cobren su renta, y nosotros cobrando nuestra parte como accionistas. De hecho, para un inversor centrado en el cobro de dividendos supone una gran opción, ya que su negocio se orienta a generar rentas (alquileres) y a repartir al menos un 80% en forma de dividendos.
Seguramente no sea el mercado más emocionante, y no multiplicará varias veces su valor. Sin embargo muchas startups tecnológicas de moda bien financiadas sufrirán antes de que aprendan a generar beneficios estables. Mientras tanto para una SOCIMI destaca la simplicidad del modelo de negocio; solo necesita adquirir inmuebles, cobrar el alquiler y mantener los inmuebles en buen estado.
Y eso es, en última instancia, lo que hace que la inversión inmobiliaria sea una apuesta tan segura como cualquier otra. ¿Es preferible invertir en acciones, en socimis o en propiedades? En mi caso combino las tres opciones, ¿y tú, cuentas con inversiones inmobiliarias en tu cartera?