A continuación, os presentamos un comentario de Rishikesh Patel, gestor de fondos en BMO Global Asset Management sobre las oportunidades que pueden ofrecer los mercados emergentes. Además podéis descargaros el documento a través de este enlace: Mercados emergentes, invertir a largo plazo.
La renta variable de los mercados emergentes lleva bastante tiempo registrando rentabilidades inferiores a las de otras clases de activos. A pesar de ello, el equipo de LGM cree que existen razones muy sólidas en el largo plazo para invertir en esta clase de activos, si bien sostiene que se requiere un enfoque selectivo.
Mentalidad selectiva
Sigue habiendo sólidas razones para invertir en los mercados emergentes, pero un enfoque demasiado general podría hacerle desperdiciar las oportunidades más interesantes.
La mayoría de las empresas cotizadas de los mercados emergentes pertenecen a sectores que requieren mucho capital y tienen poca capacidad de fijación de precios. Por eso, si se limita a efectuar una asignación vinculada a un índice de referencia de mercados emergentes, es probable que solo obtenga una exposición a dichos mercados de menor calidad.
Búsqueda de diamantes en bruto
En LGM, invertimos con un horizonte de largo plazo, buscando empresas de calidad con características defensivas como balances sólidos, elevados rendimientos sobre el capital invertido y un flujo estable y creciente de flujos de caja libre. Las empresas típicas de los mercados emergentes posiblemente no poseen dichas cualidades, por lo que nos parece indispensable adoptar un enfoque activo. Un enfoque de selección de valores ascendente (bottom up) nos ha ayudado a crear una cartera compuesta por valores de alta calidad con valoraciones atractivas.
Dónde encontramos excelencia operativa
Encontramos un porcentaje más elevado de empresas de calidad en los sectores nacionales de las regiones menos desarrolladas del mundo. Estos mercados suelen tener un menor grado de formalidad, lo que eleva las barreras de entrada y genera entornos competitivos favorables que permiten a las empresas dominantes (que tienen una marca, distribución y/o ventaja de escala destacadas) obtener márgenes y rentabilidades elevados y, como resultado de ello, un excelente flujo de caja libre.
Este enfoque ha generado una rentabilidad operativa de nuestras posiciones superior al mercado general. Los rendimientos se han incrementado a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 11,8 % (en dólares estadounidenses) en los últimos cinco años, superando la tasa equivalente del MSCI Emerging Market Index del 7,6 %. Por su parte, el beneficio operativo se ha incrementado un 15,5 % (en dólares estadounidenses), muy por encima del 6,2 % correspondiente al índice. Esto demuestra la solidez de la calidad subyacente de nuestra cartera de empresas y su potencial de crecimiento del flujo de caja libre a largo plazo.
Un factor diferenciador clave
La parte activa de nuestra cartera es importante; de media, la parte activa de la estrategia supera el 90 %, muy por encima de las carteras comparables del sector. Utilizamos nuestro propio análisis para crear carteras en las que únicamente plasmamos nuestras mejores ideas de máxima convicción que creemos se beneficiarán de las tendencias de demanda secular de la región.
Una fuerza laboral en aumento...
A lo largo de los próximos 15 años, las Naciones Unidas (ONU) esperan que la población en edad de trabajar de los mercados emergentes, excepto China, esté formada por unos 700 millones de personas. Además, Boston Consulting Group estima que, entre 2010 y 2030, la población de las ciudades de los mercados emergentes aumentará en 1300 millones de personas.
Y una creciente bolsa de consumidores
En Filipinas, el consumo per cápita de golosinas y aperitivos salados es de 1,6 kg al año, una cantidad tres veces inferior a la de los mercados desarrollados, lo que ofrece un sólido entorno de demanda para nuestra posición en URC, que lidera el sector de consumo de dicho país. Por lo que respecta a Indonesia, la actual penetración del crédito es del 30 %, mientras que menos del 20 % de la población tiene acceso a una cuenta bancaria, lo que refuerza la justificación de inversión a largo plazo en nuestros dos valores financieros indonesios, Bank Mandiri y Bank Rakyat. Y en México, a pesar de contar con una cuota aproximada del 53 % del mercado formal, Walmart de México sigue disfrutando de importantes oportunidades de crecimiento, ya que el mercado minorista informal sigue constituyendo entre el 45 % y el 50 %, y seguirá cediendo ante el segmento formal, que cuenta con la ventaja de sus economías de escala.
Estas empresas se benefician de tendencias seculares y, lo que es más importante, cuentan con blindajes importantes que les permiten generar elevados márgenes y rentabilidades. La continua solidez y dominio de estos modelos de mercado constituyen, en nuestra opinión, razones estratégicas para invertir en los mercados emergentes en el largo plazo.
Sólidas razones para invertir en los mercados emergentes, si se hace de forma selectiva
Creemos que las perspectivas para invertir en nuestras posiciones son atractivas: los obstáculos temporales acabarán por estabilizarse y, a pesar de la ralentización del crecimiento mundial, los consumidores seguirán comprando productos básicos. Seguimos creyendo que existen numerosas oportunidades para que los inversores con un enfoque ascendente (bottom up) a largo plazo encuentren empresas de alta calidad a valoraciones atractivas: un enfoque que, a nuestro juicio, es mucho más sensato que añadir exposición a mercados emergentes de forma menos selectiva.
LGM es una de las cinco gestoras de inversión especializadas que operan en el seno de BMO Global Asset Management. Están especializadas en renta variable asiática, emergente global y de mercados frontera.
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Los puntos de vista y opiniones expresados, a los que ha llegado BMO Global Asset Management, no deberán interpretarse como una recomendación o incitación de compra o de venta de ninguno de los productos que se puedan mencionar. Las empresas se indican con fines exclusivamente informativos y no constituyen ninguna recomendación. Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras. Los valores pueden incrementarse o disminuir, y los inversores podrían no recuperar el importe íntegro de su inversión.