Los británicos votarán a favor de permanecer en la Unión Europea, ya que las consecuencias económicas de salir de ella serían muy graves, según el Economista Jefe de Robeco, Léon Cornelissen.
En su informe sobre las probabilidades del llamado "Brexit", Cornelissen predice que tratar de negociar acuerdos comerciales complejos y menos valiosos duera del Mercado Único sería desagradable para el electorado británico. Aproximadamente el 44% de las exportaciones británicas se dirigen a la UE, y millones de puestos de trabajo dependen de las mismas.
Afirma que las razones para permanecer en la Unión Europea son principalmente económicas, mientras que los argumentos de abandonarla son más viscerales: un intento por recuperar la independencia que muchos británicos consideran que se ha visto mermada por el poder de los burócratas de Bruselas. El referéndum en el que los 46 millones de votantes decidirán el destino del Reino Unido se celebrará el próximo 23 de junio de 2016.
Actualmente las encuestas apunta a una apretada victoria por el bando de la permanencia ("Breinmain") con un 43% de votantes comprometidos con la UE frente al 37% que desean abandonarla, y un 20% de indecisos. Históricamente, estos indecisos tienen a votar por el statu quo. Según las casas de apuestas (cuyas previsIones a menudo resultan más fiables que las encuestas de opinión, al haber dinero de por medio) la victoria del Bremain serían más amplia, con un 70% a favor frente a un 30% en contra.
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El volumen de la mayoría es clave
"Parece que hay muchas posibilidades de que el Brexit no prospere, pero el desenlace depende mucho de la diferencia que se obtenga realmente", aclara Cornelissen. "Una victoria decisiva, por un amplio margen, desterrará la cuestión durante, al menos, una generación, y los inversores y los mercados podrán seguir avanzando. La volatilidad generada desde que se convocó el referéndum ha sido muy significativa, con una devaluación de la libra frente al euro cercana al 12% y una ampliación de los diferenciales de los bonos británicos. Así que los inversores respirarán aliviados si finalmente las previsiones de las casas de apuestas resultan ser acertadas".
"Por otra parte, si la victoria es más ajustada posiblemente vuelva a plantearse la posibilidad volatilidad en los mercados financieros. Los problemas que puede conllevar una mayoría reducida se pusieron de manifiesto en la consulta de 2014 sobre la independencia de Escocia, la la llamada "Scotix", en la que el 55% votó a favor de que la nación siguiera pertenenciendo al Reino Unido y el 45% voto por segregarse del país. El escaso margen de esta mayoría ha hecho que la cuestión siga replanteándose y que, tras la aplastante victoria del Partido Nacionalista Escocés en las elecciones generales de 2015, tan solo ocho meses después de la consulta vuelvan a oírse voces que claman por la convocatoria de un nuevo referéndum.
En la siguiente imagen podemos ver la media acumulada de seis encuestas de opinión basadas en la pregunta: ¿Considera que el Reino Unido debería seguir perteneciendo a la Unión Europea o bien abandonarla?
El factor miedo presenta gran repercusión
Cornelissen afirma que es innegablemente el factor miedo afecta a la cuestión del Brexit, al considerarse ésta una decisión que cambiaría de forma irrevocable el Reino Unido, tanto económica como políticamente. "El bando de Bremain ha insistido mucho en que abandonar la UE conllevaría enormes costes económicos a corto y largo plazo, con una contracción del PIB de nada menos que un 8% a lo largo de tres años, según las previsiones más pesimistas", recuerda.
"La OCDE calcula que el prejuicio económico a más largo plazo representaría entre el 2,7% y el 7,7% del PIB de aquí a 2030 (con un supuesto de base del -5,1%). La disminución de la apertura comercial, el menor atractivo del Reino Unido para la inversión extranjera directa, la reducción de la inversión interna y la merma de las ventajas derivadas de la inmigración serían las principales causas de estos inevitables costes a largo plazo, según la OCDE. Así que los británicos se enfrentan a la perspectiva de sufrir una enorme recesión si salen de la UE".
"El periodo de divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea se plantearía a dos años vista, lo que muy probablemente sería insuficiente para poder alcanzar acuerdos de amplio alcance: el convenio comercial con Canadá lleva negociándose siete años y todavía no está listo. En todo caso, el consiguiente periodo de auge de la incertidumbre resultaría devastador para la confianza de los inversores y contribuiría a un aumento aún mayor de la volatilidad en el mercado financiero".
El periodo de auge de la incertidumbre resultaría devastador por la confianza de los inversores
Cornelissen considera que la incertidumbre que rodea a la controversia sobre el Brexit ya está perjudicando a la economía británica. "Comprensiblemente, las empresas están adoptando un "compás de espera" hasta conocer el desenlace del referéndum, posponiendo sus decisiones de inversión por el momento", manifiesta. " En consecuencia, el crecimiento del Reino Unido se está debilitando, la libra está cayendo, y el déficit público se está acrecentando".
Las consecuencias políticas también serían graves
Políticamente, también se produciría una gran convulsión, advierte Cornelissen. "El Primer Ministro, David Cameron, que ha encabezado la campaña del Bremain, probablemente tendrá que dimitir, y los Conservadores tendrían que elegir a un nuevo líder, probablemente Boris Johnson, que ha apoyado la campaña del Brexit", afirma.
"Además, Escocia si quiere permanecer en la unión Europea, por lo que el Brexit podría dar lugar al Scoxit, al entender los escoceses que se les ha excluido de la Unión en contra de su voluntad, debido al voto de los ingleses. Lo mismo podría suceder con Gales e Irlanda del Norte, que son pro Unión Europea. Así que en último término estaríamos hablando de la ruptura del propio Reino Unido".
Actualmente, Reino Unido disfruta de lo mejor de ambos mundos perteneciendo a la Unión Europea
Si, como se prevé, los ciudadanos se decantan por permanecer en la UE, Cornelissen augura que vendrán buenos tiempos para invertir en activos británicos. "Tras la victoria del Bremain, probablemente se produzca una recuperación propiciada por el alivio, más aún si el margen de esta victoria es lo suficientemente amplio como para desterrar la cuestión durante al menos una generación. La inversión contenida se liberaría, propiciando seguramente un fortalecimiento del PIB durante los siguientes trimestres".
"Actualmente, Reino Unido disfruta de lo mejor de ambos mundos perteneciendo a la Unión Europea, ya que conserva su moneda y su banco central pero tiene acceso al mayor mercado único del mundo. Nuestro supuesto base es que esto siga siendo así".