El gestor Luis Bononato nos trae el informe del fondo Global Allocation para el mes de agosto de 2018. En el nos explica cuál es su visión de los mercados.
“Time goes by so slowly for those who wait
No time to hesitate”
Madonna
Empezamos el mes de Agosto con un poco de revuelo, nuevamente con los mercados emergentes a la cabeza, primero Turquía, que se enfrenta a diversas sanciones por sus conflictos con los EE. UU. y seguidamente Argentina, con los seguros de impago subiendo como la espuma y su moneda literalmente hundiéndose. Esto arrastró en parte a Brasil, Sudáfrica, México... si bien estas tensiones se arreglaron un poco tras el acuerdo comercial de este último con EE. UU., y a la espera también de una solución con Canadá para retomar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
El dólar estadounidense termina el mes más o menos como empezó, aunque ha hecho máximos del año por el camino.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos se encuentran, incluso con los tipos tan extremadamente bajos, dando señales de peligro inminente y con las curvas prácticamente planas. Como se observa en el gráfico inferior, la diferencia entre la curva de tipos de interés a 10 años y la de 2 años es únicamente un 0,20%. Sinceramente no pensaba que fueran a llegar a este extremo, ya que no es lo mismo partir de tipos de interés al 6%, al 4%, al 2%, que partir de 0%, que es de donde venimos esta vez.
El oro cae ligeramente, mientras la plata se sigue hundiendo, con más de un 20% de caída desde los máximos del año. Básicamente lo que nos está estropeando el resultado de estos últimos meses. No hay que desesperar. Estos activos, tarde o temprano, y creo firmemente que será más bien temprano, los veremos subir. Es cuestión de que el crédito nos de un susto de verdad y los metales preciosos se conviertan en los activos que no quiebran ni se devalúan. El crédito vuelve a estropearse este mes también, aunque de forma muy moderada, “Tick tick tock”, hasta alcanzar los peores niveles del año en Europa (en EE. UU. también mal, pero menos, aún con el susto de Ford, que esta a punto de convertirse en bono basura y tiene más deuda que algunos países pequeños...). La morosidad sigue creciendo, y en general, el aspecto no es bueno. La cantidad global de crédito hace algún tiempo que dejó de ser dinero para ser tan sólo un número.
En renta variable, parece que hubiera fiesta, pero está sólo en el mercado norteamericano, con el Nasdaq y S&P, Russell y compañía marcando nuevos máximos históricos y el S&P sobrepasando oficialmente la más larga serie alcista desde que se tengan datos. Apple consigue rebasar el trillón (americano) de dólares de valoración como primera compañía de la historia y Amazon se queda a un 2% de igualarla.
La ratio de valoración sobre la caja libre, es decir, lo que valen las compañías del S&P sobre lo que generan de caja para poder pagar dividendos, por ejemplo, llega a superar las 35 veces. Un disparate más.
La bolsa China acumula caídas superiores al 20%, Europa no consigue levantar cabeza e Italia la que más baja tras ir encabezando las subidas en el año. El sectorial de bancos hace mínimos del año y termina en 104, después de marcar cerca de 140 a principios de año.
Esta divergencia de comportamiento no era tan grande desde el año 2008. Los fondos Value, es decir, aquellos que intentan invertir en compañías estables y “predecibles” con valoraciones atractivas, están en muchos casos desplomándose, mientras que los que invierten en “growth”, en las compañías del futuro a múltiplos absurdos (como Tesla, que sigue perdiendo dinero como si fuera infinito) siguen batiendo marcas. Esto no va a terminar bien, y le queda cada vez menos.
“Those who run seem to have all the fun”