Escribo después de mucho tiempo sobre un tema que me ha llamado mucho la atención. El otro día, escuchando una conferencia de la Escuela de Economía de Londres (en internet, claro está), en la que el profesor Tim Jackson, de la universidad de Surrey, que hablaba sobre la prosperidad sin crecimiento. Es profesor de desarrollo sostenible, y director del grupo de investigación de estilos de vida, valores y medio ambiente.
El tema, dejando de lado argumentaciones y debates,son las dudas acerca de la posiblidad de mantener un crecimiento sostenido en los países desarrollados, en un mundo de recursos limitados, y de necesidades crecientes a través de la búsqueda desesperada del crecimiento. Los argumentos que yo resumo aquí son extraídos de la charla que dio este profesor (se puede encontrar en iTunes) y en un informe, en el que se presenta el tema en profundidad. Las restricciones que el planeta puede soportar pueden estar más o menos cerca, pero se alcanzarán, y entonces comenzarán los problemas.
Me gustaría señalar un punto clave de la argumentación, que es la redefinición de la prosperidad. ¿Qué es la prosperidad? ¿Crecimiento continuado? ¿Ingresos más elevados que permitan mayores niveles de consumo?. Se presentan serias dudas de que la prosperidad pueda consistir en una expansión constante de la sociedad del consumo, puede costar al principio pensarlo, pero al tiempo, es fácil deducirlo. La destrucción a la que está sometida el planeta no soportará un siglo más de expansión de la sociedad de consumo. La prosperidad tiene dimensiones psicológicas y sociales.
Estas cuestiones pueden parecer de sentido común, y no tendría sentido recogerlas o comentarlas aquí si no fuese porque chocan frontalmente con lo que se enseña en las facultades, lo que se dice en los medios, con la "sabiduría convencional" acerca del crecimiento. Se afirma que para que exista prosperidad, es necesaria el consumo material. Además, ciertos derechos, como la educación, sanidad o incluso la democracia, surgen en sociedades en las que existe crecimiento. Por último, el sistema capitalista necesita del crecimiento para su propia estabilidad, pero a la vez este crecimiento es insostenible, por lo que nos enfrentamos a un importante dilema.
Me gustaría señalar una cita del informe:
"La visión actual de la prosperidad como un paraíso de continua expansión económica se desmorona. Tal vez funcionó mejor cuando las economías eran más pequeñas, o cuando el mundo estaba menos poblado. Pero si alguna vez fue completamente apta, ya no lo es."
Sin extenderme mucho, me gustaría decir que el pensamiento del profesor Jackson me recuerda bastante a las teorías que, de una forma u otra, establecían límites al crecimiento, como las de Malthus, o la corriente de pensamiento que quedó institucionalizada en el Club de Roma. Las discusiones acerca de los límites del crecimiento económico siempre surgen durante las crisis económicas, haciendo pensar a la gente en cosas que no se plantearían. En resumen, se argumenta que no sería necesario que los países desarrollados siguiesen buscando el crecimiento económico, y éste objetivo se debería dejar para los países en desarrollo. El principal fallo que desde mi humilde opinión puedo hallar, es que no toda la gente de los países desarrollados vive en la opulencia. Díganle a toda la gente que aspira a una vida mejor, a una casa... que no van a ver sus sueldos crecer porque la opulencia no es la clave de la prosperidad, y esperen a ver su reacción.
