El tema estrella en el teatro mediático bursátil estas ultimas semanas es el debate, inflación sí, inflación no
Después de años de falsos avistamientos parece que esta vez el tema puede ir en serio.
Es evidente qué a corto plazo hay una presión de precios (tanto intermedios como finales) provocada por el shock provocado por la pandemia. Ahora hay que volver a producir (y consumir) "de todo" y es evidente que ante la avalancha se forman algunos cuellos de botella que estresan los recursos y cadenas productivas.
Hasta aquí todo normal y relativamente inofensivo.
A este estrés hay que unirle el chute prácticamente sin precedentes que representan una política monetaria y fiscal expansivas cómo nunca (o al menos desde la Segunda Guerra Mundial). Es decir a los gobiernos gastando o transfiriendo rentas como si no hubiera mañana y a los bancos centrales imprimiendo billetes sin parar como alquimistas sin control.
Y si todo esto no fuera suficiente, hay otros ingredientes sueltos y variados (más estructurales) que incrementan aún más la situación. Más proteccionismo, poblaciones más envejecidas (menor población activa = mayor presión en salarios) etc etc
En resumen, si es gris, tiene dientes y te esta mirando con cara de hambre igual sí es un lobo (llámalo inflación).
¿El problema de recibirlo con los brazos abiertos?
Que mientras un poco de inflación es buena (permite deflacionar las deudas) demasiada es mala.
Adicionalmente si hay inflación (excesiva) hay mayor presión para subir los tipos y es por ahí dónde puede venir el problema.
¿Por qué?
Que mientras un poco de inflación es buena (permite deflacionar las deudas) demasiada es mala.
Adicionalmente si hay inflación (excesiva) hay mayor presión para subir los tipos y es por ahí dónde puede venir el problema.
¿Por qué?
Principalmente porqué el stock de deuda acumulado es alto. De hecho, llevamos cuarenta años aumentando el stock de deuda gracias a un modelo económico basado en la expansión crediticia (sí, ese mismo modelo que dimos por muerto en la crisis del 2007...).
Hasta ahora no ha pasado nada ya que tipos de interés cada vez más bajos han permitido stocks de deuda cada vez más altos ya que el servicio de la deuda permanecía constante (es decir, no aumentaba lo que uno paga al mes)
Hasta ahora no ha pasado nada ya que tipos de interés cada vez más bajos han permitido stocks de deuda cada vez más altos ya que el servicio de la deuda permanecía constante (es decir, no aumentaba lo que uno paga al mes)
Es decir, este es un modelo es fantástico hasta que algo te obliga a subir los tipos de interés.
Y ese algo puede ser la inflación que puede estar a la vuelta de la esquina.
Y ese algo puede ser la inflación que puede estar a la vuelta de la esquina.
¿Fin de la fiesta entonces?
Pues como siempre, no lo sabemos, Pero tu por si acaso coge sitio más cerca de la puerta.
Por lo que pueda ser.