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Blog El búho del mercado
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Fondos, ¿sí o no?

Esta es una de las grandes preguntas que nos hacemos los inversores en la actualidad, si realizar adquisiciones de acciones, renta fija o demás productos directamente en el mercado o a través de fondos de inversión que tengan como objeto la adquisición del tipo de producto que buscamos y que se ajusta a nuestras necesidades.

A lo largo del post enumeraré las principales ventajas e inconvenientes y al final haré mención especial a los que a mi juicio son los fundamentales en la práctica.

 

Ventajas:

Diversificación:

Estos fondos tienen una cartera, eficientemente diversificada lo cual supone una ventaja para el inversor ya que reduce el riesgo no sistemático soportado por la inversión. Si accedemos a un fondo de inversión, tendremos la "propiedad" de un gran número de acciones diferentes y que en muchas ocasiones estarían fuera del alcance de un inversor particular por el elevado coste de ir comprando títulos solo en búsqueda de este objetivo.

Supongamos fondos globales, que invierten en empresas cotizadas de cualquier país del mundo, para un inversor particular, acceder a este tipo de acciones (fuera de su mercado nacional) tendría un coste elevado, además de que en muchos casos directamente le sería imposible acceder a esas empresas. Por lo tanto un fondo ofrece un universo de acciones que en muchas ocasiones esta fuera del alcance de un inversor particular, aportando una diversificación eficiente.

Acceso a estrategias no direccionales: 

Las estrategias no direccionales (aisladas de los movimientos del mercado) son un punto a tener en cuenta en los momentos “tensos” del mercado. Este tipo de estrategias son difícil de realizar para el inversor particular tanto por falta de conocimientos como de medios técnicos para realizarla. Los fondos de inversión de gestión alternativa permiten acceder a este tipo de estrategias con un coste limitado lo que es una ventaja para el inversor.

Gestión profesional:

Esta gestionada por un equipo de profesionales cualificados, con conocimiento y experiencia en el sector por lo que se presupone que supondrá un valor añadido que se verá reflejado como un incremento en las rentabilidades esperadas por el mercado. Si un inversor compra acciones, el mismo deberá vigilar cada uno de dichos valores, realizando sus análisis y conclusiones, mediante un profundo seguimiento.

Acceder a un fondo nos da la seguridad de que hay todo un equipo humano detrás, que velara por nuestros intereses. Un inversor particular rara vez podría dedicarse a tiempo completo a realizar un seguimiento de sus inversiones llegando a conclusiones eficientes, cosa que si hacen los fondos de inversión. Este trato de calidad es el valor extra que ofrecen los fondos, tanto en la esperanza de ofrecer rentabilidades superiores a las que conseguiría un inversor particular en el largo plazo, como la seguridad de tener a un equipo realizando modificaciones constantes para velar por nuestros intereses.

Escaso capital inicial:

Los fondos de inversión requieren de una mínima inversión inicial dado que se componen en participaciones de bajo valor para así facilitar la entrada en el fondo por parte de nuevos inversores. Al entrar a un fondo, deberemos adquirir una participación, que será equivalente al valor liquidativo de dicho fondo. Este valor suele ser muy bajo, lo que permite la entrada a todo tipo de inversores, lo que significa que carece de barreras de entrada. En fondos especializados sí que existen criterios de capital mínimo, pero en la mayoría de los fondos no es así.

Fácil seguimiento:

Tienen la obligación de actualizar diariamente el valor liquidativo de cada participación para que en cualquier momento el inversor sepa cuánto vale su inversión. Por lo tanto, el inversor siempre tendrá constancia de la evolución de su inversión. Además, detallan con mucha claridad sus exposiciones sectoriales y geográficas lo que ayuda a saber en todo momento que acciones tiene el fondo en cartera.

Transparencia de resultados:

Los fondos son los primeros interesados en publicar sus resultados dado que son su “mejor publicidad”. Deben publicar sus resultados trimestrales de forma detallada, con toda la información relacionada sobre su cartera, movimientos y rentabilidades acumuladas. Todo ello da gran seguridad al inversor, ya que en todo momento puede saber en qué productos esta invertido el fondo, además de los movimientos que realiza en su cartera. La CNMV vigilará al fondo, con el objetivo de comprobar la veracidad de dicha información y velar por la seguridad del inversor.

Diversidad de vocación inversora:

Existe una gran variedad de fondos de inversión que según su vocación inversora invertirán en unos productos u otros, pudiéndose encontrar fondos para cualquier tipo de inversión. Esto es una ventaja para el inversor dado existirán fondos que cubran sus necesidades de inversión. El universo de fondos esta tan extendido como las propias acciones, ya que cada vez existe más demanda de fondos sectoriales o específicos. Dentro de los fondos, podemos encontrar desde Renta Variable a Renta Fija y Mixtos, además de fondos más específicos, como fondos de fondos, fondos de retorno absoluto, etc.

Todo esto es una gran ventaja para los inversores dado que podrán encontrar fondos que se ajusten ya no solo a su perfil de riesgo, también fondos que inviertan en las empresas o sectores que cumplan los requisitos de inversión de cada cliente. Por ejemplo dentro de la renta variable encontramos fondos que solo invierten en empresas de tecnología, alto dividendo, crecimiento, etc., lo que aporta gran diversidad al universo de posibilidades del inversor.

Acceso a renta fija especializada:

En cuanto a la inversión en renta fija la ventaja es mucho más clara ya que el inversor particular no puede acceder a gran parte de las emisiones y en el caso de poder, comprometería gran parte de su capital en una única posición. A la deuda soberana es más fácil acceder, pero en deuda corporativa se complica el asunto por lo que la compra de fondos de este tipo es muy atractivo desde todos los puntos de vista.

Fiscalidad:

La fiscalidad es uno de los puntos importantes de los fondos de inversión. Fiscalmente hablando, los fondos no tributan hasta el día que salimos del fondo de inversión, tributando por las plusvalías acumuladas. Esto permite al inversor realizar una planificación fiscal y cerrar su posición en el fondo cuando le sea más conveniente fiscalmente hablando. Además, otro punto muy favorable es que existe la posibilidad de realizar traspasos entre diferentes fondos de inversión sin que sea necesario tributar por su plusvalía.

Esto significa que si por ejemplo tenemos un fondo de renta variable y la coyuntura económica es desfavorable, no es necesario tributar por esa plusvalía, ya que podemos realizar un traspaso, digamos, a un fondo de renta fija sin que debamos tributar o en un monetario dejándolo en liquidez.

 

Inconvenientes:

 

Costes de gestión:

Es la comisión que cobra el fondo por la gestión diaria del fondo. Estos costes no suelen ser analizados a la hora de seleccionar un fondo u otro, esto se debe a que la rentabilidad del fondo se calcula con las comisiones ya restadas, por lo que si dos fondos que invierten en productos similares, uno presenta rentabilidades superiores con comisiones muy elevadas, nos dará lo mismo, ya que esas comisiones ya estaban incluidas, por lo que solo debemos fijarnos en la rentabilidad final. En fondos pasivos sí que es necesario analizarlo ya que al no existir operativa el inversor debe asegurarse de elegir uno que las comisiones mermen lo mínimo posible los resultados del fondo. Cabe destacar que en este punto tendremos que tener en cuenta el diferencial respecto a la compra directa de otros productos, y no únicamente el coste de los fondos.

Comisiones de suscripción y venta:

Estos gastos corresponden a los costes de entrada y salida por lo tanto tratan de evitar la especulación con las participaciones del fondo. Cabe destacar que estas comisiones no son muy frecuentes, y que solo están presenten en determinados productos o circunstancias. Por ejemplo los fondos garantizados "viven" de estas comisiones, por lo que en ese caso sí que será necesario tenerlo en cuenta.

 En cambio, esta comisión puede ser determinante en ciertos fondos "famosos", ya que cuando los fondos llegan a cierto tamaño no les interesa seguir creciendo y ponen este tipo de comisiones para lastrar la entrada de nuevos participes.

Por lo tanto, cuando un fondo presente comisiones de suscripción y venta debemos fijarnos bien, ya que es muy posible que existan alternativas de inversión en las que no sea necesario pagar estos costes de entrada y salida.

No gestionar personalmente las inversiones:

Para muchos inversores este es uno de los puntos fundamentales por lo que no ponen su dinero en manos de un fondo de inversión, dado que prefieren gestionar ellos mismos sus inversiones “para bien o para mal” y ser ellos mismos los responsables de sus rentabilidades.

En la práctica este punto es determinante, ya que la mayoría de los inversores no buscan "ganar" sino ser ellos los que elijan los productos en los que invierten, tanto en la selección como en el cierre de posiciones y después de eso obtener una rentabilidad u otra. Para muchos esto no es posible en los fondos de inversión, por lo que inversores prefieren asumir ellos mismos los riesgos inherentes de sus propias decisiones por la sensación de haber ganado "ellos" si toman las decisiones.

Confianza en la capacidad de la sociedad gestora:

Otro punto frecuente es la desconfianza sobre la sociedad gestora del fondo pero que lleva a que los inversores escojan fondos con sociedades gestoras con más fama y que les transmitan seguridad. Muchos inversores presentan desconfianza a invertir en fondos que se salgan de las gestoras más conocidas (Santander, BBVA, Bankinter) a nivel nacional, o las “famosas” a nivel internacional (Goldman Sachs, JP Morgan…).

Esto limita mucho el universo de fondos a los que puede acceder el inversor no especializado ya que estas gestoras les transmiten una falsa seguridad de que son las mejores, y como ya saben en la mayoría de los casos estas gestoras más conocidas a nivel nacional no son precisamente las mejores. Gracias a la CNMV y la protección al inversor cada vez hay más información sobre este tema, y los inversores están perdiendo el miedo a invertir en fondos de sociedades gestoras menos conocidas.

Posible relación negativa de valor aportado-costes soportados:

Este es un punto fundamental de la elección, sobretodo en la gestión activa. La duda de si el fondo de inversión podrá generar un valor añadido con su gestión que compense la totalidad de los costes que deberá soportar el inversor. Además, se espera que el fondo obtenga como mínimo un plus respecto al índice de referencia por lo que ese plus debe ser mayor que los costes soportados para así satisfacer las expectativas mínimas del inversor.

Muchos inversores desconfían de las rentabilidades pasadas de los fondos y no creen en la consistencia de los resultados, por lo que deciden ser ellos mismos los que tomen las decisiones de inversión. Esto es comprensible, ya que en la práctica, muchos fondos tienen comisiones altas y además no solo no consiguen batir al mercado, sino que obtienen rentabilidades inferiores e incluso negativas lo que puede llevarnos a sentirnos engañados.

 

Conclusiones:

 

En cuanto a lo positivo, desde mi punto de vista los fondos aportan muchas ventajas respecto a la inversión directa dado que pese a que un inversor no crea en que la gestión activa crea valor (algo erróneo a mi parecer), los fondos de gestión pasiva siguen ahorrando costes en términos operativos por lo que son una buena opción. El acceso a mercados extranjeros y a deuda corporativa incrementa mucho las posibilidades de inversión lo que llevará a maximizar los resultados de nuestras carteras. Además la gestión alternativa aportará resultados positivos reales en cualquier entorno de mercado algo que difícilmente podrá conseguir un inversor no especializado.  En suma, todo lo anterior aportará valor consiguiendo carteras más eficientes y que puedan darnos resultados más sostenidos en el tiempo.

En cuanto a los aspectos negativos, el fundamental es no sentir que invierte uno mismo. Muchos inversores no solo quieren ganar a largo plazo, quieren ser los más listos de la clase y comentar la operación en aquella empresa en problemas con la que se compró tal capricho con los beneficios obtenidos. Tiene más glamour decir que ganaste un 5% en un “trade” con el Banco Santander que una plusvalía del 20% en un fondo. Este ego nos lleva a querer tener una cartera con unos niveles de riesgo que nuestro capital no podrá soportar durante mucho tiempo. Creernos más listos que el mercado y que profesionales del sector como los gestores de fondos, es una bomba de relojería que sin duda alguna acabara pasando factura a nuestro capital.

Como conclusión, tanto si creemos en la gestión activa como si no, debemos dejar nuestro orgullo a un lado y reconocer algo evidente:

- Si opinas que la gestión activa aporta valor, debemos buscar a los mejores gestores y confiarles nuestras inversiones dado que el inversor particular no podrá batir a largo plazo a profesionales que se dedican a tiempo completo a ello, ya que los pelotazos que obtengan en el corto plazo comprando Abengoas se verán compensados por las pérdidas en Mittales.

- Si no crees en la gestión activa de los fondos y por lo tanto opinas que los profesionales no son capaces de batir al mercado, tampoco deberías pensar que podrás ganar más comprando tu mismo en el mercado invirtiendo como hobby, lo que te acabará llevando a adquirir ETFs o Fondos indexados y no directamente en el mercado por su mayor coste operativo.

Así que a mi juicio la mejor estrategia es que la base de nuestras carteras este compuesta por fondos que se ajusten a nuestras necesidades y creencias (gestión activa o pasiva), orientada a sectores y estrategias que según nuestros criterios sean los que mejor comportamiento van a tener en el futuro (o con los que nos sintamos más cómodos), dejando una pequeña parte, entre 10% y 15%, para la compra directa de productos en el mercado y así saciar al ego/ludópata que tenemos dentro y así “vivir el mercado”.

Todo lo anterior deberíamos hacerlo si de verdad queremos maximizar el crecimiento de nuestro patrimonio en el largo plazo minimizando los riesgos soportados. En cambio, si  vemos el mercado únicamente como un hobby y queremos pasar el rato disfrutando del mismo, no hay que hacer caso a nada de lo anterior y realizar nosotros mismos los análisis y las compras directas en el mercado, sin importarnos saber que estamos eligiendo la opción menos rentable y más peligrosa en el largo plazo a cambio de un poco de ocio.

Para acabar quiero mencionar que para mí es igual de “divertido” hacer una cartera de fondos, que una cartera compuesta únicamente por activos comprados directamente en el mercado. Además, siento que tiene el mismo glamour ganar con unos productos u otros ya que lo que realmente importa es el resultado a final de año y no como se ha conseguido, pero parece que esto no es la tónica general.

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  1. #1
    12/03/16 16:39

    Yo añadiría un comentario negativo...
    Al cambiar de un fondo a otro, tu dinero se volatiliza durante demasiado tiempo, los mercados caen o suben en esos días/semanas, y uno sin saber qué valor van a tener las participaciones al salir/entrar desde/a un fondo a otro...

  2. en respuesta a skolly
    -
    #2
    12/03/16 17:48

    Buenas Skolly,

    Totalmente cierto, es un punto negativo que no he mencionado y la verdad, es bastante frustrante ver que tu dinero esta en el limbo un tiempo indeterminado mientras que los mercados se mueven. Es un punto a mejorar por parte de los intermediarios y de los propios fondos a la hora de aceptar entradas de capital.

    Saludos!

  3. #3
    23/03/16 21:19

    Además de los otros comentarios hay que añadir, que si partimos de una cantidad inicial y comparamos los gastos por gestión, en los fondos nos llega a salir bastante más caros en los gastos de custodia de otro cualquier valor.

  4. #5
    04/05/17 23:54

    Interesante artículo. Al final, uno no contrata fondos, contrata gestores, es lo que me parece más importante y conocerlos y entender su filosofía lleva tiempo y conocimiento. Aprender a tener una cartera medio decente tampoco es tarea sencilla pero lo más difícil es conocerte a tí mismo en la inversión, ser independiente y crear tu propia estretegia al margen de modas y titulares. Por cierto Neutral, ¿Qué cartera llevas ahora? S2

  5. en respuesta a Kheper
    -
    #6
    05/05/17 10:18

    Discrepo bastante Kheper, los gastos operativos de los fondos son muy reducidos a largo plazo. Cualquier trader, paga mucho más en comisiones que un inversor en fondos. Hay casos muy puntuales dónde no sea así, como personas que tengan pocas acciones y una estrategia de B&H pura en un broker barato para ello.

    Saludos

  6. en respuesta a Zappa
    -
    #7
    05/05/17 10:24

    No podías haberlo resumido mejor: Crear tu propia estrategia al margen de modas y titulares.

    Pues estoy sobreponderado de EU y Asia, y he salido bastante de USA. Algo así como 50% 30% 20%.

    De fondos específicos, por ejemplo tengo Magallanes Iberia y EU, Groupama Avenir Euro, True Value, Fidelity Funds - Asian Smaller, Schroder Japanese Opportunities y Fidelity Global Technology.

    Pero vamos, últimamente estoy moviendo bastante entre fondos.

    Saludos

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