Pedro Coelho responde a nuestras preguntas sobre fondos de inversión. En esta entrevista, el director de UBS ETF en España y portugal nos explica las características fundamentales de los ETFs y las tendencias en la industria de la gestión de activos. El crecimietno de la gestión pasiva y las estrategias Smart Beta suponen un cambio en el sector.
Entrevista a Pedro Coelho, Director de UBS ETF en España y Portugal
¿Qué tipos de métodos de réplica existen y cuál es más adecuado en función del índice del que se trate?
En el terreno de los ETF existen dos opciones, la réplica sintética y física. Mientras que la física consiste en comprar los componentes del índice que se quiere replicar, la sintética replica el índice a través de un derivado que suele ser un total return swap.
Por su parte, en réplica física podemos encontrar dos variantes principales: comprar todos los valores presentes en el índice (réplica completa) o comprar una parte de ellos, una cartera optimizada, cuya correlación con el índice es muy cercana a 1. Dicho de otro modo, se trata de comprar la muestra más representativa del índice sin comprar todos los componentes.
En relación a cuál de los dos métodos de réplica es más apropiado, la réplica sintética es adecuada sobre todo para fondos de materias primas diversificados porque los componentes de estos índices son prácticamente imposibles de comprar y almacenar de forma física. Asimismo, este tipo de réplica también puede ser idónea para activos con restricciones de liquidez, con ciertas limitaciones regulatorias, etc. Por su parte, la réplica física es adecuada para la mayoría de los índices disponibles en el mercado compuestos por instrumentos cuyo valor se pueda calcular de forma instantánea en el mercado. Estamos hablando tanto de renta fija como de renta variable y de índices como MSCI Emerging Markets.
Dicho esto, conviene siempre recordar que los ETF no consisten únicamente en replicar un índice por capitalización de mercado. Van más allá. Se trata de un método de gestión sistematizado, matemático, en el que en función de los parámetros/criterios establecidos se toman unas u otras decisiones de inversión, como ocurre por ejemplo en los ETF de smart beta.
¿Qué criterios son importantes a la hora de analizar ETF?
Sin duda, el criterio principal es el tracking difference. Luego existen otros como el tamaño del fondo y el volumen negociado en bolsa que también son relevantes, pero en menor medida. Otro aspecto es el bid-ask spread, es decir, la diferencia entre el precio de compra o venta disponible en mercado. Cuanto más reducido sea ese diferencial, menor será el coste que el cliente tenga que incurrir al negociar el ETF en el mercado de valores.
¿Qué es el tracking difference? ¿qué es el Total Expense Ratio (TER)? ¿cuál de ambos parámetros es más relevante?
El tracking difference calcula la diferencia entre la rentabilidad neta del fondo y la rentabilidad del índice subyacente. De esta forma, cuanto menor sea este indicador, mejor es la calidad de la réplica y en consecuencia mejor serán los resultados que el cliente obtendrá de su inversión Es el factor más importante porque la rentabilidad neta del fondo se ve afectada por muchos elementos: total expense ratio (TER, por sus siglas en inglés) o comisión de gestión (en el caso de los ETF estos dos conceptos son sinónimos a diferencia de lo que ocurre con los fondos de gestión activa), rentabilidad adicional generada por la optimización de la cartera lo que incluye cuestiones tales como el préstamo de valores o la optimización fiscal que pueda derivarse en función del país en el que el fondo haya sido creado, etc.
Como indicábamos, el TER comprende todas las comisiones que la gestora cobra por gestionar el ETF. A pesar de que hoy en día buena parte del debate se centra en los costes y por tanto en el TER, pensamos que es más importante poner el acento en el tracking difference gracias a su carácter integrador dado que incluye todos los elementos con repercusión en la rentabilidad neta del fondo.
¿Qué es más importante para elegir adecuadamente el índice o el ETF?
Elegir el producto adecuado (por ejemplo, el ETF con el tracking error y/o tracking difference más bajos) para un índice concreto suele dar lugar a diferencias en el rendimiento a nivel anual (hasta 15-20 pbs después de comisiones para los mercados más desarrollados y líquidos). Esto se debe al sistema competitivo de precios que existe entre los mayores proveedores del mercado así como al hecho de que los productos están gestionados en base a sólidos procesos de gestión que incluyen eficiencias fiscales (por ejemplo, elección óptima del domicilio). Sin embargo, los resultados de la inversión dependen en mayor medida de la elección del índice correcto (estrategia), que puede dar lugar a la creación/destrucción de hasta +/- 500 pbs. Por ello, insistimos en que la prioridad es seleccionar el índice sobre el producto o ETF.
¿Qué tipos de estrategias están atrayendo mayores flujos? ¿Y qué sectores o áreas geográficas?
La industria de ETF en Europa sigue creciendo a buen ritmo, con un incremento del 28,2% en el año hasta finales de agosto para un total de $694.000 millones, de acuerdo con ETFGI. Según la misma fuente, los flujos en 2017 se han destinado, en gran parte, a ETF de renta variable, el 61% del total, mientras que los ETF de renta fija, durante el mismo periodo de tiempo, crecieron un 30%. En términos de geografías, los fondos de renta variable con exposición mayoritaria a Europa han sido los más buscados, atrayendo el 43,5% de los flujos en el año. En renta fija, los ETF dedicados a crédito corporativo y los de deuda de mercados emergentes acaparan casi a partes iguales la gran mayoría de los flujos en el año, sumando entre sí 67,2% del total invertido en la clase de activo.
¿Cómo afectará a la gestión activa el auge de la gestión pasiva?
En la actualidad, el 7% de la industria de gestión de activos en Europa está basada en inversiones a través de ETF por lo que pensamos que aún queda mucho recorrido y potencial de crecimiento hasta alcanzar un estatus de mayor equilibrio. Por el contrario, el mercado americano es mucho más maduro y más grande en términos de volumen (3 billones de dólares frente a los 700.000 millones de dólares del mercado europeo).
Habida cuenta de este panorama, creemos que los ETF constituyen una buena opción para gestores activos que quieran construir estrategias de asignación de activos a través de carteras que incluyan diferentes activos. En este sentido, cuantas más opciones existan, mayores serán los beneficios para el cliente final en el sentido de que el gestor profesional habrá podido crear su cartera con las mejores opciones disponibles.
¿Son los ETFs Smart Beta el futuro de la gestión de activos? ¿Qué estrategias obtienen mejores retornos?
Con la creciente popularidad de la inversión en Smart beta y la gran cantidad de soluciones novedosas disponibles en el mercado, los inversores están considerando la forma de añadir estos índices a sus carteras. Una vía sería invertir en factores únicos como el Value, Quality, Dividend, Low Volatility, etc., todos ellos disponibles a través de vehículos pasivos como los ETF. Estos proporcionan flexibilidad a los inversores para seleccionar uno o varios factores, pudiéndose utilizar para aprovechar el timing o rotar entre factores, a lo largo de los ciclos económicos o ante cambios en la valoración del mercado. A dicho enfoque también se puede acceder a través de ETF con exposición a varios factores, que proporcionan una relación equilibrada entre rentabilidad-riesgo y la eficiencia de la rotación. Sobre el retorno, depende en gran medida del ciclo de mercado. Por ejemplo, dependiendo del nivel de capitalización, las empresas se comportan de manera diferente durante el ciclo económico. Particularmente, las empresas más pequeñas tienen un mayor riesgo sistemático, por lo que ofrecen rentabilidades superiores al mercado en periodos estables. Finalmente, los índices multifactoriales han conseguido demonstrar que es posible combinar volatilidades más bajas con rentabilidades más altas, lo que se debe sobre todo a los beneficios de diversificación que este tipo de estrategias aportan, ya que las rentabilidades de los factores individuales correspondientes no están altamente correlacionados.
Actualmente hay mercados muy eficientes en los que pocos gestores pueden batir a los índices, ¿en qué mercados cree que es mejor indexarse que apostar por la gestión activa?
En términos generales en UBS AM apostamos por una complementariedad en lo que respecta a la discusión entre gestión pasiva frente a gestión activa. Creemos que ambos estilos de gestión pueden desempeñar un papel en las carteras de los inversores y que lo fundamental es que el cliente tenga un conocimiento profundo de lo que tiene en su cartera y que cumpla con sus expectativas. Si un cliente es capaz de encontrar fondos activos, de calidad, capaces de batir al mercado de forma consistente, ¿por qué no debería invertir en ellos? Lo que ocurre es que gran parte de los fondos tradicionales activos disponibles no han sido capaces de hacerlo, por lo menos no de forma continuada, lo que ha llevado al descontento de muchos inversores y ha constituido, junto con otros factores, un catalizador para el sólido crecimiento que está registrando la gestión pasiva. Y esto nos lleva también en cierta manera al debate de las comisiones. Si se trata de fondos genuinamente activos, capaces de generar alpha y de diferenciarse de forma real de los índices, sin duda los inversores estarán dispuestos a pagar por ellos.
El problema es que muchos fondos autodefinidos como activos, en realidad no lo son, pero de facto cobran elevadas comisiones sin ser capaces además de batir a sus índices de referencia. Según datos del SPIVA (S&P Indices versus active) Institutional Scorecard, en el terreno de la renta variable large cap, el 84,6% de los fondos de inversión y el 79,6% de los mandatos institucionales no han sido capaces de batir al índice S&P 500, neto de comisiones. Y si nos fijamos en las small caps, más del 80% de ambos (fondos de inversión y mandatos) han obtenido peores resultados que el S&P SmallCap 600, con independencia de las comisiones.
John Bogle dijo que prevé "caos, catástrofe" en los mercados si todo el mundo se indexa, ¿puede ser peligroso un incremento masivo de la indexación?
Últimamente se habla mucho sobre la existencia de una posible burbuja en el campo de la gestión pasiva. Frente a esta teoría, nosotros pensamos que lo que estamos viviendo es simplemente es una transición hacia una situación de mayor equilibrio. Si nos remontamos 25 años atrás, momento en el cual el 98% de la industria se concentraba en estrategias activas, probablemente podríamos argumentar que en aquel momento la industria de gestión activos activa tocó máximos, por lo que lo que hemos visto desde entonces y lo que estamos experimentando en la actualidad es un movimiento hacia una estatus más balanceado. En este sentido quizá resulten de interés unas gráficas publicadas recientemente por Bloomberg con sus previsiones sobre la evolución de ambos tipos de gestión: