Cuando se trata de empresas pequeñas o de autónomos, realizar desembolsos muy elevados para poder adquirir bienes con alto coste como un inmueble para la oficina, un coche para contactar con los clientes... puede resentir las cuentas del negocio. Para facilitar el acceso a estos bienes sin que el coste inicial sea elevado se han creado contratos como el de leasing.
¿Qué es el contrato de leasing?
El leasing, o arrendamiento financiero, se trata de un contrato por el cual el arrendador traspasa el derecho de usar un bien mueble o inmueble a cambio del pago periódico de una cuota durante un plazo determinado. Vencido el término del contrato, el arrendatario tiene la opción de comprar el bien arrendado pagando su valor residual, devolverlo o renovar el contrato.
Puede ser muy interesante cuando una persona o una empresa necesita un determinado bien pero no puede o no quiere adquirirlo en ese momento.
Podemos diferenciar dos tipos de contrato de leasing:
- Leasing operativo: es el que realizan directamente las empresas fabricantes o distribuidoras del bien que se necesita.
- Leasing financiero: es el realizado por un intermediario financiero, como los bancos, ….Estas entidades adquieren el bien objeto del contrato de leasing y lo arriendan con opción de compra al arrendatario. Por lo tanto, existirían 3 personas distintas: el fabricante, la entidad de leasing y el cliente.
En este post vamos a analizar el leasing financiero.
¿Qué características tiene el leasing?
Los contratos de leasing deberán tener una duración mínima de 2 años cuando se trate de bienes muebles y de 10 años cuando tengan por objeto bienes inmuebles o establecimientos industriales. Se trata de preservar que no se trate de una compra a plazos encubierta a través de un contrato de leasing ficticio.
Al finalizar el contrato, el arrendatario tiene derecho a la opción de compra, es decir, a adquirir el bien que ha estado usando durante la vigencia del contrato pagando la diferencia entre el precio que pagó el arrendador al comprar el bien (incluidos los intereses y los gastos) y las cantidades satisfechas por el arrendatario en concepto de leasing.
Durante la duración del contrato, el arrendador financiero mantiene la propiedad del bien, sin embargo, será el arrendatario quien responderá de los deterioros o de la pérdida que pudiera sufrir el bien objeto del contrato.
Las cuotas suelen ser fijas y constantes, sin embargo, es posible contratar el pago de cuotas variables, crecientes o decrecientes. También suelen ser prepagables, es decir, se pagan durante los primeros días del mes.
El bien no puede ser devuelto antes del fin del plazo pactado y la duración del contrato suele durar tanto como la vida económica del bien.
¿Cuál es el coste del leasing?
A su coste mensual se le llama cuota y en ellas se distinguen dos partes, una que corresponde a la recuperación del coste del bien (la amortización) y otra que corresponde a la carga financiera (el tipo de interés, los gastos administrativos…).
El arrendatario paga cada mes la cuota y, además, es posible al comienzo del contrato realizar un pago inicial que reducirá la cuota mensual. Al final del leasing, el arrendatario puede optar entre pagar el valor residual y adquirir la propiedad del bien o no pagar dicha cantidad y devolverlo.
¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el contrato de leasing?
Ventajas del leasing:
Una de las principales ventajas es que se puede financiar el 100% de la inversión en el bien negociando los plazos, las cantidades y otros elementos del contrato directamente con el arrendador financiero.
También nos permite acceder a la última tecnología en todo momento ya que al no haber comprado el bien, una vez finalizado el contrato podemos celebrar otro para un modelo o una tecnología más actual e innovadora.
Por último, el leasing también permite conseguir un importante ahorro fiscal. La carga financiera que se paga a la entidad arrendadora tiene la consideración de gasto fiscalmente deducible. También tendrá esta consideración la parte correspondiente a la amortización, siempre y cuando ésta no sea superior al duplo (o al triple en el caso de las PYMES) del coeficiente de amortización lineal previsto en las tablas de amortización de la normativa fiscal.
Inconvenientes del leasing:
Los costes financieros del leasing pueden ser superiores a los de otras alternativas de financiación y el arrendatario tiene que hacer frente a todos los gastos que se deriven de su uso mientras dure el mismo: impuestos, seguros, gastos de mantenimiento…
¿Cómo funciona el leasing?
Para ver cómo funciona el leasing vamos a utilizar un ejemplo real. Como lo más frecuente en este tipo de operaciones es que el arrendador financiero sea un banco vamos a partir del leasing de Banco Popular.
¿Quiénes pueden contratar el leasing de Banco Popular?
El leasing de Banco Popular, y normalmente de la mayoría de los bancos, está destinado a autónomos y empresas y tiene como objeto el arrendamiento financiero de bienes afectos a la actividad empresarial o profesional de los mismos.
¿Qué tipo de bienes se pueden conseguir con el contrato de leasing?
El objeto del contrato de leasing debe estar constituido por bienes destinados al inmovilizado material del balance del arrendatario, es decir, a los activos fijos como puedan serlo los inmuebles, las máquinas, los vehículos, los equipos informáticos…
Por lo tanto, no podemos contratar mediante el leasing el financiamiento de las mercancías sobre las que gira nuestro negocio.
Existen bienes que pueden crear confusión porque en algunos casos se tratará de mercancías y en otros de activo fijo para poder desarrollar nuestra actividad. Un ejemplo de ello son los coches. Éstos pueden ser objeto de leasing si la empresa arrendataria es una fábrica de muebles y van a usarse para que los comerciales desempeñen su actividad, pero no podrían ser objeto del contrato de leasing los coches de un concesionario de automóviles destinados a su venta a los clientes. En el primer caso se trata de un inmovilizado material y en el segundo de una mercancía.
Los bienes, además, tienen que ser identificables y recuperables ya que en el vencimiento del contrato, y en caso de no ejercer la opción de compra, deberá devolverse exactamente el mismo bien y no otro igual o similar.
Simulación de un contrato de leasing:
En la página web de Banco Popular en el apartado de “financiar mi negocio” podemos encontrar un simulador de leasing que nos permitirá de una forma muy sencilla conocer las cuotas que tendríamos que pagar cada mes.
En este simulador tenemos que introducir:
- El coste del bien
- El pago inicial.
- Valor residual del bien.
- Plazo en años que queremos que dure el contrato.
Este cálculo es meramente informativo, ya que será posible negociarlo con el banco si queremos cambiar alguna de las condiciones. Sin embargo, nos puede ayudar a estimar el coste que supondría la financiación de un determinado bien.
Por ejemplo, supongamos que queremos comprar un coche de 14.000€ y que las condiciones que nos gustarían para financiarlo son las siguientes:
- Pago inicial del contrato de 100€.
- Valor residual del bien de 200€.
- Plazo para pagarlo de 5 años.
Si aplicásemos estas condiciones y teniendo en cuenta un tipo de interés del 7,5%, la cuota mensual ascendería a 275€.
El contrato de leasing puede ser muy interesante para aquellos autónomos y empresas que deseen aumentar su inmovilizado material, sobre todo, cuando están iniciando su negocio. Esta posibilidad les permite acceder a activos fijos sin tener que desembolsar una gran cantidad inicial y pagando únicamente cuotas mensuales. Si al llegar el vencimiento se desea adquirir el bien a través de la opción de compra y pagando el valor residual del mismo podemos tenerlo en propiedad. Por el contrario, si queremos conseguir otro nuevo o más innovador simplemente lo devolveremos.