Vamos a comenzar en esta nueva etapa del blog con una cuestión de base que lleva a cometer errores. La cuestión es: ¿quien determina el valor de un determinado producto financiero? Es una cuestión que parece sencilla pero que realmente no lo es tanto.
La respuesta más inmediata es que el precio aparece en el gráfico de precios, no hay más que mirar y punto. Sin embargo ese gráfico se hace con uno de los posible precios, con el precio más probable, es verdad, pero es preciso hacer algunas matizaciones:
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Dado el tamaño del mercado y la confluencia de compradores y vendedores de forma simultanea no hay un solo precio, sino muchos. Tanto como operaciones se haya cerrado en el lapso de tiempo que estemos analizando. Da igual lo pequeño que sea este intervalo.
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El precio del gráfico de precios es el precio pasado, basado en las últimas ventas, pero no tiene que ser necesariamente el precio que tu te encuentres. Sobre todo en escenarios con gran volatilidad.
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El precio actual no está queda delimitado por un valor sino por dos: por la diferencia entre los que compran y los que venden. Y esos precios no son iguales nunca. Si el mercado tiene una gran liquidez la diferencia entre ambos será pequeña pero siempre existirá.
Entonces, ¿quién pone el precio? ¿Los vendedores? Los vendedores son los que tienen lo que se negocia así es que parece los más adecuados para poner el precio. Sin embargo no tiene sentido poner un precio que no resulte interesante a algún comprador. Si no encuentran contrapartida a su venta esta no se realiza.
¿Son lo compradores entonces? Los compradores buscarán el precio más bajo, pero sólo podrán elegir entre los disponibles. Tampoco ellos determinan el precio.
Entonces queda claro, lo que determina el precio es el punto de intersección entre compradores y vendedores. Ese punto en el que tanto a uno como a otro la operación le parece razonable.
Y es importante matizar este razonable:
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Lo que es razonable para uno no tiene porque serlo para otros. Si un determinado operador está bordeando su máxima pérdida o tiene cualquier otra razón para cerrar con urgencia su estrategia admitirá un precio dentro de los disponibles en la horquilla bid-ask que para otros es demasiado caro. Realmente el precio más que obtenerse se negocia.
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En ocasiones el mercado sencillamente no da precios razonables. Motivos como la volatilidad o la situación del conjunto del mercado puede hacer que un valor apenas sea negociable.
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Una cosa es el valor intrínseco de lo que estemos negociando y otro diferente su valor bursatil. Como ya hemos visto cuando hablamos del tema de las burbujas bursátiles, el precio de algo es lo que alguien esté dispuesto a pagar por él independientemente del valor objetivo. Es por esta razón que algunos valores suben y suben sin que cambie aquello a lo que representa.
En resumen, al precio se le puede aplicar el dicho popular: el diablo está en los detalles.
Hasta la próxima.
