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Estamos atravesando tiempos convulsos. Tiempos en los que tenemos una inflación del 10,2% en España según la última actualización del IPC.

Tenemos la palabra inflación en todos sitios. En los telediarios, en Twitter, hasta ha llegado ya a los grupos de amigos y cuñados.

¿Pero realmente sabes qué es la inflación? En esta newsletter de hoy te lo voy a contar. Veremos también qué relación hay entre inflación y tipos de interés, porqué está afectando tanto al mercado de renta variable como de renta fija, y veremos también qué podría venir a partir de ahora.

En primer lugar, antes de meternos en materia, te advierto de que todo lo que veamos aquí es tan solo mi humilde opinión, desde el conocimiento que he ido aprendiendo, investigando y estudiando hasta el día de hoy, y que no debes de tomar decisiones de inversión basadas en ella. Tan solo es contenido formativo y debes de hacer tu propia investigación antes de tomar ninguna decisión que pueda afectar a tu patrimonio.

Y ahora sí, vamos con la materia en cuestión.

COMENZAMOS

¿Qué es la inflación? La inflación es, en términos generales, la subida general de los precios de los productos que consumimos. Existen dos tipos de inflación:

-Inflación de oferta: cuando los precios aumentan cuando aumentan los salarios o el precio de las materias primas.

-Inflación de demanda: los precios aumentan porque hay una fuerte demanda y escasez de oferta.

Para el cálculo del IPC, en España, se tienen en cuenta un total de 12 variables, como por ejemplo alimentos y bebidas no alcohólicas, vestido y calzado, sanidad, transporte o comunicaciones. Además, estas 12 variables poseen otras 219 subclases de bienes y servicios que se cuantifican para llegar a conformar la cifra mensual. Pero no vamos a pararnos a hablar de ello, porque no es lo importante. Lo que si debes saber es que las variables que más ponderan son los alimentos y bebidas no alcohólicas, seguido de la vivienda (que abarca no solo la vivienda, si no también agua, electricidad y gas), transporte y restaurantes y hoteles.

¿Y qué tipo de inflación estamos soportando ahora mismo?

Pues de los dos tipos, de ahí que hayamos alcanzado ya una inflación de doble dígito.

Inflación de oferta por el aumento masivo del precio de las materias primas, debido principalmente a los problemas en las cadenas de suministro, e inflación de demanda por la fuerte demanda después de que el mundo hubiera estado paralizado.

El factor común ha sido el COVID, y lo que lo ha acelerado ha sido la política ultra expansiva del gobierno.

Es decir, el COVID ha sido lo que ha provocado el fuego, y la política expansiva ha sido la gasolina que ha hecho que todo suba mucho más rápido.

Te pongo en contexto.

En marzo de 2020, el mundo entero se paralizó. Pero eso ya lo sabías. Los procesos productivos e industriales se paralizaron por completo a nivel global. Todo el mundo encerrado en casa, por lo que no se fabricaba absolutamente nada, ni vehículos, ni componentes electrónicos, ni hierro, ni acero, ni nada.

Los gobiernos occidentales, escarmentados por la crisis de 2008 donde dejaron quebrar a grandes compañías financieras por no acudir a su rescate y que esto contagiara a toda la economía durante varios años, decidieron imprimir cantidades ingentes de dinero.

A puñaos que se dice en mi tierra.

Sigo.

De repente, la población se vio con una gran cantidad de dinero en su cuenta corriente. En España los ERTES, y en USA y Canadá los cheques mensuales de 2.000$ a la población para que pudiera hacer frente a sus necesidades más básicas. Por lo tanto, la gente seguía ingresando dinero en sus cuentas corrientes, pero no podía gastarlo porque no podía salir de casa. O al menos no gastaban en la misma medida que antes. Alguno quemó él solo el almacén de Amazon.

La cosa es que, aunque posteriormente hubo más confinamientos, estos no fueron tan severos. Así mismo, estos fueron dispares, es decir, quizá en una parte del mundo algunos países seguían totalmente confinados, mientras que en otros había vida medio normal.

Pero, tras esos dos meses de confinamientos extremos, la vida volvió casi a la normalidad. Y la gente volvió a salir a la calle, a consumir y a gastar dinero. Dinero artificialmente llegado a las cuentas corrientes.

De repente, todo lo que se había paralizado, vuelve a ponerse en marcha, pero agravado por el ansia de la gente de salir a consumir y volver a gastar. Mientras que en otras partes del mundo aún seguían encerrados.

A esto hay que sumarle, como he dicho más arriba, la política ultra expansiva de los países occidentales. Es decir, te doy dinero por no trabajar (porque no se podía) y, además, cuando sales te invito a que te endeudes, ya que los tipos de interés los tengo en el 0% o muy próximos a 0.

¿Y cuál es la consecuencia de todo esto? Pues que a corto plazo todo es muy bonito, la música sigue sonando y la gente sigue consumiendo como si nada. Los mercados financieros se disparan y se producen las mayores entradas de capital de la historia (el S&P 500 se dobla en 4 años, cuando lo normal hubiera sido 8-9 años), gente que no ha invertido en su vida comienza a hacerlo porque ha tenido mucho tiempo para poder comenzar a formarse, las criptomonedas suben como la espuma en busca de altísimas, estratosféricas rentabilidades buscadas por los inversores que piensan que en un año estarán en las maldivas tirados con la cuenta a rebosar de ceros.

Mientras tanto, las cadenas de suministros no dan abasto con toda la demanda que tienen que satisfacer. Y amigo, como bien sabes, el capitalismo se mueve siempre por lo mismo, oferta y demanda. Si no hay demanda, se produce un exceso de oferta y, por ende, los precios se ven empujados a la baja. Pero si hay mucha demanda y oferta limitada, entonces los precios comenzarán a subir.

¿Todo claro hasta ahora? Si te has perdido, te recomiendo que subas y vuelvas a leer desde cero y con más calma.

Si no es tu caso, sigue leyendo.

La cosa es que nos plantamos en el año 2022, y la inflación comienza a subir, mes tras mes (en realidad comenzó a aparecer en septiembre de 2021). La FED y el BCE comienzan diciendo que la inflación es transitoria, nada preocupante.

Bien.

Pero mes tras mes sigue subiendo sin parar, y el discurso político comienza a cambiar y a empezar a informar de que es posible que comiencen a haber subidas de tipos de interés.

¿Y por qué? Muy fácil. Si suben los tipos de interés dificultan el acceso al dinero, y con ello reducen el consumo y, por ende, la demanda. Conclusión, la inflación bajará. Pero como esta no para de subir, y los tipos aún están muy bajos, los tipos de interés reales se tornan negativos, debido a la gran disparidad entre inflación y tipos de interés.

Y de repente llega lo que nadie esperaba. Invasión de Ucrania por parte de Rusia. El mundo occidental le hace el vacío a Rusia, y Rusia dice que ahora a ver como os movéis y os calentáis, porque yo os corto el suministro de petróleo y de gas, y en vez de vendérselo a Europa (principal consumidor de estas materias primas, suponiendo el 45% de la producción de petróleo rusa y el 75% del gas ruso), Rusia comienza a buscar otros compradores de sus materias primas más básicas, como por ejemplo India.

Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, suponiendo el 11% de la producción mundial. Esto supone que hay un 11% menos de oferta de petróleo, por lo que el mismo se dispara y consigue llegar hasta los 145$ el barril.

Y ahora nos adentramos en lo que ocurre en los mercados financieros.

Los mercados financieros son indicadores adelantados del ciclo económico, es decir, que predicen los acontecimientos económicos antes de que estos se produzcan. Ejemplo: el S&P 500 hizo pico en marzo de 2007, sin embargo, hasta septiembre de 2008 no estalló la gran crisis económica.

Los inversores siempre buscarán la mayor rentabilidad con el mínimo riesgo. De ahí que, ante la alta inflación y las expectativas de aumentos bruscos de tipos de interés, los mercados corrijan muy fuerte en muy poco tiempo. A mayor inflación, mayores serán los tipos de interés, por lo que los inversores migrarán su dinero de la renta variable a la renta fija en busca de una mayor seguridad en sus inversiones.

En enero de 2022, el PER del S&P 500 era de 23 veces. Para calcular la rentabilidad, hay que hacer la inversa del PER, es decir, dividir 1 entre 23. Esto arrojaba en ese momento una rentabilidad del 4,34%. Al esperarse subidas de tipos agresivas por la alta inflación, esto causó las caídas de los principales índices bursátiles, es decir, correcciones en el múltiplo sobre beneficios que el mercado asignaba a las acciones.

¿Y qué ha ocurrido en el mercado de renta fija?

Pues como ya sabes (y si no te lo explico yo), los bonos funcionan al contrario, es decir, si suben los tipos de interés bajan los precios de los bonos, y viceversa. ¿Y por qué ocurre esto? Pues por lo mismo de siempre, la ley de la oferta y la demanda. Si sube la demanda de bonos, los emisores de deuda tendrán más facilidad para colocar esta, por lo tanto, podrán bajar el tipo de interés que pagan, haciendo que el precio del bono suba por el exceso de demanda. Pasa igual que en el mercado de acciones, a mayor demanda sube el precio. Ni más ni menos.

Pero si los tipos de interés suben, el precio de los bonos bajará. ¿Y por qué? Pues porque los bonos emitidos con anterioridad, los cuales ofrecían unos tipos de interés más bajos, para los inversores estos ya no son atractivos porque hay otros bonos de igual duración que ofrecen mayores rentabilidades, de ahí que se produzca la venta masiva de esos bonos en el mercado alternativo y, por ende, baje el precio del bono.

Esto puede parecer engorroso, así que si no lo has entendido te animo a que retrocedas dos párrafos y vuelvas a leerlo con mayor tranquilidad. Al final lo acabarás entendiendo.

Por todo esto, los bonos llevan la mayor caída de su historia, debido a que los tipos de interés estaban muy bajos, a casi el 0% (en España las letras del tesoro arrojaban tipos de interés por debajo de 0), y al subir tan bruscamente los tipos por la alta inflación, esto ha hecho que el precio de los bonos se vea por los suelos. No sé si has escuchado alguna vez que la renta fija llevaba años viviendo una burbuja. Pues era debido a esto.

¿Y qué puede pasar a partir de aquí? ¿Habrá una recesión?

Pues la verdad es que nadie lo sabe. Si lo supiera me aprovecharía de ello para ganar pasta, y no te lo contaría a ti. O quizá sí, quien sabe.

Pero si se supiera todo el mundo intentaría sacar rédito económico de ello. Eso solo está al alcance de unos pocos, como George Soros o Stanley Druckenmiller, para mí, los dos mejores inversores macroeconómicos de la historia, de lejos.

Quizá el mercado de renta variable ya haya descontado la posibilidad de una recesión y ya haya corregido todo lo que tenía que corregir y a partir de ahora suba. O quizá si hay recesión el beneficio por acción del S&P 500 baje y en realidad este no esté cotizando a 15 veces PER y esté cotizando a 19-20 veces y siga corrigiendo aún más. En 2008, a pesar de iniciarse la recesión en septiembre, en diciembre de ese mismo año el mercado ya había hecho suelo y comenzó a subir. Pero nadie sabe qué ocurrirá.

En cuanto al mercado de renta fija, si finalmente la inflación comienza a moderarse y llega la recesión, los gobiernos occidentales se verán obligados a no subir más los tipos de interés para no perjudicar aún más a la economía, y comiencen de nuevo a bajarlos para volver a comenzar la política expansiva y el reinicio económico. Si no suben más los tipos, sino incluso que los bajen, los bonos volverían a subir con fuerza, convirtiéndose en un activo muy atractivo para invertir. Pero como ya he dicho, nadie sabe que podrá ocurrir. Eso solo está al alcance de unos pocos.

Todo esto que hemos visto es solo la punta del iceberg. Una mini guía para que entiendas a grosso modo lo que está ocurriendo actualmente en la economía mundial y en los mercados financieros. Obviamente hay muchas más variables y activos financieros que se pueden analizar (oro, mercado inmobiliario, empleo, indicadores económicos, curva de tipos de interés, etc.), pero para que lo entiendas y no te acabes aburriendo más, creo que es suficiente.

Mi recomendación (esta vez sí) es que, si eres un inversor a largo plazo, estás convencido de que los activos que tienes en cartera son realmente buenos y a largo plazo valdrán más de lo que valen hoy, no debes de ponerte nervioso. Solo debes de esperar y, si tienes liquidez, aumentar posiciones fuertemente, ya que correcciones del 20 al 30% no se suelen ver a menudo en los mercados de renta variable. Y mucho menos caídas de más del 10% en el mercado de renta fija.

Sin más, espero que te haya gustado este paseo financiero-económico y que, si tienes alguna duda me la hagas saber en los comentarios, compartas este contenido con todo aquel que creas que le pueda ser de utilidad (y así me ayudas a mi también) y que disfrutes de lo que queda de semana.

The Guardia Investor

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  1. en respuesta a El Guardia Inversor
    -
    #3
    17/07/22 21:50
    Lo que no se puede dar dinero sin trabajar, ahí que pagarle luz y agua una casa en régimen de usufructo  etc etc.
     No es coherente una vecina mía con unos 21 años, 2 niños,  parada viviendo con los padres, le han  aprobado el paga mínimo  vital, hasta que el menor de los 2 tenga 18 años de momento, y es de 782.25 eurazos, han creado una langosta, esa no trabajara en la vida y vivirá de escándalo. 

    La hija vive en piso del padre que está abajo, pero a costa de mamá y papa

    Eso es insostenible en el tiempo y encima vota vox, lo dice a boca llena que hay mucho extranjero viviendo del gobierno.

    Manda huevos.

    Posdata.  Llevo más de 20 años votando  siempre votando en blanco pero votando no faltó u a.
  2. en respuesta a Marisa Velasco
    -
    #2
    17/07/22 16:47
    Hola Marisa.

    Sí, la situación está complicada. Si suben muchos los tipos de interés vamos a tener serios problemas para poder repagar la deuda.

    Por otro lado, los niveles de recaudación estatal está en máximos históricos debido a la inflación de doble dígito y al impulso de nuevos impuestos.

    Si finalmente entramos en recesión, la inflación se calmará y los tipos bajarán pero, por otro lado, será necesario volver a emitir deuda para poder rescatar al país y sacarlo de la recesión.

    Como ves, la situación es muy complicada, y el nivel político está claro que no ayuda si no que, al contrario, supone echarle gasolina al fuego.

    Me alegro de ver que el artículo te ha parecido interesante.

    Un saludo.
  3. #1
    17/07/22 16:43
    Me ha gustado tu artículo.
    A partir de septiembre en España va a ser terrible la situación económica con el alto endeudamiento que tenemos.