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El hombre que quebró el Banco de Inglaterra

 

G. Soros es un personaje tan respetado como odiado. Las actuaciones de sus Hedge Funds le han valido el apodo de “el hombre que quebró el Banco de Inglaterra” y ha sido acusado por gobiernos y organismos como el creador de sus problemas.

El caso concreto de qué ocurrió para que se crea que fue él quién quebró al Banco de Inglaterra es muy interesante y de eso hablaremos en el post de hoy en La Vuelta al Gráfico.

 

El Mecanismo de Tipos de Cambio Fijos

El Mecanismo de tipos de cambio (MTC o en inglés ERM –European Exchange Rate Mechanism) surge de un acuerdo alcanzado en marzo de 1979 por diversos países europeos. En el marco de la creación del Sistema Monetario Europeo (SME), el ERM surge para establecer un mecanismo de control de los tipos de cambio, intentando lograr una estabilidad monetaria en Europa, como antesala de la introducción de una moneda única.

El Reino Unido, a pesar de diferentes reticencias y de no alcanzar una posición firme al respecto, termina uniéndose al ERM en octubre de 1990. Entre 1987 y hasta 1988, el Reino Unido ya había seguido una política semioficial de imitar al marco alemán, dado el respeto generado en los diferentes ministros de finanzas británicos por la capacidad alemana de controlar la inflación. Con los coletazos finales de la burbuja generada por el “Lawson Boom”, unos tipos de interés en torno al 15%, y tasas de inflación tres veces superiores a las de Alemania, las condiciones de entrada fueron desfavorables para el Reino Unido (tasa de cambio alta).

Desde el principio de los años 90, la reunificación alemana obligó al país germano a incrementar el gasto público, lo cual forzó al Bundesbank para emitir más dinero para financiar el déficit fiscal, hecho que incrementó la inflación, reaccionando después el Bundesbank aumentando los tipos de interés, causando una notable presión sobre las monedas que componían el ERM (obligadas a mantener un cambio alto, puesto que no podían desviarse del marco alemán). La recesión británica desde 1991 exigía sin embargo la necesidad de un descenso de los tipos de interés en el Reino Unido. Este es el desequilibrio que reconoce G. Soros.

 

El desequilibrio

La obligación de mantener el cambio fijo frente al cambio acordado en años anteriores (en una banda como máximo del 6%) frente al marco alemán, comenzó a generar presión en los países miembros del MTC. El incremento en los tipos de interés germanos, obligó a otros países a aumentar también los tipos de interés, para mantener el tipo de cambio.

La situación del Reino Unido, en las puertas de una recesión y con una creación de empleo débil limitada notablemente las posibilidades de nuevas subidas de tipos de interés. Sin embargo, la obligación de mantener el tipo de cambio obligó al Banco de Inglaterra a subir los tipos de interés, en primer lugar, deprimiendo la ya tocada economía británica.

 

El ataque

G. Soros y otros inversores que descubrieron este desequilibrio, sabiendo que antes o después, de una manera o de otra, debía corregirse, comenzaron una posición corta (de venta) frente a la libra. Así, por un lado tomaron la posición vendedora a través de instrumentos derivados (opciones OTM, futuros, etc.). Por otro lado, pidieron prestadas libras esterlinas para después venderlas en el mercado.

Soros tuvo que ver la cosa muy clara para arriesgarse como hizo. Una posición tan apalancada tiene un alto potencial de beneficio (de hecho Soros hizo mil millones de dólares en esta estrategia). Pero también una posibilidad de fuertes pérdidas en el caso de que no saliera.

Sin embargo, al desequilibrio económico se sumaba el político: además de que el Reino Unido no tenía una posición política firme respecto a una moneda común en la Eurozona se dio el caso de la convocatoria de referéndum acerca del MTC en Dinamarca primero y en Francia después.

 

El miércoles negro

Finalmente, tras varias subidas de los tipos de interés y otras medidas en el mercado de divisas por parte del Banco de Inglaterra (gastando miles de millones de libras esterlinas para intervenir en el tipo de cambio Libra-Marco), el día 16 de septiembre de 1992, la autoridad monetaria británica falla en mantener el nivel mínimo en el MTC, viéndose obligada abandonarlo. En el momento del anuncio, los tipos de interés se situaban en el 12%, con la amenaza del banco británico de elevarlos al 15% en caso de que el ataque persistiera. En el siguiente año, los tipos de interés se situaron por debajo del 6%.

 

Soros ¿culpable o inocente?

Tras el viernes negro, la libra comenzó una rápida depreciación que permitió a Soros un beneficio de mil millones de dólares (1 billion US$). Soros se convirtió en ese momento en “el hombre que arruinó al Banco de Inglaterra”. ¿Pero fue él quién lo arruinó? ¿Podemos calificarle como malvado especulador?

Una de las máximas en economía es que los desequilibrios, antes o después, se pagan. Por decirlo de alguna manera, los desequilibrios se equilibran. Soros apostó al caballo ganador, en una carrera en la que los demás caballos estaban cojos.

Pero ¿les rompió él la pata? La respuesta parece que es un no. Fue la actuación política, tratando de luchar frente a la económica quién provocó la caída. Ahora bien, que Soros acelerara el proceso es más que probable.

Pero acelerar el proceso no es lo mismo que crearlo. Y pienso que podríamos sacar valiosas lecciones de todo esto para hoy día.

Las opiniones, consejos, ideas, etc que leas en este blog, son sólo opiniones. En concreto las opiniones personales de Javier y de Tomás, no las de ninguna entidad.

Ningún post de este blog tiene en cuenta tus circunstancias personales y nada en este blog puede ni debe considerarse como asesoramiento de ningún tipo.Tampoco deberías considerarlo como una oferta o invitación de compra o de venta de ningún instrumento financiero. Invertir en los mercados no es un juego. Cada día se gana y se pierde mucho dinero y son tantos los factores que pueden influir las valoraciones que es imposible predecir sus movimientos con seguridad.

Podríamos tener exposición ya sea personal o a través de alguno de los productos que gestionamos en las entidades para las que trabajamos, en alguno de los activos que comentamos en el blog.

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